"Capas y capas de rutinas tendidas unas encima de las otras, veías a la misma gente mientras te cepillabas los dientes y grupos distintos de las mismas personas en cada clase. Te cruzabas con los mismos alumnos día tras día en los pasillos. Muy pronto, empezabas a saludarlos con un gesto de la cabeza. Y antes de que te dieras cuenta les estabas diciendo hola al pasar. Por fin alguien entablaba conversación y tú te dejabas llevar"