Había una vez unos ojos marrones capaces de alumbrar todo España si se lo proponían.
Y esos ojos gustaban tanto que vinieron unas cuantas pecas a vivir cerca de ellos y fueron la envidia de todo el mundo porque tenían primera línea de playa.
Además, tengan como vecina a una nariz que de vez en cuando se resfriaba y era la causa y del efecto de todos los poemas del mundo.
Menos mal que tus ojos siguen alumbrando tan eficientemente, tus pecas sigue teniendo las vistas más apetecibles de todas, y tu sonrisa sigue provocando versos infinitivamente mejores que toda esta basura literaria.
Y mira que yo he visto cosas mucho menos bonitas incendiar países enteros.
Por cierto, tu también sigues siendo tu.
La cara oculta de la Luna,
Los oros de una baraja de cartas, una piedra con la que teopi zas una y otra vez pero nunca llegas a caerte
Porque las vistas desde arriba son muchísimo mejores,
Y todos los verbos posibles conjugados en tiempo presente porque tú existes aquí y ahora.
Cuando alguien cumple los 15 se le suele decir toda esa mierda de "la niña bonita", pero es que tu ya eras preciosa mucho antes.
Y aquí me tienes,
Escribiendote gilipolleces sobre unas pecas en primera línea de playa que habían viajado hasta Estados Unidos
Aunque tú y y sabemos que su localización me importa una mierda si no es aquí conmigo.
Eres la casualidad más bonita con la que jamás había soñado.
Felicidades por ya no estar en mi mente.
