Pesadilla

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En el departamento de Kiyomi, ella estaba entrando, cojeando, por lo sucedido.

-Todo esto sucedió en esta noche- se dijo a sí misma mientras cerraba la puerta y dejaba sus cosas en el sillón.

Hubo un silencio en lo que caminaba a su habitación, sujetándose de las cosas a su alrededor. Se sentó en su cama, se quitó los zapatos, y se empezó a acostar.

En la alcantarilla, Leo, Rafa y Mikey se encontraban jugando en la maquinita de pinball, secándose (por haberse duchado) y viendo T.V. , respectivamente.

- Y eso que fue, Leo?- dijo Rafa un tanto pícaro.

-Qué fue qué?- Leo respondió mientras veía fijamente la maquinita. Había decidido descansar estos días.

-Esa sonrisa hacía "ella"- remarcó.

- Qué? Rafa no exageres- respondió bastante relajado.

No sentía nada por ella.
Sólo ayudaba a una aliada del Clan.

Donnie llegó, había oído lo sucedido, se acercó a Rafa y le susurró - Karai, recuerdas?-. Era bastante obvio a lo que refería.

Rafa lo repitió en voz baja, intentando hacer que Leo lo oyera.

En el departamento de Kiyomi, se había quedado dormida.

Ella estaba soñando:

Estoy meditando en el dojo,
no en el último que estuve,
sino en el que crecí.
Tengo los ojos cerrados​, respirando profundamente.
De repente oigo unas voces;
ambas son cálidas.
-Kiyomi- dice una voz, femenina.
Abro los ojos, y veo enfrente de
mi, a mis padres.
Sus caras eran menos remarcadas que en las fotos.
Los abrazó bastante fuerte, y se me cae una lágrima en mi mejilla.
-Mamá, papá- digo pasivamente con los ojos cerrados.
Alguien entra al dojo.
No los siento, abro los ojos y veo que están en el suelo. Sangrando.
Tienen marcas que ya había visto.
Destructor.
Me levanto y veo a mis alrededores, quiero ver si sigue aquí. Está ahí junto a Taiyo. Me aterró. Saki destruyó varias familias. Inclusive la mía. Taiyo casi me asesina. Razones suficientes para odiarlos y temerles.
-Acabaré contigo como con tus despreciables e incompetentes padres- dijo mientras se acercaba.
Taiyo está sujetando a mi abuela, ella está en el suelo, tiene varias heridas en los brazos y cara. Veo a mis padres desangrando, huyó de Saki y voy directo allá. Valía la pena morir junto a ellos. Me pongo a llorar. Muere mi abuela enfrente de mis ojos, y al parecer se retrocede el tiempo. Estoy viendo cómo, probablemente, murieron "papá" y "mamá". Intenté detenerlo pero parece que estoy inmóvil, parpadeó y veo que estoy en el lugar donde Taiyo casi me asesina. Va a dar su último golpe. Me voy detrás de una gran roca, y veo cadáveres flotando en el río, manchandolo con sangre. Como si lo pasado no fuera suficiente. Taiyo me encuentra y da el último golpe, solo veo oscuridad y oigo lamentos.

Ella se despierta alteradamente​.

-No voy a dejar que su legítima heredera siga con el legado-, dice mientras se pone las botas.

Se levanta y sale de la habitación, sacá una uchigatana en su estuche, detrás de un mueble. Cuelga el estuche en un costado de su cintura, sale a el balcón y baja.

Entra a la alcantarilla, en silencio y sin ser vista, se dirige a el laboratorio de Donnie. Está ahí. Ella se esconde detrás del Tortumovil. Después de 30 minutos, Donnie deja el laboratorio.

-Este retro-mútageno está casi listo-. Dijo entusiasmado. -Pero necesito dormir-.

Cuando finalmente se fue, Kiyomi se acercó a la computadora y la desbloqueo fácilmente.

-Fue fácil Donatello-

Entró a el historial de ubicaciones y encontró lo que buscaba.

-Cuartel del Pie 2-. Dijo suavemente mientras el mapa cargaba -¿Por qué dice "2"?-. Vio la ubicación marcada con un círculo.

-Listo-.

Iba a salir pero vio a Leo pasar, se escondió detrás de la puerta.

-Mi mente está nublada, necesito meditar más, como se supone que les enseñare a mis hermanos- dijo él mientras caminaba en círculos y se iba a su habitación.

Kiyomi salió a la superficie y se dirigió al escondite.

Estaba en el techo de un edificio, al frente de su destino.

Tenía unos pantalones negros holgados, una camiseta de manga larga color negro, está misma le tapaba la boca, solo deja al descubierto sus manos . Ojos café oscuro y cabello castaño corto que le llegaba a la barbilla, el cual ondeaba esa noche porque​ hacia bastante viento.

-Esto termina hoy, Karai- 

-Esto termina hoy, Karai- 

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