Primer parte/One-shot 1

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Disclaimer: Las parejas oficiales nunca debieron ser, así que nosotros atentamos contra lo establecido en los últimos dos libros, porque un amor como este vivirá en el corazón de todos nosotros: hoy, mañana y siempre. Los personajes le pertenecen a J.K. Rowling.

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Cursivas: recuerdos.

Comillas y cursivas: POV y pensamientos.

Letra normal: narración en tercera persona.

*º*º*º

«Ya han pasado dos semanas desde lo que ocurrió... desde tu batalla con el Señor Oscuro, en este momento me encuentro en tu cuarto, las lágrimas corren por mis mejillas, no he llorado desde que todo esto sucedió, debo ser fuerte. Se suponía que estaría aquí por unos minutos, sólo venía por ropa para ti, ahora me encuentro sola en este lugar, lleno de recuerdos tuyos, de tu esencia, de tu loción, simplemente de ti. Regreso al principio, cuando nos conocimos en el expreso, tu sonrisa tan tierna que hacía que mi respiración se cortara.»

Se recargó en el dosel de la cama de Harry, parecía que cargaba el peso del mundo y tal vez así era.

«Esto no se suponía que pasaría, tú no debías hacer lo que la gente esperaba de ti, matar a Voldemort. No tenías razón para cargar tú solo con esa responsabilidad y sin embargo no los decepcionaste. Lo hiciste, pero ¿a qué costo? Primero tus padres, después Cedric, Sirius, Dumbledore y ahora Ron y tú. ¿Por qué? ¿Por qué tuviste que hacerlo?, ¿Por qué?... pero es muy tarde para preguntar eso

Tomó la ropa y la apretó contra su pecho como si quisiera eternizar el momento, recordando la última vez que lo abrazó, que lo sintió así de cerca.

«Tus brazos rodeándome, la sensación tan cálida de tu cuerpo, pero esa sensación se va desvaneciendo como tu vida, ambas se me escapan de las manos. ¡Como quisiera que esto no hubiera pasado! Quisiera poder cambiarlo... daría todo porque tú estuvieras bien.» La colocó en una maleta, la cerró, encontrándose con un libro.

—De seguro fue el último que leíste. —Acarició su pasta, lo hojeó pensando que él lo hizo también, probablemente había revisado primero si tenía algún dibujo interesante antes de leerlo. Ron y él definitivamente no eran fanáticos de la lectura, pero Harry solía leer más que Ron e incluso podía llegar a disfrutarlo.

«Mis lágrimas han caído sobre él, se me nubla la vista. Lo cerré colocándolo en su lugar, quiero que este donde él lo dejó para cuando vuelva, porque tiene que hacerlo. McGonagall entra y me encuentra llorando, trate de disimular, pero no soy tan buena en eso.» Caminó hacia la puerta escondiendo su rostro.

—Ya podemos irnos. —Tomó la maleta, sosteniéndola con fuerza.

—¿Está bien, señorita Granger?

—Sí, sí —contestó pasando su brazo por sus ojos.

McGonagall la miró con ternura, parecía que se estaba rompiendo frente a sus ojos, pero aún así deseaba ser fuerte. ¡Vaya chica!, después de todo lo que había pasado, no debería estar haciendo eso. —Las cosas van a mejorar, el señor Potter se recuperará.

No supo cómo responder, se quedó atónita. «¿Cómo sabe que lloro por él y no por Ron?».

Soltó la maleta correspondiendo. Necesitaba sentirse reconfortada, apoyada. Dejó salir su llanto como una lluvia que tardará en cesar, había estado conteniéndose tanto.

El Último BesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora