MELLIFLUOUS ⇢ JUGHEAD JONES [GIF SERIES]

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— OCHO.
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tu cabeza daba vueltas. con cada trago que dabas te hacía sentir que estabas flotando.

—¡más, más, más, más, más! –oíste las voces distantes de la gente.

—¡vamos, nena. traga más! –gritaron.

el alcohol quemaba como fuego en tu garganta. no podías mas. tu alrededor se movía. gotas de cerveza se escapaban de tu boca y caían en tu camiseta, empapándola.

—¡venga, [_____], un poquito más!

tragaste la última gota y tambaleaste intentando equilibrarte. sentiste cómo un hombro rodeaba tu cintura.

—vaya, estoy impresionado –rió una voz familiar.

—gr- gracias –contestaste, apoyándote sobre el chico.

—tu camiseta está empapada –susurró en tu oído– déjame ayudarte.

querías decir que "no", pero la música y el alcohol se llevó a tus palabras. no podías hacer nada, pero tampoco estaba tan mal bailar en sujetador. el calor corría por tu sangre y querías divertirte.

movías tu cuerpo al ritmo de la música. todo era perfecto, hasta que las manos que sujetaban tu cintura desaparecieron, haciendo que casi te caigas.

—¡pero qué..!

lo único que pudiste ver era chuck siendo golpeado por un chico que no conocías. éste le devolvió el golpe. la gente reía, viendo cómo se peleaban.

—hey, chicos. no os peleéis, compartir es vivir –te acercaste hacia ellos, colocando tus manos en sus hombros mientras sonreías sensualmente.

todo estaba borroso. viste cómo echaban a chuck de la fiesta mientras el chico misterioso te llevaba hacia una habitación.

al llegar, empujaste al chico en la cama y te pusiste a horcajadas sobre él. acercaste tu cara a la suya.

—eres muy mono –reíste, poniendo tus frías manos en sus mejillas, haciéndole enrojecer– ¿cómo te llamas?

—ju- jughead jones –susurró, sin apartar su vista de la tuya.

—¿jughead jones? no me suena, papi.

jughead no podía respirar, era demasiado para él.

—bueno, no es como si la chica más popular de riverdale high se fije en alguien como yo...

—¿entonces qué haces en una fiesta como esta?

—es mi cumpleaños.

—oh... ¿felicidades? –reíste– ¿qué quieres como regalo? –preguntaste, dirigiendo tus manos hacia el broche de tu sujetador.

jughead se quedó embobado mirándote.

lo quería más que nada en el mundo, pero no se iba a aprovechar de tí mientras estabas borracha. te abrazó y con todas sus fuerzas, ya que te oponías, te metió en la cama y te cubrió con la manta.

—pero quiero jugar, papi –reíste traviesamente.

jughead se acercó y posó sus labios en los tuyos. el sabor del alcohol se apoderó de su boca. dolido, se sentó en el sillón, pensando que mañana todo sería nuevo y que tú ya le habrías olvidado.

con un nudo en la garganta, pensó en el beso que te dio, el mejor regalo que tuvo en su corta vida.