Capítulo II: Ann, Please come back.

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Jueves, 10/9/99. 2:30 A.M

«Despierta, Mamá. »

Un susurro casi inaudible me había sacado de mi sueño, una voz dulce, armoniosa y llena de recuerdos. Ann me habla y estoy segura que no era una locura. Jace, yacía al lado mío dormido, casi cómo un tronco.

— ¿Haz escuchado eso? —. Susurré con euforia.

— No... ¿Escuchar que, Marie? —. Susurró de vuelta con la cara aún pegada a la almohada.

— Ann, Ann... Esta aquí ella me despertó, pude escuchar su voz llamándome. —. Lo dije de la forma más seria posible, tal vez de esa forma sonaría más creíble.

Jace, aunque adormilado, había volteado a ver me atónito por la afirmación que acababa de hacer. Y no lo culpo, yo tampoco lo creería si no lo hubiese escuchado.

— Marie, tal vez lo soñaste, vuelve a dormir. ¿Vale? —. Espetó Jace adormilado, sin darle mayor importancia.

Jace se volteo, de forma que me daba la espalda, y volvió a quedarse dormido. ¿Cómo podía dormir cuando Ann estaba por ahí? ¡Viva!

Me levante con euforia de la cama, con cuidado de no despertar a Jace de nuevo, y camine hacia el cuarto de Ann.

***

¿Quién lo diría?

Ese cuarto era una locura ahora, y en el centro de esa locura brillaba con decisión una pequeña joya. Cabe destacar que no había rastros de Ann por ningún lado, exceptuando sus cosas viejas que ahora levitaban como si hubiesen sido para eso.

Me acerqué con nerviosismo a la piedra que se encontraba en medio de la habitación, una piedra de Turmalina, atada a un cordón de hilo, grueso, bañando en plata. Una joya fina que de alguna forma me recordaba mucho a Ann, sin pensar lo más tome aquella piedra que la habitación me ofrecía.

Gritos, gritos y más gritos... Desesperados, parece que un millón de niños han sido torturados al mismo tiempo, el horror en persona. Puedo sentir como los nervios toman control sobre mí. He guardado el collar en mi bolsillo a tientas de perderlo.

Mi piel, pálida ahora, se eriza a base de los gritos que no paran. El horror me paraliza y la vista comienza a nublarse me.

¿Qué esta pasando?

***

Me he despertado con un dolor incontenible en el estómago junto con náuseas. Puedo sentir las sabanas y el olor a medicina mezclada en el ambiente de mi habitación, en mi casa.

Abro los ojos con dificultad, veo la bata blanca del doctor moviéndose por los alrededores de mi cama. Jace esta al lado mío, despierto con una de sus manos en la mía.

Volteo a ver le con dificultad.

— ¿Qué paso? —. Digo casi en un susurro, Jace volteó su rostro hacia mí.

— ¡Dios! Estas bien, me haz asustado mucho. —. Dijo en un tono eufórico, sacó su pañuelo mojado de algún tazón en la mesa de noche y continuó.
— Te encontré en la habitación de Ann, desmayada en el suelo. El doctor dice que debes guardar reposo, y que el desmayó es por el estrés que ha provocado la muerte de Ann. —. Sonrió de forma que intentaba reconfortarme. Sin éxito.

Pronto el doctor se despidió calmadamente, eran las 3:30 A.M. El doctor salió de la habitación junto con Jace para dejar me descansar. ¿Qué paso? Estaba segura de haber encontrado algo.

«¡El collar!» Cómo si de un rayo se tratase el recuerdo cruzo mi mente, sin aviso previo. Había guardado el collar en mi bolsillo, si eso no había sido un sueño y yo camine sonámbula, entonces el collar debe estar en mi bolsillo.

Registre en mis bolsillos como si mi vida dependiese de ello, y ahí estaba, en mi bolsillo derecho, una piedra turmalina con un hilo grueso bañado en plata. Lo único que encontraba raro es que ahora la piedra contenía un agujero en el centro, cómo si de un oráculo de Qüija se tratase.

«Espero disfrutes el regalo. Jijiji.»

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¡Segundo Capítulo! Ya vamos genial. Espero lo estés disfrutando tanto como yo.

Si ves un error gramatical no te olvides de avisarme con tu comentario.

Y dime, ¿Qué te parece la historia hasta ahora?

- Jamie.

House Of Madness: Into The Woods.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora