Capítulo IV: Memories.

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Lunes 4/9/99 12:30 P.M

Ann.

He salido corriendo, huyendo, asustada y confundida. Jamás Jace se había comportado de esa forma, había mostrado abiertamente sus celos conmigo pero no de esta forma. Tenía miedo, su voz me había gritado con cólera.

"¿¡Por qué no le dices lo que eres ya!? ¡Deja de mentir le!" -. había gritado. Sé que mi madre, Marie, no merece esto, no merece mis mentiras y las cosas que hago en oculto por ella. Ella es muy dulce conmigo, siempre me había ofrecido amor de forma incondicional y yo no era lo suficiente para responder le de la misma forma.

Había corrido distraída por lo que jamás note como había entrado al bosque. ¿Es que acaso también mis sentidos fallaban? Mi desesperación era horrible y en cualquier momento mi verdadero ser iba a emerger de las formas. Madre, lamento decepcionar te.

***

Marie.

Ann aún no volvía, Jace había dicho que solo daría un paseo por el bosque para relajar se... Pero ya me estaba empezando a preocupar. ¿Qué sera de Ann en el bosque? Una criatura inocente y vulnerable. ¿Por qué Jace no le había acompañado?

Mi mente debatía en esto cuando un relámpago me saco del trance. Comenzaba a llover y mi preocupación aumentaba, ¿Qué haría Ann en estas condiciones? Oh, mi dulce Ann.

Había decidido caminar hasta encontrar la, mi abrigo, junto con unas botas de hule eran las que me protegían de la lluvia que ahora amenazaba con empeorar. Debía encontrar a Ann, y escondernos en una cueva si no logramos llegar a tiempo a casa.

***

La lluvia había empezado a ser una tormenta, amenazadora y temible. Y ahí, junto a aquella piedra el cadáver de una chica se encontraba, tibio, recién muerto. La sangre salia a mares de la zanja en su cráneo. Mares de plasma rojo que se mezclaban con gotas de lluvia ácida que hacían que la sangre se diluyese en ella. Mientras pedazos de su cerebro habían ido a parar alrededor de la roca en la cuál, a la fuerza, su cráneo había impactado con rudeza.

Ann estaba allí, parada junto al asesinato del cual era autora ahora. Estaba temblando, no por frío si no por adrenalina y euforia. Estaba en un estado de shock, aunque su cordura estaba rota, su alma seguía intacta. Cómo si fuera la primera vez que había hecho tal acción. Se colocó en cuclillas al lado del cadáver, lo observo con atención; era una chica de su edad, esbelta y de tez blanca que ahora lucía de ultratumba, «Pues por que lo es, obviamente. » Pensó para si Ann.
Podías notar su lindo cabello liso de un tono azabache quedar manchado con la sangra que salía de la gran zanja en su cabeza, sus ojos... Seguían abiertos, eran de un todo verde, casi felinos, con una mirada de terror y sorpresa aún en ellos.

«Lastima.» Pensó Ann, «Pudo haber sido mi amiga si no tuviera esa personalidad tan exasperante.» Sonrió, ante su propio comentario.

— ¡Ann! ¡¿Dónde éstas!? —. Marie, su madre. La llamaba a gritos no enojada si no asustada, estaba preocupada por ella. ¿Qué haría cuando llegara hasta donde estaba y viera el cadáver? ¡De ninguna forma Marie debía verlo!

Sin más que decir, ahora Ann tenía miedo. No podía decir le, no ahora. Tomo el cadáver de la chica y lo empujo al río que se encontraba corriendo al lado de ella, en un instante todo el río tomo un tinte rojo para luego desvanecerse e irse junto con el cadáver. Al menos eso ya no tendría que preocupar le.

Sin embargo su ropa estaba cubierta de sangre y su consciencia no estaba tranquila con el hecho de que Marie llegara, ella creería que algún animal había atacado de ella, pero ya no quería seguir mintiendo.

Hizo una meticulosa forma de matarse, tomo la misma roca en la que había lanzado a aquella chica, la amarro con ayuda de una enredadera en una rama arriba de ella. Y sin más se coloco debajo y la dejo caer. Todo se volvió negro.

***

¿Qué era lo que mis ojos veían? Lágrimas saladas comenzaban a salir de mis ojos, la vista se me nublaba y todo mi cuerpo temblaba con el frío de la lluvia.

Mi cuerpo cayó en mis rodillas, mostrándome mi debilidad ante está situación. Ann estaba muerta, y su cuerpo estaba ante mi vista.

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Cuarto capítulo. Me alegra de poder seguir. ¡Los veo en el próximo cap! Estaré intentando hacer los más largos.

- Jamie.


House Of Madness: Into The Woods.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora