IV. Adiós

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Llego el viernes, estaba nervioso en verdad quería el departamento ya quería independizarme de mi mamá, aunque la iba a extrañar.

Iba a extrañar a mi ídolo, a mi ejemplo a seguir, a mi mejor amiga pero nada es para siempre, obviamente la iría a visitar diario pero nos separaremos más.

Fui a la escuela y saliendo de mi clase de teoría para entrar a la de dibujo recibí una llamada de un número desconocido, conteste extrañado no sabía quien era:

-Bueno- pregunte extrañado.

-Hola, soy tu tía, necesito verte urgentemente, algo paso y estoy en el hospital, tranquilo sólo ven ahora mismo.

Fui corriendo, le avise a mi profesor de dibujo que no podía entrar y salí corriendo rumbo a mi coche.

Iba manejando y estaba pensando en que había soñado, no recordaba nada, estaba muy nervioso, con trabajos recordaba el hospital a donde tenía que ir.

Llegue al hospital y mi tía estaba en urgencias llorando.

En ese momento sentí un hueco en mi corazón algo me decía que nada iba a estar bien, no quería enterarme de que era, pero lo tuve que hacer.

-Que paso tía?- pregunte con la voz temblando.

-Siéntate hijo- me contesto.

-Ya dime que pasa tía!?- pregunte desesperado.

-Atropellaron a tu mamá hijo, esta muy grave-

No lo podía creer, mi ejemplo a seguir estaba en urgencias, grave, no sabía que sentimiento era, era mucho peor que tristeza, en ese momento caí en lágrimas llorando.

Porque a ella me preguntaba, porque, después de toda su vida, todo lo que paso, criar a su hijo sola, porque tenía que ser ella.

Me pase toda la tarde en el hospital, pensaba porque había sido ella y en ese momento recordé que tenía la cita del departamento, ya la había perdido pero mi mama era más importante que todo lo demás,sentí una extraña sensación y recordé que ese era mi sueño, había soñado que no podía ir a la cita, peor no sabía que iba a ser de esta manera.

Se hacía de noche, mi tía me rogaba que me fuera a la casa a descansar pero no iba a dejar a mi madre sola.

Ella ya llevaba 7 horas en cirugía, no sabía nada sólo que estaba grave, es como esos momentos que quieres que salga el doctor para decirte que tiene tu madre pero al mismo tiempo no.

Estaba sudando ya no sabía que más podía hacer, rece como loco, invoque a todos los santos posibles estaba muriendo lento.

Mi madre estaba por cumplir las 9 horas cuando salió una enfermera y pregunto por los familiares de la señora Fernanda, mi cuerpo perdió balance por unos segundos, tenía miedo de decir que esa era mi madre, pero lo dije.

-Si, yo- contesté con miedo.

-Pasen con el doctor por favor- respondió nerviosa.

El pasillo por donde pasamos se me hico inmenso, como si estuviera caminando a lo peor.

Tocamos la puerta y pasamos.

-Que pasó doctor- pregunte nervioso esperando lo peor.

-Siéntate hijo- me respondió.

Sentía que mi corazón se paraba por un segundo, mi madre había muerto.

Perdí el equilibrio, mi vida ya no tenía sentido, había perdido a mi fiel escudero, mi guerrera preferido había perdido la batalla.

Recuerdo que el doctor explico el porque pero la verdad no puse atención.

Pase a despedirme bañado en lágrimas, con las manos temblando y recuerdo que sólo le di un beso y le dije:

-Te amo, nunca lo olvides- y me fui.

"Soñador"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora