Capitulo cuatro Los poderes de una bruja

1.2K 32 0
                                    

No sé cómo les fue anoche, pensaba ir a cotillar pero me quede dormido, lo que si diré que es que papá estaba muy agradable al día siguiente.

"como despertó mi campeón" me dijo sonriente

Yo solo conteste con un puchero porque no vi a Antonia en casa.

"¿Y Anto?"

"en su casa"

"papáaaaaaaa"

"Matiasssssss"

"que hiciste mal" le reclame

"yo" me miro ofendido "nada, porque había hecho algo mal"

"porque no se quedo" le dije como si fuera lo más obvio del mundo.

"porque es una dama" me explico con el mismo tono.

"papá que anticuado" pero le sonreí eso quiere decir que no salió tan mal "¿cuando la veras?"

"no lo sé, la próxima semana"

"¿pero la llamaras?" papá no alcanzo a contestarme, porque tocaron a la puerta, fue abrir y era James con la nena en brazos

"James como estas"

"Bien y tu" parecía nervioso

"bien" me mito "Mati como estas"

"James tienes que dejar de hacer esto" dije botando la servilleta que estaba a punto de poner en la mesa, porque este era un momento importe con papá y él lo viene a interrumpir.

"solo te traía a la nena"

"solo me traías a la nena, ella ni siquiera sabe quien soy no necesitas traerla a cada rato" le dije con rabia.

"Matías" me regaño papá

"que, este" dije señalando a James con desprecio "me viene a mostrar a su hija, siquiera podría venir a verme a mí" no sé de donde salió eso... que me importa a lo que venga yo tengo a mi papá.

"Matías sabes que James te viene a ver a ti"

"no, no lo hace, viene a pasar el rato contigo porque eres el único que sabe la tortura de estar casado con esa perra que tengo por madre" una sola palmada en mi boca cayo y no espero mucho para rostizarme el poto

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

"No hables así de tu madre"

"no me pegues, no tienes derecho" no había sido papá sino James, papá me arrebato de sus manos.

"Ve a tu pieza Matías" me dijo papá.

Yo subí enfadado pero a medio camino decidí que me quedaría a escuchar, yo creí que habría una pelea, pero no porque estaba la nena.

"no importa lo que pase, yo soy su padre, si le vuelves pegarle te muelo a combos" me sonreí al oír eso, pero agrego "y cuando vuelvas hazlo con la verdad, si nuestro hijo te importa díselo, no vengas con escusas, es un niño inteligente, eres su padre biológico, pero yo soy su padre, sé que esto es complicado, él se acaba de enterar de toda esta maraña de mentiras en que nos vimos envueltos y si quieres tener una relación con él está bien yo no lo impediré, pero no uses de escusa a tu hija" tomo unos segundo respirando pesado "voy a ver como esta mi hijo y volvemos, puedes dejar Fernandita en la sillita" no me había dado cuenta que papá había sacado mi sillita de bebe "y puedes terminar de preparar el desayuno"

"claro" dijo James.

Ese par está demasiado cómodo juntos, es como el club de los despechados por la bruja sin corazón, gruu ya había olvidado que estaba enojado por los azotes que me dio, esto es increíble, James me pega y papá le abre las puertas de mi casa.

"Creí que te había dicho a tu cuarto" papá me saco de mis pensamientos.

"papi... lo dejaste aquí... si me ha golpeado" me queje anonadado.

"no te quejes tanto que yo también te hubiese azotado por bocazas"

"paaaaa"

"hijo" me miro con dulzura "está bien que lo quieras es tu papá también, es extraño complicado y una putada, pero es lo es"

Yo alucinaba papá había dicho putada... pero eso no era cierto.

"tú eres mi único papá" le dije dolido.

"eso no es cierto" me dijo con tristeza "por más que queramos, no es cierto"

"no, tú no lo quieres" lo acuse "ahora que estas con Antonia quieres deshacerte de mi... te odio" salí corriendo a encerrarme a mi pieza.

"Matías abre la puerta" me grito mientras abría con su llave.

"no, sale de aquí... no me voy a ir con él, me voy a quedar aquí"

Papá sonrió gigante, acaso se está riendo de mi, aunque sea patético no me iré, es mi casa, es mi papá aunque a él parezca olvidársele.

"eres malo, no me iré aunque no me quieras" a esa altura yo era un mar de lagrimas.

"mi hermoso dramaturgo" me beso la frente "eres mi hijo, tesoro de mi corazón y no te irás a ningún sitio, aunque seas viejito y arrugadito y tengas mil hijos y cien mil nietos... te quedaras conmigo porque eres mi hijo" me beso mis ojos aun húmedos de tanta lagrima derramada, "y me rio porque me hace inmensamente feliz el saber que no te iras de mi lado, eres mi hijo campeón, mi hijo"

"tuyo no de James"

"enteramente mío, pero no podemos ser egoístas, podemos compartirle un dedito" dijo tomando mi meñique como hacia cuando era pequeñito "un pedacito chiquito" dijo mordiendo mi última falange, papá nunca crecerá "James te quiere, y a él también lo engaño, él no te dejo, no sabía de ti, no lo culpes"

"pero él me pego"

"si y no lo volverá hacer, pero hijo debes reconocer que James hace un esfuerzo titánico para estar contigo, para verte aunque esa unos minutitos y es el padre de tu hermana"

"pero yo quiero un hermanito tuyo papá"

"quien sabe más adelante"

"pero yo quiero uno ahora, le diere a Antonia que quiero un hermanito"

"Matías, gordito no te apresures" me sonrió, y yo cumplí con mi tarea de picarle el bichito ahora es solo cuestión de tiempo.

"vamos James está haciendo el desayuno" me dijo con una sonrisa en la boca.

Yo sentí el olor que provenía de la cocina.

"ñami... papi cocina mejor que tú" recordé que en la audiencia había dicho que era chef "tal vez podíamos dejar que nos venga a cocinar de vez en cuando" sonreí, papá no quería pero no pudo evitar sonreír también.

Cuando llegamos James había terminado, era un verdadero banquete, había de todo... había más que de todo... una bella rubia conversando animadamente, y jugueteando con los tenedores.

"Antonia" grite echándome a sus brazos, "creí que papa lo había arruinado"

"Matías" se quejo papá

"que estabas oxidado" dije rodando los ojos

"Erick, disculpa venir sin avisar pero se me quedaron unos documentos"

"documentos" me reí "comamos esta maravilla y James puedes venir a cocinarnos cuando quieras"

"tías" sip yo sabía que tanto usarlo terminarían gastándome el nombre "James lo que Matías quiere decir..."

Lo interrumpí "Matías dijo lo que quería decir" me impuse "puedes venir a mostrar a la nena y yo te dejare cocinarme" en este momento es lo más que podía ofrecer y aceptar.

"claro" sonrió por su pequeña victoria.

Papá me miro feo pero sonrió cuando Anto le acaricio la mano, "claro documentos" me sonreí, quien diría que la aparición de la bruja malvada del cuento seria la causante de que mi familia de dos ahora fuera de cinco, le sonreí a Fernandita.

Cuando es el amor el que tiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora