Capítulo 2

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Natsu ha estado estas últimas semanas muy pensativo, y eso me preocupa, él no es de los que piensan y luego actúa, más bien es al revés, primero actúa y después, si eso, puede llegar a pensar en lo que ha hecho. No digo que sea un completo estúpido y que casi nunca piensa, él es más listo de lo que parece, pero no suele utilizar la cabeza.

Aún así, sigo sin entender lo que le pasa, lo noto extraño y necesito saber de una vez por todas lo que tanto le preocupa, por esa razón me decidí ir a su casa.

Cuando llego toco y espero unos segundos hasta que me abre su hermano mayor Zeref.

- Vienes a ver a mi hermano, ¿Me equivoco? -  me pregunta con una sonrisa.

- Si, ¿Está en casa?

- Si, pero creo que sigue durmiendo, que manera de aprovechar un sábado.

- Entonces volveré en otro momento.

- No, tranquila, pasa, ya es hora de que se despierte y si le despiertas tú seguro que no se enfadará - me dice guiñándome un ojo, algo que no entendí, pero lo dejé pasar.

Entro y me dirijo a las escaleras para subir al segundo piso. La casa de Natsu era grande y hermosa, sus padres tenían buenos trabajos y lograban conseguir bastante dinero, así que podían permitirse el lujo de tener una casa así. No obstante, debido a sus trabajos, muy pocas veces estaban en casa, dejando solos a los tres hermanos.

Cuando llego a la habitación de Natsu, toco a la puerta para ver si se había despertado y al ver que no contestaba, abro y lo veo durmiendo tranquilamente en su cama. Me acerco y lo observo mientras dormía. "Es muy guapo" Pensaba a la vez que apartaba un mechón rosado de su cara. Me quedo mirándolo unos segundos hasta que vuelvo a la realidad e intento despertarlo.

- Ey, dormilón, son las cinco de la tarde y sigues durmiendo, despierta - digo mientras lo zarandeaba.

- Mmm... -  Natsu se estira dejándome ver esos hermosos brazos desnudos y musculosos, y abre un poco sus ojos, dirigiendo su mirada desconcertada y cansada hacia mi. Después se dibuja una sonrisa de lado en su cara y me agarra de la cintura para tirarme a la cama al lado de él, dejando nuestros cuerpos muy cerca, incluido nuestros rostros. "Lo voy a matar" pienso mientras me pongo más roja que un tomate. - Buenos días, Lucy - me dijo con una sonrisa brillante, provocando que mi sonrojo aumentara, si es que era eso posible.

Seguía agarrándome de la cintura y con su rostro cerca del mío. Para él será normal, pero cuando hace eso mi corazón late demasiado deprisa, tanto que parece que se vaya a salir de su sitio. Tenía muchísimas ganas de agarrarle del cuello y darle un buen beso, pero como siempre, aguanté mis instintos.

- Dirás buenos tardes, y ¿Podrías apartarte, por favor? -  digo intentando apartarme de él, pero fue en vano, puesto que me agarró más fuerte.

- Estás muy linda cuando te sonrojas - me dice con una sonrisa. "Dios, voy acabar por descontrolarme y darle ese bese que tanto quiero si no se aparta ahora mismo de mi". - Pero voy a dejar de torturarte -  dice sonriendo a la vez que se aparta de mi y se sienta en la cama con la espalda apoyada en la pared, ahí es cuando me doy cuenta de que no tiene camiseta, solo su amada bufanda, aunque eso es muy normal en él, ya que le gusta dormir con poca ropa, y eso no me desagrada para nada, puesto que me encanta admirar esos abdominales y esa perfecta espalda que tiene. -  Y bueno, Lucy, ¿Que te trae por aquí?

- Ah, si, me había olvidado del porqué había venido -  digo con la mano en la nuca - He venido para preguntarte el porqué has estado raro estos días.

Natsu se me queda mirando unos segundos hasta que aparta los ojos para centrarlos en la pared del frente.

- Rompí con Sara hace dos semanas.

💕𝓔𝓷𝓪𝓶𝓸𝓻𝓪𝓭𝓪 𝓭𝓮 𝓶𝓲 𝓶𝓮𝓳𝓸𝓻 𝓪𝓶𝓲𝓰𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora