💕𝓔𝓷𝓪𝓶𝓸𝓻𝓪𝓭𝓪 𝓭𝓮 𝓶𝓲 𝓶𝓮𝓳𝓸𝓻 𝓪𝓶𝓲𝓰𝓸

Capítulo 8: Final

Me desperté en la cama de Natsu, quién me tenía agarrada por la cintura mientras dormía tranquilamente. Sonreí y le di un beso en los labios, pero no se despertaba, así que comencé a hacer un camino de besos hasta su cuello, donde lo lamí y besé acompañado de pequeñas mordeduras.

- Mm... Esta manera de despertar si que me gusta - lo escuché decir. 

Levanté mi rostro para verlo a los ojos y me lo encontré con los ojos abiertos y con una sonrisa.  

- Buenos días, hermosa - me dijo mientras me abrazaba más fuerte, atrayéndome más a su cuerpo desnudo.

- Buenos días, dormilón - sonreí y le di un beso en los labios, pero Natsu aprovechó y lo intensificó introduciendo su lengua, explorando cada rincón de mi boca.

- Te amo - me susurró al separarse de mi. 

- Lo sé - sonreí, - y yo te amo a ti - Natsu sonrió y me volvió a besar.

Estuvimos besándonos entre caricias unos cuantos minutos más hasta que por fin nos pusimos de acuerdo en vestirnos para bajar a desayunar. Una vez en el salón, mi novio, que por cierto suena muy bien, corrió hacia la cocina, que es donde estaban sus padres y su hermana pequeña, y dijo con mucha emoción en su voz:

- ¡Lucy y yo somos novios!

Su madre gritó de emoción mientras decía "Oh, por dios, mi sueño se hizo realidad", se acercó a mi y me abrazó con una sonrisa, seguido de su marido.

- Natsu, debes cuidarla, puesto que no encontrarás a alguien mejor que ella - dijo su padre, por lo que sonreí con un leve sonrojo en mis mejillas.

- Por supuesto, nunca la dejaría marchar - contestó Natsu mientras me abrazaba por la espalda y depositaba un beso en mi mejilla.

Wendy se me acercó y me abrazó.

- Siempre quise que fueras mi cuñada - me reí y le di un beso en la cabeza.

Pasamos la mañana desayunando y hablando los tres, aunque también me presentaron al nuevo inquilino de la casa, Happy, el cual parecía llevarse muy bien con la gata de Wendy. Al ver su color de piel me sorprendí, pero había de admitir que se veía muy lindo.

Las horas pasaron y quedamos con nuestros amigos en el parque, donde les contamos de nuestra relación, por lo que algunos gritaron de emoción, al igual que la madre de Natsu, mientras que otros nos felicitaban con una sonrisa. Yo estaba muy feliz de por fin ser algo más que amigos, ahora podía decirle cuando quisiera un "te quiero" o un "te amo" sin miedo a que me rechace. 

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El tiempo pasaba y nuestra relación crecía. Cuando terminamos la universidad, decidimos vivir juntos, aunque costó de convencer a mis padres. Meses después, quedé embarazada, algo que nos hizo feliz a ambos.

Los meses para nosotros se pasaron rápido, hasta que llegó el día que tanto estábamos esperando. Nada más romper aguas, Natsu se puso tan nervioso que casi ni se le entendía lo que decía. Lo tranquilicé con un beso y, con una sonrisa, le dije que no se preocupara, que todo saldría bien, pero que teníamos que darnos prisa. Natsu sonrió como respuesta y me llevó al coche para después dirigirse al hospital.

Una vez allí, me llevaron a una habitación y me dieron unas cuantas indicaciones. Natsu cogió con fuerza mi mano y me sonrió.

- Tranquila, estaré aquí en todo momento, no te dejaré sola - dicho esto me besó la mano.

El parto comenzó y, con cada segundo que pasaba, más fuerte agarraba la mano de Natsu, hasta que por fin escuché un llanto de bebé. 

- Enhorabuena por vuestra hija - nos dijo el médico con una sonrisa mientras le entregaba el bebé a Natsu, quién no paraba de sonreír.

- Es igual de hermosa que su madre - dijo para después acercarse a mi y darme un beso en los labios. - Gracias por estar a mi lado y darme la familia que tanto he deseado - juntó su frente con la mía.

- Gracias a ti por dejarme formarla contigo - le sonreí cansada mientras le acariciaba la mejilla con mi mano.

Me entregó a nuestra hija y la observé con alegría. Tenía el cabello rosa como su padre y los ojos marrones como los míos.

- Bienvenida a la familia, Nashi - dije con una sonrisa. Natsu sonrió y nos abrazó a ambas.

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Al pasar algunos meses, ocurrió algo que me hizo muy feliz, pero no tanto como el nacimiento de nuestra pequeña. 

Dejamos a Nashi con mi hermano y Mira, los cuales tenían un hijo de un año y unos cuantos meses, y me fui con Natsu a una cita. Éste me llevó a un lago rodeado de un hermoso prado con todo tipo de flores y se arrodilló ante mi con una caja en la mano. Al abrirla pude contemplar un hermoso anillo de plata con una pequeña joya incrustada. 

- Lucy, estos años a tu lado han sido los mejores de mi vida, poder ver esa sonrisa todos los días, esos "te amo" que tanto me gusta oírte decir, tus hermosos ojos café, tus deliciosos platos de comida que me dejan con ganas de más, tu perfecto cuerpo que siempre me pune duro - me reí al escuchar eso. - Te amo tanto que es imposible imaginarse una vida a tu lado. Por esa razón, princesa, ¿te gustaría ser mi esposa? - me dijo con una sonrisa.

- ¡Si! ¡Por supuesto que si! - me abalancé sobre él y lo abracé con todas mis fuerzas mientras las lágrimas de alegría salían de mis ojos. Me separé un poco de él y lo besé, demostrándole todo el amor que siento por él.

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Un año después de pedirme matrimonio, nos casamos. La boda se realizó en un hermoso jardín, donde vinieron todos nuestros amigos y familiares, incluida nuestra pequeña Nashi, la cual ya tenía un año y unos cuantos meses. 

Al llegar al lugar, me encontré con el amor de mi vida de pie en el altar, esperándome con una enorme sonrisa en su rostro. La música comenzó a sonar mientras caminaba hacia la persona que había cambiado tanto mi vida. Una vez a su lado, me cogió de la mano y la besó sin apartar sus ojos de los míos.

- Estás hermosa.

- Tu también.

Ambos sonreímos y nos giramos hacia la persona que haría posible nuestra unión. 

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Y pensar que al final logré casarme con mi mejor amigo, la persona de la cual siempre estuve enamorada, y no solo eso, sino formar una familia a su lado, junto con nuestra pequeña Nashi y el nuevo integrante que nacerá en unos meses. Todo es tan perfecto, sin contar las típicas discusiones de pareja, pero al menos acabamos reconciliándonos con el sexo. Nunca pensé que formaría un futuro con Natsu, pero así fue, y todo por que por fin me arme de valor y me confesé a él, a mi mejor amigo.

~ ~ ~ FIN ~ ~ ~