Capítulo 4

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NOTA: No voy a avisar cuando haya Lemmon por que a partir de ahora va a ver en casi todos (para no decir todos) los capítulos :3

Al día siguiente me desperté con los rayos de luz que se colaban por la ventana y al abrir los ojos me di cuenta de que estaba acurrucada en el pecho de Natsu, quién me abrazaba suavemente. Levanté la mirada hacia él y, por inercia, sonreí al verlo dormir tan tranquilamente, "Es tan lindo y tan tierno cuando duerme" pensé. Por instinto le acaricié la mejilla y le di un corto beso en los labios, puesto que no me podía aguantar las ganas de sentir esos suaves labios. Se despertó ante tal gesto y me miró con esos hermosos ojos jade.

- Buenos días, Lucy - dijo con una sonrisa radiante a la vez que se estiraba.

- Buenos días - le devolví la sonrisa y le di un beso en la mejilla.

- ¿En la mejilla? Yo lo quiero en los labios - dijo mientras hacía un puchero, acto que me hizo reír.

- Está bien - le di un corto beso en los labios y lo miré a los ojos, pero Natsu, al parecer, no se quedó satisfecho y me devolvió el beso, pero esta vez más largo y más intenso, al cual no dudé en corresponder.

Me abrazó más fuerte atrayéndome hacia él y yo enredé mis brazos en su cuello para lograr profundizar el beso. Pasó su lengua por mis labios pidiendo permiso para adentrarla en mi boca. Como respuesta a su petición,la abrí para que pudiera hacerlo y él, sin pensárselo dos veces, introdujo su lengua en busca de la mía, comenzando de esta manera una danza entre las dos. Al cabo de un rato tuvimos que separarnos en busca de oxígeno y nos miramos a los ojos.

- Esto es otra cosa - dijo con una gran sonrisa mientras acariciaba mi espalda. Yo sonreí en respuesta y le acaricié el cabello.

Natsu se dirigió a mi cuello, el cual estaba lleno de marcas que me hizo la noche anterior, y comenzó a lamerlo suavemente con la lengua, dejando a su paso besos y mordidas que me excitaban y me dolían al mismo tiempo.

- Ah... N-Natsu... para ah... me vas... Ah... a empeorar las marcas... - me costó decirle estas palabras a causa de los gemidos que salían de mi boca.

- Es que no puedo aguantarme... eres tan deliciosa... además de que me encanta tu olor a vainilla... - no paró en ningún momento de prestarle atención a mi cuello, sino más bien, cada vez iba más rápido y me proporcionaba unas mordidas más fuertes.

Comenzó también a prestarle atención a mi clavícula, pero, cuando empezó a descender hacia mis pechos, escuchamos la voz de su madre al otro lado de la puerta, por lo que nos sobresaltamos del susto, volviendo a la realidad. Natsu dejó de besarme para contestarle, pero sin soltarme en ningún momento. "Menos mal que él cierra la puerta con cerrojo cuando se va a dormir..." pensé.

- ¿Que pasa mamá?

- Solo venía a saber si estás con alguien, es que oigo otra voz.

- Si, es Lucy, que se ha quedado a dormir.

- ¡Oh! ¡Mi futura yerna! Buenos días, querida.

- B-buenos d-días - notaba como me ardía la cara, y Natsu no se quedaba atrás, también estaba completamente sonrojado.

- ¡M-mamá! ¡D-deja de decir tonterías y vete!

- Está bien, está bien. Bueno, pues cuando queráis podéis bajar a desayunar.

- Si, mamá... Ahora iremos - dicho esto, su madre se despidió y la escuchamos bajar las escaleras.

Natsu seguía abrazándome, pero seguía con la mirada fija en la puerta totalmente sonrojado, aunque yo también lo estaba. Al cabo de unos segundos dirigió su mirada a mis ojos color chocolate, con la cara todavía sonrojada, se veía tan lindo.

💕𝓔𝓷𝓪𝓶𝓸𝓻𝓪𝓭𝓪 𝓭𝓮 𝓶𝓲 𝓶𝓮𝓳𝓸𝓻 𝓪𝓶𝓲𝓰𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora