Capítulo 3

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Notaba como mis mejillas ardían, Natsu no decía nada, solo me miraba con los ojos muy abiertos, lo que me preocupó. "¡Estúpida! Eso te pasa por dejarte llevar por tus deseos... Espero que no se enfade o algo parecido...".

- N-Natsu... Etto... Mejor haz como si no hubieras escuchado nada, ¿Vale?... - dije con la mirada centrada en el mando, no podía mirarle a los ojos, estaba muerta de vergüenza. Pero lo que me contestó mi amigo pelirosa me dejó estupefacta.

- A-a mi me parece bien - dijo desviando la mirada, pero yo centré la mía en él.

- ¿Cómo?

- Lo que has escuchado, no tengo ningún problema en que seamos amigos con derechos - dijo sin mirarme a los ojos en ningún momento, pero le notaba un pequeño rubor en sus mejillas.

- ¿E-Estás seguro? - no podía creerme las palabras que salían de aquellos labios.

- Si... Pero.. ¿Por que esa propuesta? - esta vez si que me miró a los ojos, provocando que me sonrojara, "Mierda... ¿Ahora que le digo? " 

- Emm... pues... como tu necesitas deshacer la tensión y eso... pues... he pensado que podía ayudarte en "eso" en vez de que lo hagan otras chicas desconocidas... - sentía como me ardía la cara.

- ¿Solo por eso? ¿Y tu qué? Eres... virgen... ¿No quieres que tu primera vez sea especial?

- Natsu, por favor, sabes la mala suerte que tengo con los hombres, siempre acaban huyendo y no sé por qué. Además, prefiero perderla contigo que con un rollo de una noche, ya que solo me quedan esas dos opciones - Aunque en realidad deseaba perderla con él... no obstante, me gustaría más si mis sentimientos fueran correspondidos...

- Así que voy a ser el que tome tu virginidad... - noté como se le formaba una sonrisa pervertida en la cara. - Me gusta la idea - Ahora si que si, mi cara no podía estar más roja, no podía mirarme, ya que no tenía un espejo a mano, pero lo sabía por lo ardiente que la sentía. Esa sonrisa y ese tono de voz, junto con esas palabras... Me volvían loca, a la vez que la vergüenza se apoderaba de mi.

- ¿E-e-e-entonces e-e-es un... si? - no podía dejar de tartamudear por los nervios.

Natsu no me respondió, lo único que hizo fue dejar su mando y el mio en la mesa, para después acercarse a mi lentamente sin dejar de poner esa sonrisa pervertida que empezaba a gustarme. Se paró cuando estaba a un centímetro de mi rostro y me dijo mientras me miraba a los ojos:

- Por supuesto, preciosa. Pero debo recordarte que una vez empiece no me detendré - dijo mientras acariciaba mis labios con su pulgar. Yo estaba sorprendida y contenta al mismo tiempo.

- Por mi perfecto - le contesté con una sonrisa pervertida.

Natsu como respuesta apartó su pulgar de mis labios y se acercó más a mi hasta rozar sus labios con los míos. Eran tan suaves y deliciosos que no tardé en corresponderle. Al principio era un beso lento y tierno, pero se fue volviendo uno más apasionado y lujurioso, por lo que entrelacé su cuello con mis brazos para acercarlo más a mi, y él hizo lo mismo con mi cintura. Cuando nos separamos por falta de aire, nos miramos a los ojos unos segundos con la respiración agitada y nos volvimos a besar, pero esta vez él mordió levemente mi labio inferior, haciendo que abriera un poco la boca y suspirara. Él aprovechó la oportunidad e introdujo su lengua en mi cavidad bucal, explorando cada rincón de ella.

Natsu me agarró más fuerte para levantarme y me dejó lentamente sobre la cama, quedando él encima mía. Nos volvimos a separar por la falta de oxígeno, dejando solo un hilo de saliva entre nosotros, el cual Natsu cortó al relamerse los labios.

💕𝓔𝓷𝓪𝓶𝓸𝓻𝓪𝓭𝓪 𝓭𝓮 𝓶𝓲 𝓶𝓮𝓳𝓸𝓻 𝓪𝓶𝓲𝓰𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora