In Regards to Love: Eros

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Valentín se encontraba metido a su cama con su pijama puesta. Yuri se encontraba sentado a la orilla de la cama usando unos peluches del pequeño como apoyo.

–¿Realmente quieres esto?

–Sí

–Ya te he dicho que no es una historia agradable

–Aja–Yuri estaba seguro de que el pequeño no sabía realmente en lo que se estaba metiendo al pedirle que le contara aquella historia, ni siquiera sabía por qué iba a contarle todo su drama, bien podría inventarle una de esas historias clásicas de "nos conocimos, nos enamoramos, las cosas no salieron bien y nos fuimos por caminos separados" pero no, ahí iba de pendejo a contarle sus desgracias a un niño de once años.

Valentín le había dicho que él quería que se lo contara para saber por qué no era feliz y para que ambos se sanaran pero ¿Cómo le iba a ayudar a sanar rememorar aquella época? Sólo le quedaba ser sincero y averiguarlo junto con su pequeño ahijado.

–¿Listo?

–¡Sí!

–De acuerdo...

***

Érase una vez, en una tierra fría, ruidosa y algo deprimente llamada Rusia, vivía un joven ambicioso llamado Yuri Plisetsky. Aquel joven vivía con su abuelo y su gato Misha. Su vida era muy agradable. No tenía amigos pero sí tenía buenas notas, un abuelo amoroso, un gato de compañía y podía aguantar el frio, con eso se daba bien servido... pero, como ya sabemos, aquel joven era un idiota y ambicioso, así que en vez de ver las cosas buenas que tenía se fijó en lo único malo: su posición económica.

Tenía apenas quince años cuando un buen día se despertó de su cama casi gritando...

–Voy a obtener un gran trabajo en la industria de la moda y le compraré una mansión a mi abuelo y a mi gato–y con ese sueño iluso decidió buscar intercambios y a trabajar a medio tiempo para lograrlo.

***

–Pero sí trabajas en la industria de la moda–interrumpió el pelinegro.

–Bueno... sí, supongo que no puedo decir que aquello salió mal–volteó la cara– pero la cosa no es que haya cumplido ese sueño, sino en donde lo traté de cumplir–el niño se reacomodó en la cama y miró expectante– en fin...

***

Sin tiempo que perder, el ambicioso vándalo ruso, una vez graduado de la preparatoria (sí, ya nos saltamos hasta esa parte) se puso a tramitar para todas las mejores escuelas de moda de TODO el país, sin excepción alguna... pero claro, no cualquier escuela aceptaría a un chico de economía baja que, aun con calificaciones perfectas, tenía un historial de conducta que dejaba mucho que desear.

–Yuratchka ven a cenar, estar pegado al teléfono no hará que suene más rápido–le dijo su abuelo desde la cocina. El rubio miró al anciano no tan anciano; adoraba a ese hombre, era lo único que realmente le importaba en esa vida, pero en esos momentos podía ser capaz de gritarle si seguía insistiendo en alejarlo del teléfono mientras la llamada que cambiaría su futuro podía cambiar el rumbo de su vida. –Hice bortch

–Abuelo, juro que cenaré tu delicioso bortch en cuanto pase la hora de salida de los académicos que estén encargados de llamar a los aceptados

–Pero eso ya será hasta las 9:00 pm. No querrás volver a tener pesadillas con que naces de...

–Por favor no toquemos ese tema–y como si lo hubiese invocado, el teléfono sonó en ese momento y el rubio contestó inmediatamente– ¿Diga?... Sí soy yo...

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⏰ Última actualización: May 08, 2017 ⏰

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