Butterfly Effect ✄ BTS

FF. Yeol

- ¿Crees qué ya hayan llegado?

Hacía ya un par de horas que Neul y Yoongi habían salido a su casi luna de miel si no fuera porque iban hacia Busan.

- Supongo que sí. - apago la plancha y la dejo sobre el mueble, me inclino hacia el espejo y con mis dedos estiro las casi invisibles ondulaciones que he dejado en mi cabello recién lavado. Hoseok está sobre mi cama jugando a Piano Tiles -k-pop edition- tocando con su teléfono la canción de Sorry Sorry. Viste unos jeans negros apretados y una camisa blanca por dentro del pantalón. No se ha molestado en peinarse, pero aún así luce como si lo hubiera hecho. Sujeto la bata que me cubre y camino hacia el borde de la cama. - ¿A qué hora has dicho que venían los chicos a recogernos?

- A las nueve. - contesta con pereza y en el proceso ni siquiera se molesta en mirarme, demasiado ocupado moviendo sus dedos sobre la pantalla.

- ¿Qué tal mi maquillaje? - recostado sobre la cama y con las piernas en el borde, asiente con la cabeza respondiendo mi pregunta. - ¿Qué se supone que significa eso?

- No pareces un mapache, así que bien.

- Hoseok, ni siquiera me has mirado. - aparta un microsegundo sus ojos de la pantalla para mirarme de reojo y enseguida vuelve a clavarlos en la lamina táctil.

- Estás bien, ni sosa, ni como mi tía en la noche de navidad.

- Wow, gracias. Eso ha sido de gran ayuda. - bufo con una sonrisa cogiendo la percha de la cual cuelga mi conjunto de la noche, que consiste en un vestido negro cinco dedos más arriba de la rodilla y un hermoso escote corazón con la espalda un poco descubierta, normalito. Ni muy arreglado ni muy informal. Me encierro en el baño y comienzo a vestirme con tranquilidad.

Joong Ki, el capitán de Voleibol era el anfitrión de la fiesta y había invitado a todo el instituto -prácticamente- a su gran mansión. El chico no solo era conocido por ser el sexy capitán del equipo de Voleibol, sino también por las salvajes fiestas que hacía cada vez que tenía pretexto para hacerlo, como por ejemplo; que el equipo del colegio ganara una gran copa frente a sus rivales más peligrosos, como era en esta ocasión. Nunca había ido a alguna de sus fiestas, pero los rumores eran suficientes como para saber que esta noche iba a ser inolvidable, teniendo en cuenta que había sido invitada por el mismo convidante en persona, así que no podía faltar. Era una pena que Neul no fuera a ir, la habría acompañado si su destino hubiera sido a otro lugar lejos de Busan.

Justo cuando estaba cerrando la cremallera del ajustado vestido sonó el timbre de la casa.

- ¡¡Hoseok abre!! ¡Salgo en dos minutos! - no recibí respuesta pero escuché los pasos del chico saliendo de la habitación.

Un último vistazo al espejo y salí del baño, dando pequeños saltitos. Tenía un buen presentimiento esta noche. Me puse la chaqueta de cuero negra con flecos en los hombros que había dejado extendida en la silla y me puse mis zapatillas de Adidas blancas que tenían una ligera elevación en los talones. Sí, zapatillas porque el que se atreva a ponerme tacones antes le clavaba el tacón en un ojo.

Rocié un poco de perfume sobre mí, y repasé mi labial rosado cálido para luego salir de la habitación cerrando la puerta a mis espaldas. Entonces no tardé en escuchar las voces de los chicos en el salón.

- Estoy lista, ¿vamos? - Los tres chicos que estaban en el sillón levantaron su mirada clavándose en mi persona. Jimin se levantó de golpe haciendo que me riera, no estaba segura si su expresión era de sorpresa o miedo. Taehyung se asomó por un lado de Jimin el cual se había parado en frente de él, y si mis ojos no habían visto mal, acababa de tragar saliva.

- Por la santa cruz de mis pasos sensuales de baile, ¿qué llevas puesto Yeol? - di media vuelta para ver a Namjoon saliendo de la cocina con una botella de agua en la mano. Las fosas nasales de su nariz estaban casi tan abiertas como sus ojos los cuales estaban clavados en mis piernas. Per-ver-ti-do.