Las actividades habían comenzado con normalidad. Habían pasado ya casi dos días desde el día de 'tormenta sentimental', que así había sido como Taehyung lo había bautizado. Para la suerte de Yeol no había tenido que ver a Chanyeol y tampoco había tenido mucho tiempo para pensar en ello ya que los chicos siempre estaban encima distrayendo a las chicas. Neul por su parte en el fondo ansiaba ver secretamente a Luhan. La loca e infantil idea de encontrarse con él en el bosque había pasado varias veces por su cabeza.
Era miércoles, el sol se escondía, los búhos ululaban, los grillos grillaban y los chicos roncaban.
— En serio no puedo dormir contigo si sé que te tengo a mi lado, te quiero mucho y eso... Pero lo siento, no me gusta dormir a tu lado después del accidente de la última vez. — las dos chicas acostadas en la cama boca arriba y sin poder dormir se quejaban.
— Fue TÚ culpa. — recalcó Neul.
La primera noche que pasaron en la cabaña no pudieron dormir, pero no fue por el agobio de sus pensamientos o alguna pesadilla, sino por la agradable mascota que habitaba en su habitación. Maria la culo negro. Así habían llamado a la gorda rata, que parecía que llevaba pantalones negros. Ella se había dedicado a asustar y a asquear a las amigas. Era peligroso que durmieran allí, la rata podía contagiarles algún virus y malévola dejaba olorientos bollitos sobre las sábanas de la cama. No iban ni de broma a dormir allí. Por eso desde la primera noche cuando todos ya estaban en sus cabañas y no había rastro de tutor, las amigas iban a escondidas a la cabaña de los chicos. Rompiendo las reglas se sentían como pequeñas delincuentes.
Y habían dos razones por las que no les gustaba dormir juntas. La primera era porque las dos parecían luchar kung fu y se daban más de una patada. La segunda era porque accidentalmente un día de pleno invierno, las dos amigas congeladas durmieron juntas y sin saber como, acabaron las dos en el suelo y juntando sus labios durante dos segundos. Ahora tenían un pequeño trauma.
— Lo menos que quiero recordar ahora fue ese beso que nunca tuvo que pasar. Si voy a besar a alguien accidentalmente, prefiero que sea un chico y no una chica.
— Créeme que pienso lo mismo. Mejor me iré con Jin. — Neul se levantó de la cama y entre la oscuridad y la poca luz de la luna que entraba por la ventana se dirigió hacia las escaleras.
— ¿Por qué con Jin?
— Mmmmh, pregúntame eso por la mañana y te responderé. Ahora me iré a dormir. — Neul subió el tramo de escaleras y visualizó a Jin durmiendo. Unos leves ronquidos resonaban en la habitación, ese era Rap Monster. Rodó los ojos y con extremo cuidado de no despertar a nadie se sentó en la cama de Jin. Pinchó su dedo contra su mejilla y susurró su nombre.
— Jin.
— ¿Eh? — estaba medio dormido, pero era consciente de que Neul estaba justo a su lado. — ¿Qué ocurre?
— ¿Puedo dormir contigo?
— Aja. — Jin se movió hacia un lado de la cama y se destapó abriendo la sábana. Esperó a que Neul se metiera antes de caer profundamente dormido. Neul no pudo evitar mirarlo durante unos minutos antes, que al igual que Jin, cayera rendida en brazos de Morfeo.
Yeol bufó expulsando aire por la boca, era injusto no quería dormir sola. Pero tampoco quería dormir con Neul. Se sentó en la cama y observó la litera que tenía enfrente. Se acercó con pasos sigilosos y no le extrañó ver a Jungkook y a Taehyung abrazados, durmiendo como angelitos.
— Está bien Yeol no puedes ponerte celosa de un alienígena. — se habló a si misma mientras subía las escaleras de la litera. — Jimin, dormiré aquí, ¿vale? — sin esperar respuesta se acostó apartando un poco a Jimin.
— Mamá.
— No soy tu madre, soy Yeol.
— Mamá te quiero. — el chico rodeó con sus brazos a su "madre" y sonrió como un tonto.
— Yo también te quiero hijo. — dio pequeños golpecitos en la cabeza del chico.
Y entonces todos en la cabaña estaban dormidos.
- 다니 - 아리아
Historia de:
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Butterfly Effect ✄ BTS
FanficHaberlo sabido desde el primer momento habría bastado... "El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo." Nunca se mereció la muerte... Pero quien lo diría. "El aleteo de las alas de una maripo...