Capítulo 1

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"Yo me muero por ti"

En una pequeña habitación con paredes totalmente blancas, se oye el sonido de tacones caminando por los pasillos también de un blanco intenso, la mujer vestida con una bata verde limón caminaba muy aprisa, se la notaba algo nerviosa, al girar en una esquina quedó de frente a una puerta por la que se escuchaban gritos de enojo, furia e impotencia, nada más abrirse la puerta se puede observar como Harry Potter sí el famoso niño que vivió sujeta con fuerza a Draco Malfoy conteniéndose de golpearlo ambos se veían muy preocupados por el estado de la también famosa Hermione Granger.

– Señores no pueden estar en esta habitación, salgan por favor – dijo la enfermera, abriéndose paso entre las muchas personas que se encontraban en la habitación para poder revisar los signos vitales de Hermione. Uno a uno aunque de mala gana fueron saliendo de la habitación, Draco fue el último en salir no sin antes mirar por última vez a la persona que más quería en el mundo, la persona que lo había hecho cambiar que lo había redimido, la persona que le había enseñado el verdadero significado de "Amar", si tan sólo él pudiera cambiar las cosas y ella estuviera bien, pero ¿qué podía hacer él?, con un nudo en la garganta y un fuerte dolor en el pecho que nada tenía que ver con su salud física.

Hacía unas tres horas habían rescatado a Hermione de manos de los Mortios, estuvo secuestrada por al menos doce horas, doce horas en las que Draco fue encerrado por imprudente, y cuando lo dejan salir Hermione se encontraba en coma por las contantes sesiones de tortura que había recibido. ¿Cuándo despertaría?, nadie lo sabía.

Desde aquel momento todo cayó en picada, los Mortifagos realizaban cada vez más ataques, ya tenían posesión del Ministerio de Magia y a los nacidos Muggles y Mestizos se los buscaba por atentar a la integridad de los sangre pura, la Orden ya no existía la mayoría habían sido capturados, Tonks, Lupin, Fred y Ojo loco cayeron en batalla, cuando intentaban trasladar y poner a salvo a Harry su última esperanza, nadie sabe si lo consiguieron, desde ese momento quedo prohibido hablar sobre Harry Potter.

A pesar de los últimos acontecimientos el sol salía sobre un prado completamente verde, ajeno a todos los conflictos se mantenía en clama como si aun hubiera esperanza, sobre la húmeda hierba se podían distinguir las pisadas de un hombre vestido de negro, incluso se podría pensar que ese mismo color era el que llevaba impregnado en el fondo de su corazón, un ramo de geranios descansaba en una mano. Los pasos se detuvieron cerca a una piedra blanca en la que se podía leer claramente "Aquí descansa quien en vida fue Hermione Jeanne Granger, siempre estará en nuestros corazones, si hay amor siempre hay esperanza", el hombre deposito delicadamente el ramo sobre la tumba, unas gotas cayeron al suelo pero ningún solo ruido salió de aquel hombre, quien al escuchar unos pasos desapareció como si jamás hubiera estado allí.

– ¿hay alguien allí? – gritó el selador, pero al no recibir estubo a punto de irse, entonces un destello rosa le llegó a los ojos y así fue como encontró el ramo fresco de geranios exactamente igual al ramo de ayer, el de anteayer, el del martes, el del lunes, y sí desde que esa tal Hermione había sido enterada allí cada día sin falta un ramo de geranios aparecia sobre su tumba.

¿Quién es el que crea nuestro destino? ¿Quién es el que decide si somos felices o no? ¿Quién decide quién se va o se queda?, a él no le importa quien decidió que sería así, porque sin duda él va a cambiar todo.

– Malfoy – Draco se encontraba tumbado sobre unos matorales oculto en un bosque inospito de escocia, al escuchar su nombre se levantó y identifico a aún vivo Harry Potter.

– Potter – Respondió el rubio. Ambos sin más emprendieron camino a su base secreta, un lindo nombre para un lugar horrendo, su "base secreta" no era más que un hoyo muy bien oculto pero terriblemente cabado, allí se encontraba su arma secreta, la que habían desarrollado cuando las cosas comenzaban a ponerse feas, muchos habían muerto por esa terrible máquina, allí en medio de la oscuridad se podia observar un monticulo gigante cubierto por varias sabanas.

– Ha llegado el momento – dijo Harry comenzando a quitar algunas sábanas dejandó así al descubierto el brillo dorado de la "Máquina" – Estas seguro Malfoy?...podrías morir...–

– Harry Potter preocupandóse por mi que honor – se mofó el rubio, tal vez ambos no eran muy amigos que digamos pero no se pelaban tampoco por que sin quererlo a ambos los unía Hermione – ya es la hora –

– Buena suerte! – se despidió Harry, ahora el futuro estaba en manos de un solo hombre que con la ayuda del imposible he inefable pasado se jugaría no su vida sino la quien más le importaba, no exístian barreras para él ni para su amor.

Continuará...

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