Capítulo 2

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"Porque te amo"

La maquina que no era otra cosa que un enorme reloj dorado, Harry conjuro un hechizo que puso en marcha al gran reloj cuyas agujas giraron hacia la izquierda retrocediendo en el tiempo, Draco se encontraba en medio de aquel gran armatoste y con una última mirada se despidió del tiempo que él conocía.

Nuestra cámara nos dirige hacia el castillo de Hogwarts de antaño en el cual se vivieron innumerables aventuras y en el cual ahora se respiraba un ambiente de inmensa paz, era sábado por la mañana y los pasillos se encontraban desiertos, oh esperen escuchan esas pisadas?, ese cabello castaño indomable es inconfundible.

Hermione Granger caminaba solitariamente rumbo a la biblioteca, pero lo que ella no sabía era que en esa biblioteca fue donde todo cambio. La castaña caminaba tarareando una canción muggle, ella adoraba los sábados por la mañana ya que el silencio le ayudaba mucho a pensar, fue entonces que sintió una penetrante mirada grisácea, pero al voltear nada los pasillos seguían tan solitarios como siempre, ella siguió su camino ajena a que un muchacho rubio la seguía muy disimuladamente.

Draco Malfoy se encontraba muy ocupado, desde hace mas de 12 horas que había comenzado a buscar información en la biblioteca, pero hasta ahora no encontraba la solución a su gran dilema, agarrándose de los cabello totalmente frustrado tiro todos los libros al suelo, fue entonces que al escuchar un grito femenino se percato que no se encontraba sólo, por un momento pensó que se trataba de la señora Pince, pero al levantar la mirada se encontró con Granger, aún mas frustrado decidido a marcharse fue caminando hacia la puerta cuando...

- No pensaras dejar los libros así verdad? – fue Hermione Granger quien rompió el silencio. Pero pese a todo lo extraño de ese día para ambos Draco levanto todos los libros sin chistar y los puso en sus respectivos estantes, pero cuando él estuvo a punto de salir por la puerta una estupefacta Hermione dijo – estas bien? – y aunque ni ellos dos se lo creyeran ella sonaba algo preocupada.

Draco abrió mucho los ojos, nunca se espero esa pregunta, y menos de parte de ella, sin saber que hacer salió de la biblioteca con un escueto – no –

Aunque ellos no lo sabían en ese momento, justo ahí fue donde todo comenzó, aunque no lo sabían esas tan simples acciones marcaron su futuro.

Un hombre mayor con cabellos platinados despertó de su letargo en unos matorrales, al levantarse descubrió que se encontraba muy cerca a Hogwarts, sin que nadie notara su presencia entró en el castillo y para su sorpresa vio a una Hermione para él adolescente, entonces para su gran alivió y sufrimiento supo que el reloj gigante había funcionado, él sabía exactamente qué día y hora era, era el momento de cambiar el pasado, había vivido tan bellos momentos que siempre guardara en su corazón, pero debía hacerlo por el bien de ella, porque ella no debía terminar así, nada debía terminar así.

Con un nudo en la garganta, camino por los pasillos siguiendo a la Hermione adolescente, fue entonces que escucho un crack proviniendo de un aula cercana, sin pensarlo dos veces entró y con un suspiro vio que Peeves se encontraba allí buscando algo ruidoso con lo que desertar a todo el colegio, con su varita le proporciono una batería a la cual dotada de magia se escucho por todos los rincones de Hogwarts, Draco adulto se oculto tras la capa de invisibilidad, justo a tiempo para ver como Hermione entraba y reprendía a Peeves, sigilosamente salió cuando en uno de los pasillos se encontró con su yo joven que se veía muy perturbado, Draco adulto siguió su camino y al entrar a la biblioteca vio un montón de libros tirado por el piso, con un dolor en el pecho supo que había logrado su cometido, ese mágico momento que él aun recordaba jamás había pasado, y jamás pasaría, quizás así era mejor, si todo sería mejor ya que ella no moriría y viviría feliz con los hijos que siempre había querido.

Draco adulto noto que sus manos desaparecían poco a poco, supo que su tiempo se estaba acabando, pero para asegurarse quería hacer algo más, se sentó en la biblioteca por largo tiempo, escribió una extensa carta y luego la metió en uno de los libros de la biblioteca.

Los pies de Draco ya habían desaparecido y así poco a poco todo su cuerpo lo hizo también. La conciencia de Draco seguía despierta como si se encontrara dentro de un sueño profundo, cuando logró por fin salir de ese estado, notó que todo a su alrededor se encontraba oscuro.

- así que has vuelto – le dijo una voz que provenía de una persona encapuchada.

- si – respondió el rubio poniéndose de pie, notando que pisaba algo duro, levanto del suelo una máscara plateada y sin pensarlo más se la puso sobre el rostro y siguió a la figura encapuchada de su padre.

Continuará...

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