El Amor En Tiempos De Titanes...

Capitulo I: Reconocimiento

A pesar del hecho de solo estar en el escuadrón de reconocimiento ya era toda una aventura... Hanji Zoe, no lo sentía tanto así... Desde que entro, le enseñaron a seguir las estrictas reglas, habían muchas cosas que no le permitían hacer y por eso muchas veces se sentía aburrida. Ella sentía que algunas reglas solo eran temporales pues muchas veces te salvaban de una muerte segura, pero no permitían el avance de la investigación y el conocimiento; por eso, estas poco a poco necesitaban ser rotas pues solo así el mundo estaría avanzando y desarrollándose.

Para poder lograr sus objetivos, como cadete, no podía hacer nada, no tenia voz ni voto y eso la cabreaba mas, tenia que ascender de puesto, tenia que convertirse en líder de un escuadrón, solo así; podría cambiar algunas cosas.
Paso un tiempo como cadete, se esforzó en demasía, aprendió a luchar, y a cuidar su pellejo. Estuvo incontables veces a punto de pasar a mejor vida, pero el conocimiento que había acumulado sobre los titanes la salvo y salvo a sus compañeros.
Conoció así a Moblit, un muchacho tímido que era bastante alto y tenia los cabellos dorados. Él, era un poco curioso con ella, en realidad; se sentía atraído hacia ella, la admiraba, le gustaba su alegría, su perseverancia y su entusiasmo; pero sobre todo, su forma de ser.

Hanji encontraba en la biblioteca escribiendo algunos datos que había descubierto en una de las expediciones hacia el exterior, se encontraba muy excitada, que de rato en rato soltaba risitas alocadas y continuaba escribiendo hasta que algo la saco totalmente de su concentración.
-¡Heey chico!- dijo ella con voz alta y sonó un poco amenazante -¿que haces allí? Acaso me estas espiando? ¿acaso Erwin te envió mando a espiarme?-
Un muchacho que se encontraba escondido detrás de los estantes de los libros salio con la cara totalmente ruborizada, ella lo había descubierto, ese era su fin.Uno de sus movimientos torpes hizo que varios libros que llevaba con el cayeran provocando un ruido fuerte.

-que pasa contigo amigo... ¡esa no es forma de tratar a los libros!- Dijo la castaña ahora con un tono gracioso y soltando una carcajada; se acerco a tal desorden que el muchacho había provocado y ayudo a recoger los libros. El joven aun permanecía ruborizado y sin articular ninguna palabra, hipnotizado al verla acercarse y se agacho para levantar los libros.
-Tranquilo jajaja disculpa por haberte hecho asustar, pero siempre veo que estas por donde yo estoy... ¡QUE! no dices nada... ¿se comieron tu lengua los ratones?- ella comenzó a apilar los libros que estaban en el suelo, viendo la portada de cada uno de estos, sin dirigirle la mirada; hasta que noto que esos libros eran libros que ella ya había leído anteriormente y habían saciado alguna curiosidad que en ese tiempo tenia sobre los titanes. -vayaa así que te gusta investigar! - dijo emocionada la chica, alzo la mirada hacia él y extendiendo su mano -¡soy Hanji Zoe, mucho gusto!- los ojos de ella se llenaron de un brillo de emoción al ver que alguien en la legion de reconocimiento le interesaban las mismas cosas que a ella y le regalo una hermosa sonrisa.

Él seguía observando lo grandiosa que era ella. y al ver ella se había puesto así y que la razón era el, no pudo mantener su mirada y bajo la cabeza para esconder su rubor; alzo su mano y ella la tomo.

-s...soy Mob... Moblit Berner- titubeo.

Hanji tenia en una mano los libros que había recogido del suelo y en la otra mano estaba la mano de Moblit. Lo jalo con fuerza hacia ella, y esto hizo que él se levantara del suelo, y ella soltó su mano.

-¡ven Moblit, yo te explicare muchas cosas sobre los titanes!- le dijo emocionada acercándose al escritorio donde anteriormente se encontraba haciendosus  anotaciones y habían algunos otros libros, dejo los libros que había recogido del suelo y se sentó en su silla.

Moblit de acerco dudoso, no lo podía creer, pensó que era todo un sueño, pero no era así. Por fin la tenia cerca y ella le había hablado, todo gracias a esos libros, y no lo había descubierto, todo el interés que el mostraba era solo por ella, y se quedo mirándola y escuchando las teorías locas de ella toda la noche, observándola y admirándola, sin prestar ninguna atención a lo que ella decía ; solo a su hermosa sonrisa.