Capítulo 5.

5.7K 204 4
                                    

Caminaba en dirección a mi habitación arrastrando los pies debido al cansancio, a pesar de que hubo un inconveniente y tuvimos que adelantar la gira de promoción una semana, las presentaciones en L.A y R.U habían sido unos éxitos totales. Yo por mi parte ignoré la gripe estomacal y trabajé esos dos días (de preparación) en la coreografía lo cual dio resultado ya que había quedado magnifica.

Casualmente, tenía que alistarme para una reunión que Justin había organizado con todo el equipo de la gira para celebrar las dos presentaciones.

Y no es que yo quisiese ir pero resultaba que Holly ers muy tenaz y me advirtió que si no iba ella misma se encargaría de llevarme a rastras aunque estuviera en pijama.

Quince minutos después salí de la ducha envuelta en una toalla, y busqué en mi maleta algo decente que ponerme. A la final me decidí por un top blanco (que dejaba una parte de mi estómago al descubierto) y una falda hasta los tobillos negra.

Observé aburrida mis opciones de calzado y pensé que tal vez unos tacones sería algo muy ostentoso así que opté por unas bailarinas negras. Con pereza, hice mi cabello en una trenza la cual caía por mi hombro derecho.

Miré en el espejo mi reflejo, y solté un gruñido de frustración. Simplemente, no quería ir.

Agarré un bolso pequeño blanco en donde metí el celular, la tarjeta magnética de la habitación y algo de dinero. Alguien llamó a la puerta así que me apresuré a abrir antes de que la derrumbaran.

-Joder -exclamó Holly en cuanto abrí.

Ella llevaba un vestido corto, +demasiado corto para mi gusto), ceñido al cuerpoynazul claro, unos tacones negros que hacían juegos con el collar y los aretes, su melena rubia suelta con ondas en las puntas y maquillada moderadamente.

-Te odio -dije de mala gana.

Cerré la puerta, enganché la correa del bolso en mi hombro y nos adentramos en el ascensor.

-Sé que no lo haces. ¡Por el amor de Dios mujer! Cambia esa cara de culo y sonríe que esta noche nos divertiremos -añadió con entusiasmo.

Rodé los ojos. Al abrirse las puertas salimos de allí y caminamos a la discoteca del hotel. Al llegar unos hombres ,(que como mínimo podían medir dos metros cada uno), nos detuvieron en las puertas.

-Sus nombres -espetó el calvo bruscamente.

-Holly Thompson y Alexha Martinez -le contesté. Él ojeo una lista y asintió con la cabeza.

El otro gorila habló.

-Celulares -tendió una mano hacia nosotras.

Fruncí el ceño.

-¿Disculpe? -preguntó Holly, confundida.

-Celulares -repitió entre dientes.

Holly sacó el suyo y se lo entregó, el tipo le sacó la batería le puso una estampa con el nombre de mi amiga y le devolvió en celular. A regañadientes saqué el mío y se lo pasé para que repitiera la acción.

-¿Será que ya podemos entrar o quiere también que le entregue mi acta de nacimiento? -dije irónica y recibí mi celular sin batería.

¿Tanto drama para una simple fiesta?

-Adelante.

Bufé y nos adentramos en el establecimiento, unas cortinas negras nos dieron la bienvenida, y al abrirlas nos vimos rodeada de otro mundo.

Observé con la boca abierta el lugar: había una barra que claramente tenía todo el alcohol que pudiera existir, y algunas mujeres bailaban alrededor de unos tubos. La pista estaba que rebosaba ya que las personas bailaban alegremente al ritmo del hip hop neoyorquino.

Una belieber: una bailarina [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora