Versace on the floor « malec

XXII

All I want de Kodaline

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"¿Cómo? ¿Qué quieres decir?" Preguntó Magnus, aún más confundido de lo que ya se encontraba.

Tessa suspiró incrédula. "Magnus, sabes lo que quiero decir cuando digo que Alec tiene esquizofrenia. Y en el fondo, sabes que estoy en lo correcto. Todas las señales que ha ido dando a lo largo de todos estos meses, las similitudes con los casos de sus familiares..."

"Espera." Magnus le interrumpió y Tessa calló. "¿Sus familiares? ¿Ellos también lo son?"

Magnus se estaba empezando a poner nervioso y, sobre todo, estaba empezando a preocuparse de unas maneras extremas. ¿Cómo es que Alec no estaba internado por su salud? O, en menor medida, medicado o tratado por profesionales. Y si es que era verdad que sus familiares compartían la enfermedad con el ojiazul, ¿cómo es que no se habían responsabilizado de ello antes?

Demasiadas preguntas y escasas respuestas.

"Solo Isabelle y Robert. Pero eso no es lo importante ahora. Necesito hablar con Alexander en este mismo momento." Tessa dijo con decisión, Magnus asintió, y la guió fuera de la cocina hacia el baño, pero frunció el ceño cuando vio la puerta abierta sin luz en el interior. Tessa se asomó dentro y luego se giró con una mueca de extremada preocupación en el rostro. "Magnus... ¿Dónde está Alec?"

"Te juro que estaba aquí. Hemos tenido una conversación un poco dura para él y estaba muy mal y necesitaba su espacio... Oh, mierda. Mierda, mierda, mierda." Magnus maldijo en realización, para después empezar a recorrer el pasillo de un lado al otro a la vez que se pasaba las manos nerviosamente por su cabello.

Tessa intentaba mantener la calma, pero no lo estaba consiguiendo con Magnus así de nervioso, preocupado y frenético.

"Tenemos que encontrarle." Dijo Magnus, moviéndose cada vez más torpemente, sus manos temblando y sus dientes mordiendo con fuerza sus labios en desesperación.

"Magnus, tranquilízate." Tessa dijo con voz suave, pero Magnus pasó de ella. La mujer, notablemente más baja, intentó detenerle de caminar, pero él volvió a pasar de ella. Tessa, cansada de ello, le hizo una llave para hacerle caer al en el suelo y se situó encima de él con el tacón de sus zapatos contra el pecho de su hermano. "He dicho tranquilízate, maldita sea. Así no le vas a ayudar."

Magnus miró a su hermana con los ojos abiertos y respiró profundamente después de varios segundos de silencio para tranquilizarse. Cerró los ojos y soltó un corto pero alto grito de desesperación.

"¿Ya puedes dejar de comportarte como un maldito idiota y concentrarte?" Tessa preguntó, cansada del numerito de su hermano. Magnus asintió y Tessa le ayudó a levantarse. "Bien, ataques nerviosos en otro momento. Tenemos que concentrarnos. ¿Dónde ha podido ir?"

"No lo sé." Magnus dijo, decepcionado de no conocer a Alec lo suficiente para poder salvarle. Se llevó las manos a la cara y frotó con ellas sobre sus sienes. "No le conozco lo suficiente. Puede haber ido a cualquier parte... Espera."

"¿Tienes alguna idea?"

"Puede... Pero a lo mejor no está ahí." Magnus quiso golpear algo en ese momento. "Podría haber ido al puente donde intentó suicidarse, pero..."

"¿Pero?" Tessa insistió.

"Sé que no está allí. No lo pondría tan fácil; es Alec." Magnus suspiró, maldiciendo por tener un novio tan escéptico e inteligente. Y en esos momentos, no eran halagos los que pasaban por su cabeza. "Maldita sea, debería haber sabido que no estaba en condiciones de quedarse solo. No, debería haber sabido que estaba enfermo. Sabía que tenía problemas, pero nunca pensé de este grado de magnitud. Y esta mañana, con todo lo ocurrido..."