002 | Secretos y Mentiras

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Emma se hallaba en el escritorio, dentro de su cuarto. Tanto el hermano como el padre habían salido por comida en lo que ella leía plácidamente "Harry Potter y las reliquias de la muerte".

Y el teléfono sonó de repente y tan absorta que se encontraba en la lectura se le resbaló el libro entre las manos, al tomar el celular vió que Simón era el causante de tal desgracia y de mala gana contestó:

— Simón, ¿Que quieres?— fue lo primero que dijo mientras recogía el libro de la alfombra roja.

— Hola Simón, ¿Cómo te encuentras?, ¿amaneciste bien?, Hola Emma, me encuentro de las mil maravillas, amanecí de muy buen humor gracias por preguntar— contestó sarcásticamente a través de la línea.

—No hace falta el sarcasmo, Simón. —dijo Emma.

—Para ti, creo que, si es necesario— contestó el.

—Bien, Simón, querido Simón. ¿A que se debe, este hermoso privilegio de los dioses de escuchar, tu maravillosa y sensual voz a esta hora del día?— habló Emma con la voz cargada de todo el sarcasmo posible.

— Querida mía, le hé llamada para pedirle que me acompañe a un recital de poesía, que se llevará acabo por la tarde noche cerca de su residencia? ¿Me concederá ése gran honor?. — dijo en tono solemne.

—¿Poesía?, ¿Tu que rayos vas a hacer en un recital de poesía?— contestó Emma dejando de lado su tono sarcástico.

—Eric  va  a  dar  un  recital  de  poesía  en  Java  Jones  esta  noche —dijo  Simon  mencionando  una  cafetería  situada  en  la esquina  donde  vivía  su nemesis,  que  en  ocasiones  ofrecía  música en  vivo  por  la  noche—.  Toda  la  banda  acudirá  para  mostrarle su  respaldo.  ¿Quieres  venir?

—Claro, me apunto. Y cuando la gente le lancé tomates, yo seré la primera en hacerlo. — y estalló en carcajadas al igual que Simón al otro lado de la línea.

Eric   vivía  al  lado  de  Simón,  y  los  dos  muchachos  se conocían  de  casi  toda  la  vida.  No  eran  íntimos  del  modo  en que  Simón  y  Emma o aún más que la amistad que Simón tiene con la zanahoria andante lo  eran,  pero  habían  formado  un  grupo  de rock  al  inicio  del  segundo  año  de  secundaria,  junto  con  los amigos  de  Eric:  Matt  y  Kirk.  Ensayaban  religiosamente  todas las  semanas  en  el  garaje  de  los  padres  de  Eric.

—No sé. Si  aparecen  todos  por  aquí,  creo  que  le  dará  algo a mi hermano y padre, ya sabés cómo es con los chicos.

—Entonces  iré  solo.  Te  recogeré, luego pasamos por Clary y  así  vamos  juntos  y  nos encontramos  con  el  resto  allí.  A  tu  papá y a Teddy  no  le  importarán .  Me adoran.

Emma tuvo  que  echarse  a  reír.

—Una  señal  de  sus discutibles  buenos  gustos,  si  me  lo preguntas.

—Nadie  te  lo  ha  preguntado. Simón   colgó   en  medio  de  gritos  procedentes   de los que parecían que eran sus compañeros  de  la  banda.

♣♣♣

Emma colgó  el  teléfono  y  echó  un  vistazo  a  la  habitación.  Por todas  partes  había  pruebas  de  las  tendencias  artísticas James,  su  padre,  desde  los  muebles  de  madera  hechos  a mano,  a  las  paredes  llenas de   cuadros  cuidadosamente   enmarcados,   sitios que ha visitado ya por parte del campeonato y los que le gustaría visitar:   las   calles   sinuosas   del   centro   de   Manhattan iluminadas  con  una  luz  dorada;  escenas  de Japón  en invierno,  con  los  grises  estanques  bordeados  de  una  fina puntilla  de  hielo  blanco, Grecia, Roma, California, Alaska, España, Londres, canada. En  la  repisa  sobre  su cama  había  una  foto  enmarcada de la madre de Emma.   Una mujer muy hermosa, con su cabello negro como el ónix y unos hermosos ojos color verde esmeralda, que a sus lados tenían inicios de arrugas por reír mucho.  Había  sido  una doctora muy famosa en Londres antes de conocer al que sería el padre de su única hija y mudarse nuevamente a los estados unidos.  Emma tenía  algunos  de  sus premios en  una  cajita  junto  a  la  cama, aunque  los premios no sirvieron de mucho cuando Sharon Blackstone estrelló  su  coche  contra  un  árbol  a  las  afueras  de Manhattan  y  murió  en el cumpleaños ocho de su  hija.

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