Emma se hallaba en el escritorio, dentro de su cuarto. Tanto el hermano como el padre habían salido por comida en lo que ella leía plácidamente "Harry Potter y las reliquias de la muerte".
Y el teléfono sonó de repente y tan absorta que se encontraba en la lectura se le resbaló el libro entre las manos, al tomar el celular vió que Simón era el causante de tal desgracia y de mala gana contestó:
— Simón, ¿Que quieres?— fue lo primero que dijo mientras recogía el libro de la alfombra roja.
— Hola Simón, ¿Cómo te encuentras?, ¿amaneciste bien?, Hola Emma, me encuentro de las mil maravillas, amanecí de muy buen humor gracias por preguntar— contestó sarcásticamente a través de la línea.
—No hace falta el sarcasmo, Simón. —dijo Emma.
—Para ti, creo que, si es necesario— contestó el.
—Bien, Simón, querido Simón. ¿A que se debe, este hermoso privilegio de los dioses de escuchar, tu maravillosa y sensual voz a esta hora del día?— habló Emma con la voz cargada de todo el sarcasmo posible.
— Querida mía, le hé llamada para pedirle que me acompañe a un recital de poesía, que se llevará acabo por la tarde noche cerca de su residencia? ¿Me concederá ése gran honor?. — dijo en tono solemne.
—¿Poesía?, ¿Tu que rayos vas a hacer en un recital de poesía?— contestó Emma dejando de lado su tono sarcástico.
—Eric va a dar un recital de poesía en Java Jones esta noche —dijo Simon mencionando una cafetería situada en la esquina donde vivía su nemesis, que en ocasiones ofrecía música en vivo por la noche—. Toda la banda acudirá para mostrarle su respaldo. ¿Quieres venir?
—Claro, me apunto. Y cuando la gente le lancé tomates, yo seré la primera en hacerlo. — y estalló en carcajadas al igual que Simón al otro lado de la línea.
Eric vivía al lado de Simón, y los dos muchachos se conocían de casi toda la vida. No eran íntimos del modo en que Simón y Emma o aún más que la amistad que Simón tiene con la zanahoria andante lo eran, pero habían formado un grupo de rock al inicio del segundo año de secundaria, junto con los amigos de Eric: Matt y Kirk. Ensayaban religiosamente todas las semanas en el garaje de los padres de Eric.
—No sé. Si aparecen todos por aquí, creo que le dará algo a mi hermano y padre, ya sabés cómo es con los chicos.
—Entonces iré solo. Te recogeré, luego pasamos por Clary y así vamos juntos y nos encontramos con el resto allí. A tu papá y a Teddy no le importarán . Me adoran.
Emma tuvo que echarse a reír.
—Una señal de sus discutibles buenos gustos, si me lo preguntas.
—Nadie te lo ha preguntado. Simón colgó en medio de gritos procedentes de los que parecían que eran sus compañeros de la banda.
♣♣♣
Emma colgó el teléfono y echó un vistazo a la habitación. Por todas partes había pruebas de las tendencias artísticas James, su padre, desde los muebles de madera hechos a mano, a las paredes llenas de cuadros cuidadosamente enmarcados, sitios que ha visitado ya por parte del campeonato y los que le gustaría visitar: las calles sinuosas del centro de Manhattan iluminadas con una luz dorada; escenas de Japón en invierno, con los grises estanques bordeados de una fina puntilla de hielo blanco, Grecia, Roma, California, Alaska, España, Londres, canada. En la repisa sobre su cama había una foto enmarcada de la madre de Emma. Una mujer muy hermosa, con su cabello negro como el ónix y unos hermosos ojos color verde esmeralda, que a sus lados tenían inicios de arrugas por reír mucho. Había sido una doctora muy famosa en Londres antes de conocer al que sería el padre de su única hija y mudarse nuevamente a los estados unidos. Emma tenía algunos de sus premios en una cajita junto a la cama, aunque los premios no sirvieron de mucho cuando Sharon Blackstone estrelló su coche contra un árbol a las afueras de Manhattan y murió en el cumpleaños ocho de su hija.
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Friki
FanfictionEmma se ve envuelta en un mundo de cazadores y demonios junto a su nemesis Clary Fray y su amigo Simón Lewis. Habrá misterios que resolver sobre su familia y un futuro por el que pelear, así como detener a los parientes psicópatas de Clary junto con...