Para cuando llegaron a Java Jones, Eric ya estaba en el escenario, balanceándose de un lado a otro frente al micrófono, con los ojos bizqueando. Se había teñido las puntas de los cabellos de rosa para la ocasión. Detrás de él, Matt, con aspecto de estar como una cuba, golpeaba irregularmente un djembé.
—Esto va a ser una auténtica porquería —pronosticó Emma, y agarró a Simón y Clary de las mangas, tirando de ellos hacia la puerta—. Si salimos huyendo, todavía podemos escapar.
Él movió negativamente la cabeza con determinación.
—Soy un hombre de palabra. —Cuadró los hombros—. Traeré el café si tú nos consigues un asiento. ¿Qué quieren?
—Café solo. Negro... como mi alma.— dijo Clary.
— Yo un capuchino helado— dijo Emma.
Simón se dirigió al mostrador, mascullando por lo bajo algo respecto a que era muchísimo mejor lo que hacía él ahora que lo que había hecho nunca antes. Clary y Emma fueron en busca de asientos para los tres.
La cafetería estaba atestada para ser un lunes; la mayoría de los desgastados sofás y sillones estaban ocupados por adolescentes que disfrutaban de una noche libre entre semana. El olor a café y a cigarrillos de clavo era abrumador.
Por fin, Clary encontró un sofá desocupado en un rincón oscuro del fondo. La única otra persona en las proximidades era una muchacha rubia con una camiseta naranja sin mangas, jugando absorta con su iPod.
«Estupendo —pensó Clary—. Eric no podrá localizarnos aquí atrás después de la actuación para preguntar qué tal nos pareció su poesía.» La chica rubia se inclinó por encima del lateral de su silla y le dio un golpecito a Emma en el hombro.
—Perdona — Emma alzó la mirada sorprendida—, ¿es ése tu novio? —preguntó la muchacha.
Emma y Clary siguieron la dirección de la mirada de la chica, preparadas ya para decir: «No, no le conozco», cuando reparó en que la chica se refería a Simón, que se dirigía hacia ellas, con el rostro contraído en una expresión concentrada, mientras intentaba no dejar caer ninguno de los vasos de poliestireno.
—Uh, no —respondió Emma—, es un amigo.
La chica sonrió ampliamente.
—Es mono. ¿Tiene novia?
Clary vaciló ligeramente antes de responder.
—No.
La muchacha adoptó una expresión suspicaz.
—¿Es gay?
El regreso de Simón ahorró a las chicas tener que responder.
La chica rubia se volvió a sentar apresuradamente mientras él depositaba los vasos en la mesa y se dejaba caer en medio de ambas chicas.
—No lo soporto cuando se quedan sin tazas. Esas cosas están ardiendo. Se sopló los dedos y puso cara de pocos amigos. Clary intentó ocultar una sonrisa mientras le observaba. Sin embargo Emma sonrió ampliamente tomando su vaso y sorviendo un poco.
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Friki
FanfictionEmma se ve envuelta en un mundo de cazadores y demonios junto a su nemesis Clary Fray y su amigo Simón Lewis. Habrá misterios que resolver sobre su familia y un futuro por el que pelear, así como detener a los parientes psicópatas de Clary junto con...