Epilogo

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~ Quieto! No te muevas! ~ Grito un hombre a un halcón.
~ Por que debería de moverme? ~ Dijo aquel Halcón de ojos azules
Ambos se miraron y el Halcón, miro hacia la ventana que tenía a su lado izquierdo, trató de escapar pero no podía tenía un escudo invisible que no le permitía pasar.
~ Que quieres que haga por que me dejes ir?  ~ Dijo el Halcón
~ Hmm... Tú ayuda para curar a mi hija ~
El Halcón pensó, sus plumas blancas como la nieve curaba cualquier enfermedad
~ Que clase de enfermedad? ~
El hombre desapareció y trajo consigo un ratón, acompañado de una jeringa con un líquido verde
~ Está enfermedad ~
Después de decir eso, inyecto a aquel ratón ese líquido y minutos después.
Empezó a ponerse de color morado, aquella enfermedad causaba la muerte, solo magia podía curarlas.
~ No... no puedo... tu hija no tiene remedio ~
El Halcón miro a el hombre quien miraba al suelo, entonces una de sus manos se convirtió en un puño y golpeó la mesa. Que por accidente desactivo el escudo que cubría su jaula.
~ Haré todo lo que sea por mi hija ~
~ Eso lo comprendo joven, pero no puedo hacer nada, ni mis plumas mágicas pueden hacer algo por curar a tu pequeña hija ~
Se lamentó y salió de hay volando.

El Halcón de Plumas Blancas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora