IV

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Después de ese momento, me dijo que me quedara unos días en su pueblo, decía que no estaba tan lejos del lago, y así era no  estaba tan lejos, me sorprendió ver a esos búhos de distintos colores, a los polluelos.. entonces los dos búhos que vi al despertar se acercaron y me vieron.
~ Señor? Que hace esa ave aquí?! ~ Dijo Leo
~ Ave? Ténganle respeto aprendices el es un ave legendaria única en su especie. ~
~ Ajá! ~ Dijo riéndose Sel.
Los tres se miraban, era una incomodidad que no podía describir ese momento, entonces trate de salir de ese momento y dije
~ No sé si solo a mi... pero necesito descansar, y estos 2 aprendices deben de ser muy jóvenes y un poco distraídos ~ Dije, trataba de sonar lo más serio posibles pero dentro me estaba partiendo de risa, lo siento pero, es que era TAN GRACIOSO!!
~ Tienes razón joven Ludwig, estos dos merecen un castigo ~
No! Eso no era lo que quería decir! Carajo! Por qué todos lo mal interpretan?
~ No! Eso no quería dar a saber solo quería decir que Hmm que ellos todavía no tienes ese conocimiento ~
~ Oh! Bueno si así lo dices ~ Se dirigió a los gemelos ~ Largo, vallan a buscar que hacer productivamente ~
Esos dos me miraron con cara de que te queremos matar, no me fiaba de ellos ni una pluma.

Me enseñó todo su pueblo era hermoso! Era como la academia en la cual aprendí de joven!
~ Y esta es tu habitación ~
Entramos era enorme y en la parte de atrás había una clase de energía, la cual de ella solo me alimentaba.
~ Gracias! ~
Lo mire, entonces me acerqué y como, mientras más me alimentaba de esa energía, más poderes obtenía.
~ Afuera puedes ir a probar tus nuevos poderes. ~
~ Enserio? Bueno pues no tardaré mucho en ir ~
~ Jaja, vale, si necesitas algo puedes ir a buscarme, estaré arriba por de tu habitación por cualquier cosa ~
Asentí y se fue dejándome solo en la habitación.
Me senté y vi a la entrada, esperaba que alguien entrara, entonces me quede en un profundo sueño.

~ Hey! Señor perfecto despierta! ~
Abrí los ojos y estaban hay los 2 hermanos Leo y Sel...
~ Que?... que?... que rayos quieren?... ~
Mire las garras de Leo, tenían sangre...
~ Escucha, deja de estarte metiendo en la vida de mi hermana y la mía, aparte no te creas, ya que aquí todos no somos como tú! ~
~ Escucha, no quiero tener problemas contigo ni tú hermana ~ Dije y me levante
~ Ajá! ~ Dijo una voz por detrás, eran las águilas de Morgana.
~ Gracias Leo ~
Que?! Leo y esas águilas trabajaban juntos!
~ Que?, Leo! Por qué tienes sangre en las garras! ~
Me miro a la cara, se acercó y me apunto con sus garras llenas de sangre
~ A quien crees? ~
Oh no! Peter! Era el no...
~ Que?! Peter! ~
El me miro
~ Si, y ahora yo seré el rey de los búhos ~
No, no podía ser el, solo el hijo de Peter podría serlo.
~ Ahora joven tú servirás a Morgana ~
Dicho esto dos águilas más entraron y me atacaron, pero no me querían lastimar... me amarraron un cadena, entonces empece a ver cómo mi sangre fluía.
~ Eso, que tu sangre azul fluya y cure a Morgana de su enfermedad ~ Dijo
~ Que?, pero por qué mi sangre?! Si mis plumas son las que curan cualquier enfermedad no mi sangre ~ Eso fue muy raro, por qué mi sangre y no mis plumas
~ Morgana no tiene una enfermedad como la gripe o algo por el estilo, si no que, su magia se desvanece y encontró una forma de recuperarla, consumiendo la sangre de especies mágicas y únicas, como tú joven Ludwig ~
Cuando iba a decir algo, la puerta se abrió y entro Sel.
~ Hey, Ludwig... se que no te hable bien la primera vez y que no te respete, lo siento de parte mía y de mi hermano, quisiera que fuéramos buenos amigos... ~ No se entraba de lo que me estaban haciendo, ya que tenía la cabeza agachada.
~ Sel, qué haces aquí? ~ Su hermano la miro
Ella levantó la cabeza, su rostro quedó horrorizado al ver lo que sucedía
~ Que diablos?!!! ~ Volteo a ver a Leo
~ Leo... ~ Miro sus garras ~ Que! Por qué tienes sangre en las garras?... Leo?... ~
Las dos águilas que me sujetaban, se apartaron y me quitaron las cadenas, mire hacia un bote rojo, estaba lleno.. lleno de mi sangre.
~ Si... pero es por nuestro bien! Ese estupido de Peter no sabe manejar a este pueblo, le tuve que dar su lección ~
~ Que?! Estás loco! ~
~ Hey! Leo vienes o no? A Morgana le vendría bien un nuevo recluta ~ Dos de las águilas se quedaron mientras que el líder espero
~ No! Leo! ~
~ Leo! El tiempo se nos agota! ~
Leo empezó a observar a todos lados y después se fijó en mi.
~ Escucha, cretino ~ Se acercó a mi y me susurró ~ Cuida de mi hermana... por favor... ~
Dicho esto salió por la ventana, desde ese momento... me di cuenta de que Leo, no era más que una traicionero.

El Halcón de Plumas Blancas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora