Capitulo 1, parte 1.

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Capitulo 1: Llegada a la Colonia.

Hemos encontrado vida en el Sistema Solar Taury, que se encuentra a seis mil años luz, los hemos llamados Zorgrenianos, todos esos seres parecían únicos, unos parecían mas o menos lobos a dos patas, otros casi conejos, y algunas cosas extrañas, parecían cambiar su forma algunas veces, el emperador se ha reunido con sus hombres, han tardado varios meses en decidir una decisión, han empezado una guerra.

Archivo 2 de la biblioteca secreta imperial

Archivos de Tempestoy, Colonia Z: Importación: Suministros, Exportación: Minerales, Población: quince mil en cada colonia, Tipo de Gobierno: Democracia.

La nave que cogieron en la estación espacial de la tierra llego a la colonia en apenas unas horas, eran como esos aparatos que cruzan el aire, los llamados aviones, pero era mucho mejor viajar a la velocidad luz por el espacio que por el aire de la tierra, aunque esos aviones tenían mucho espacio y mucha mas comodidad, al final aterrizo la nave en la colonia que solo era un pequeño lugar de cien casas con una barrera para que los peligros de la zona no les hiciese nada, habían comprado una casa en el lugar, cerca de la zona de minería que era donde el y William trabajarían, al bajar de la nave y respirar el aire de este nuevo planeta con sus olores característicos, que eran el olor a metal, minerales fundidos y piel a curtir y fabricación de tintes, era asqueroso y fue entonces cuando empezó el mareo, nos sujetamos a un poste, estaba hecho de metal, aunque irradiaba calor y al fijarnos mejor vimos que era un poste de luz, miramos al cielo, era de noche, empezamos a caminar por que mañana sin duda deberíamos ir a trabajar, el camino era de hierba con postes de luz, lo único artificial que habia eran las casas y los postes, dado que todavía no habían hecho caminos, después de unos quince minutos llegamos a un sitio que parecía la plaza, tres caminos se abrían por el lugar, mas una posada en uno de los caminos donde se escuchaba música y ruido, nos acercamos a ese lugar, iba siendo hora de conocer a la gente del lugar que iba a ser su nuevo hogar, pero de entre las sombras de una callejuela de las calles principales salio una mujer corriendo y chocando contra mi, caímos los dos cuando otra mujer mas mayor Salía de la callejuela, mire a la mujer que parecía mas joven y tenia apenas quince años, mire a William como diciendo: ¿Qué a ocurrido?, el sonrió y negó con la cabeza, la mujer mayor cogió a la joven del brazo y me miro:

-Perdone a mi hija, iba a huir hacia la posada por suerte te pusiste en medio y no pudo hacer lo que tenia pensado, gracias señorito...hm, no me suena que seas de este lugar.-Dijo la señora, su voz era dulce y agradable para los oídos.

-Eh, de nada y si, soy nuevo en esta colonia, pero prefiero no hablar de ello…por cierto, ¿Sabes donde esta la casa de minería trescientos sesenta y cinco?.-Dije con voz algo cansada, estaba empezando a dormirme así que me frote los ojos con las manos.

-Anda, vivimos al lado jiji, ven, te enseñare un atajo.-Dijo la señorita que sin duda era la hija de la mujer mayor. 

-Le enseñaremos el camino a su casa y tú, jovencita, te quedas castigada  sin salir durante tres días.-Dijo la madre-. La hija, al ser pillada, se portó maduramente, no puso morritos, ni nada de nada, parecía un juego entre ambas, y la hija marchaba con ella y nosotros no dudamos en seguirlas, el callejón olía a humedad, habia poca iluminación salvo lo que salía de las casas, la callejuela se extendía durante unos diez minutos y al salir nos encontramos en una zona de excavación, habia unos pozos profundos con maquinaria de minería, aunque todo estaba parado pues no habia luz solar, y si no la había las maquinas no funcionaban, aunque las maquinas solo les hacia falta mantenimiento que es lo que hacen los mineros, o mejor dicho, lo que hacemos, mientras pensaba llegamos a la casa, ellas dijeron que esta era nuestra casa y la mujer llevo a su hija a la casa de al lado, miramos la casa, no era como la nuestra, pues esta era un poco mejor, y este trabajo de minero nos daría dinero para vivir mejor, sin dudarlo cogí a mi hermano, tire de el y le acerque a la puerta, la puerta se abrió y entramos en nuestro nuevo hogar.

Sombras de TempestoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora