Sex Up [+16]

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—¿Ah?

Toda la sangre que corría por mis venas se agolpó en mi rostro. Me sentía a punto de experimentar un golpe de calor; Komaeda me estaba pidiendo que lo besara... me miraba con sus ojos grises bien abiertos y sus labios, joder, parecía que me invitaban a probarlos.

—Comprendo que te resulte repulsivo siquiera tocarme pero... —se acercó un poco más a mí, el sonido de las olas rompiendo en la arena se vio opacado por puro ruido blanco en mi cabeza—... quisiera ser egoísta, una vez más.

Sin decirle nada lo tomé de la barbilla y junté nuestros labios antes de ponerme a pensarlo. Sus labios eran tan suaves, tan perfectos, como si estuvieran hechos a la medida para besar los míos; su obvia inexperiencia era adorable, me derretía el corazón sentir sus torpes movimientos intentando imitarme. Lo estaba besando, estaba besando a Nagito Komaeda, y estaba amando cada segundo.

Pronto ambos nos separamos, sentía un agradable cosquilleo en los labios y podría jurar que los de él se veían más rojos y apetecibles que antes, tuve que hacer uso de todo mi autocontrol para no abalanzarme y devorar de nuevo esos dos pétalos que tenía en la boca.

Una vez recuperamos nuestro aliento, nos vimos incapaces de mirarnos a los ojos por un largo rato. Ambos estábamos tan nerviosos, como si fuéramos unos chicos de instituto de nuevo.

—Uhm... —fui el primero en hablar, mi voz salió rápida y demasiado aguda para mi gusto—... feliz cumpleaños.

Su sonrisa me alivió bastante, y una vez más nos volvimos a ver a los ojos. Puedo jurar que jamás me había sentido tan nervioso antes, y eso es decir mucho.

—Hinata-kun es muy amable —ladeó la cabeza y sus rulos esponjosos se regaron con gracia en su hombro. Realmente era una obra de arte, una que no supe apreciar lo suficiente hasta ese momento—. Alguien como yo no merece esa clase de atenciones.

—No digas eso —busqué sus manos para tomarlas; tembló ligeramente ante el contacto pero después entrelazó nuestros dedos con fuerza—. Quiero que te des cuenta de lo mucho que vales... supongo que tendremos que trabajar en eso, hm.

Asintió levemente, su rostro pálido estaba adquiriendo un bonito rosado. Me aseguré de darle la sonrisa más genuina que tenía y lo besé de nuevo; esa vez fue más rápido, más inocente, nos dejó a ambos con ganas de más.

—Hinata-kun...

—Ven. —Apreté su mano derecha un poco y comencé a caminar, mi corazón retumbaba en mi cabeza con cada paso que daba, pero era extrañamente agradable.

—¿A dónde estamos yendo? —Escuché su voz entrecortada por la falta de aliento, fue ahí que me percaté de que estaba corriendo. Bajé la velocidad un poco y no le respondí hasta que, al cabo de pocos segundos, llegamos a nuestro destino.

—Sólo... —lamí mis labios que comenzaban a secarse por los nervios— quiero pasar más tiempo contigo, ¿por favor?

Su expresión facial delataba su falta de comprensión, aún así dejó que lo llevara al interior del motel.

No había tenido mucho tiempo de recorrer los alrededores, así que ambos nos sorprendimos un poco al notar que se veía mucho más viejo que en la simulación. Realmente no me importaba demasiado, así que tras una rápida inspección decidí que usaríamos una de las habitaciones menos deterioradas.

Nos senté en la cama en un sorprendente buen estado y lo volví a besar. Sus labios se habían convertido en una obsesión, cada vez que lo besaba un sentimiento cálido inundaba mi pecho.

Terminé por recorrer mis labios de los suyos a su cuello blanco, su aroma me fascinaba, y también los pequeños suspiros que dejaba escapar de su boca.

♡Absolute Hope Birthday♡ {KomaHina}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora