Capítulo 2: Confesiones

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— Genial Roscott, faltas todo el dia a clases, no das señales de vida por dos semanas y ahora como si nada nos llamas para ser tus compañeros de box. No creas que participaremos ni Kurt ni yo, aunque enserio quiero que nos expliques por qué estuviste tan ausente —.
— No me recrimines nada Mike, ni tu ni nadie, no estoy faltando a clases para hacer de las mías —.
— Espera, Sean. Tienes que entender que no puedes desaparecerte así sin dar explicaciones. Si tenías que ir a algún concierto o te quedabas en la casa de una chica que conocías el día anterior, nosotros dábamos la cara por ti. Entiende que... ¡¡¡Por Dios!!! ¿Qué es eso? —.
Ante nuestra estupefacción, varios militares estaban yendo a toda velocidad, seguido por tanques y aviones de la fuerza aérea. Mike y yo estábamos atónitos, mientras que Sean sin perder tiempo nos agarró y con su fuerza nos tiró para que lo siguieramos.
— ¿Qué haces Sean? ¿Has perdido la cordura? — replicó Mike.
No alcancé a escuchar lo que contestó Sean, porque mi mirada estaba puesta atrás, donde además de ver a los militares vi específicamente a un hombre con gabardina negra, mirándonos y hablando por celular. Al parpadear noté que éste desapareció.
Después de seguir a Sean Roscott durante media hora llegamos a una hermosa casa rodeada por un impenetrable muro. Entendimos que esa casa era la del coronel Roscott.
Sean nos hizo entrar rápido y apenas nos dio tiempo de limpiarnos los pies porque cerró la puerta con llave y activó el sistema de seguridad.
Terminado esto, nos miró a nosotros y dijo sonriendo:
— ¿Quien tiene hambre? —.
Esa pregunta me dejo consternado pero comencé a reirme, no así Mike.
— Si Sean, creo que podías prepararnos a Kurt y a mi un par de explicaciones — replicó.
— Mmm — contestó Sean — Creo que ya no quedan de esas, también debo pedirle a mi padre un par de esas —.
— ¿A que te refieres? — dije yo.
— Creo que aún queda algo de lo que comí ayer, ahora les sirvo algo — contestó Sean.
— ¿Comí? — dijo Mike —¿No querrás decir "comimos? ¿Que hay de tu padre? —.
— Saben a lo que me refiero muchachos, necesitan comer, fortalecerse. Así podrán atraer un par de chicas y perder su... —.
Antes de que terminara de decir su típico chiste, por el que Mike y yo nos reíamos pero de la vergüenza, Sean se quedó tieso. En ese instante ambos dirigimos la mirada a la ventana que daba al patio trasero y... ¡¡¡Ahí estaba!!! Un rostro observandonos.
Corrimos para acercarnos a ver quien era pero Sean nos detuvo, y él mismo cerró esa y todas las ventanas de la casa, también apagó la luz.
Nos reunió en lo que supusimos que era su cuarto, no sin cerrar la puerta, y trajo un aparato electrónico que nunca antes habíamos visto. Tenía el tamaño de un celular y sus botones tenían referencias en otro idioma. Lo reconocí como ruso. Luego de encenderlo lo apartó de nuestra vista guardandolo en un cajón.
— Muchachos — replicó Sean — Pueden preguntar lo que quieran, pero no estén seguros a que responderé a todo. La lluvia debería protegernos —.
— ¿Protegernos? — repliqué yo — ¿Protegernos de que? —.
— Creo que debimos de haber elegido a Tyler en el equipo de soccer de 1er año, Kurt — comentó Mike riéndose.
— Por favor, yo jugaba mejor que ese escuálido — replicó Sean.
— Ese escuálido te quitó a tu novia por si no lo recuerdas, oh señor Roscott —.
— Cierra la boca Kurt — contestó Sean riéndose — Me sorprende como están reaccionando —.
— ¿Te sorprende? ¿Piensas que no nos dimos cuenta de la broma que estas jugando? No es de las mejores Sean. ¿Que pasó cuando nos hiciste creer que ibas a ser padre al utilizar orina de perro y vertiendola en una prueba de embarazo? Por Dios, Mike casi se desmaya —.
Sean Roscott estaba realmente serio.
— ¿Piensas que esto es una broma, estúpido? ¿No acabas de ver lo que está pasando? ¿No viste a ese sujeto en la ventana? —.
— Por favor Sean, sabemos que tienes el poder adquisitivo para hacer que Elton John cante mientras tu tomas un baño — contestó Mike, admirador del cantante inglés.
— Ahora me arrepiento de las bromas que les hice, porque ahora que les hablo de forma seria no me creen. Pero necesito que lo hagan. Esto es algo que nadie, tenía previsto. Y necesito que confíen en mi, que sigan mis instrucciones y me hagan caso —.
— Está bien — contestó irónicamente Mike — Cuéntanos por qué actuaste de forma tan paranoica, por qué desapareciste, y por que estamos en tu casa cuando nunca estuvimos aquí antes —.
— Esta bien muchachos. Créanme que si tuviera hermanos con quien charlar no tendría que recurrir a ustedes. Pero bueno la cosa es así: Mi padre ha estado desaparecido por dos semanas, yo sólo lo he estado buscando a la vez que estoy investigando. Él no sólo es Coronel, él está entre un grupo selecto de condecorados militares de suma confianza quienes tienen acceso a información limitada. Datos omitidos de la Primera Guerra, Segunda Guerra, Guerra Fría, el ISIS, de todo. Hay un Comité secreto donde están las mayores potencias del mundo en el que sólo hay 3 representantes por país. Mi padre quedó en ese Comité y comenzó a manejar información sumamente confidencial. Eso tiene que ver con hechos que están pasando justo ahora, tiene que ver con las desapariciones y muertes de Detroit, Montpellier, y otras ciudades. Es algo que los medios de comunicación intentan tapar, y el gobierno también. Es porque necesitan tiempo, tiempo para enfrentarse a un peligro mayor —.

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