Volver a empezar

capitulo 3

Entre al baño a darme una ducha, lavar mis dientes y todo eso, comencé arreglarme hoy quería salir un rato. Al salir me vestí y maquille un poco, planche mi cabello me puse algunos accesorios y vi la hora 8:00am así que baje a desayunar

—Buenos días,- digo entrando a la cocina.
—Buenos días,-me responde la señora flor.
—Esto es muy raro, en mi país yo estaría durmiendo en este momento,- se escucha una pequeña risa saliendo de la boca de la señora flor, ella era muy bonita la verdad, lucia radiante, muy elegante con un maquillaje casi perfecto. —¿donde esta Esteban?.- preguntó al no ver a su esposo
—El sale a trabajar muy temprano,- dice mientras pone un plato con el desayuno en mi lugar y luego sale

Desayuno mientras mando algunos mensajes, reviso mis redes sociales y veo algunos vídeos, —Ya me esta dando sueño,-digo para mi. Termino de comer y me dispongo a llevar mi plato a la cocina y lavarlo y en eso entra Flor
—¿Que haces?,-dice mirandome—No te tienes que preocupar por eso, lo hubieses dejado ahí
—No quiero ser una carga, en algo la tengo que ayudar.
—Tu tranquila, mas tarde viene la muchacha que limpia y ella se encarga de todo,-me dice con su cálida sonrisa —Quiero que te prepares vamos a salir a terminar de llevar tus papeles para la universidad.-ellos me había ayudado a inscribirme antes de que llegara me aceptaron pero solo faltaban algunos papeles.
—Muchas gracias,-le digo subiendo a mi habitación

Me arreglo un poco mas, retocó mi labial y me pongo un poco de perfume.
Junto a la señora Flor salinos de su casa, el día estaba hermoso y se podía apreciar mejor lo hermoso que era el lugar donde vivía. Nos montanos en el auto y fuimos directo a la universidad

Llegamos y entregamos los papeles faltantes y camino un poco por la universidad, era hermosa y grande, yo iba a estudiar psicología así que estaba muy emocionada y faltaba algunos meses pasa comenzar

—Oye,dice la señora Flor  llamando mi atención—vamos a ir a comprar algunas cosas.
—Ok, digo ofreciendo una cálida sonrisa.

Salimos de la universidad y entramos de nuevo al auto y nos dirigimos a un supermercado, el recorrido fue corto y silencio. Al llegar al supermercado nos bajamos agarramos un carrito y entramos 

—Si quieres algo lo puedes agarrar, dice ka señora Flor sonriendo
—Gracias, le digo

Solo tomo una nutella pidiéndole permiso primero, pero vi algo, algo que me transportó a mi país, a mi niñes a toda mi vida, una harina pan, tal vez la cosa mas común para todos los venezolanos

—Señora, puedo agarrar esto? Refiriéndome  a la harina
—Claro, dice con una pequeña risa.— pero ya deja de llamarme señora, dime Flor. -yo solo le sonrio

Tardamos un rato más, aproximadamente 30 minutos luego paganos y salinos.
Llegamos a la casa eran como las 2:30pm bajamos todas las bolsas y arreglamos las cosas en la cocina. Gracias a Dios el almuerzo estaba listo porque me estaba muriendo de hambre ya que no había comido nada desde la mañana.

Mientras almorzaba hablaba con mis papas ya que en Venezuela era temprano, les estaba contado sobre la universidad y todo. Termine de comer lleve mi plato a la cocina  y subí un momento a mi cuarto , me puse una ropa mas comida ya que no iba a salir mas.

Termine de desempacar lo que faltaba, arreglar mi maquillaje mis accesorios mi ropa y mis zapatos, veo la hora y son las 5:00pm y escucho que llega el señor Esteban y bajo a saludarlo

—Como le fue? Le preguntó
—muy bien  y a ustedes, que te pareció la universidad?
—Es muy hermosa, jamás me cansare de agradecerles por ayudarme tanto
—No te preocupes, dice Flor abrazándome 

Nos quedamos conversando y se hacen las 5:45 me pongo de pie y digo:

—Hoy yo haré la cena- digo sonriendo,—Probaran las famosas Arepas
—Estupendo, dice flor riéndose  

Voy a la cocina y Flor va detrás de mi, hago la masa y las cocino, cuando están listas las relleno con mantequilla jamón y queso, muy típico de un venezolano las pongo en un plato para dirigirme a la mesa donde cada quien agarra una .

—Esto esta delicioso, dice el señor Esteban mientras come
—Si la verdad si, gracias- dice Flor .

Mientras comíamos conversábamos sobre Venezuela y la situación, en verdad era algo que me entristecía enormemente.

Terminamos de cenar y nos levantamos de la mesa  ya eran las 7:30 y el día aun estaba claro  así que pido permiso para salir —esta bien pero no te vayas tan lejos que no conoces, dice Flor.
—Tranquila, le respondió

Salgo un rato a caminar, el lugar era verdaderamente hermoso, jardines verdes muy bien cuidados, casas grandes y hermosas , niños caminando y corriendo por todos lados, pero derrepente choco con algo o mejor dicho alguien, Que pequeño es el mundo