– Yo pienso que deben tener un escondite, algo como una guarida.– dijo Dess mientras agarraba una manzana.
– ¿Donde piensas que puede estar esa guarida? – pregunté.
– El bosque puede ser una buena opción.– dijo Emi.
– ¡Hay carne especial! – dijeron Ann y Neci al unísono.
Todas giramos la cabeza en dirección a la fuente que contenía la carne. Nos abalanzamos sobre la ya anciana cocinera para que nos sirviera de lo que nosotras considerábamos un manjar.
La carne especial estaba hecha con carne de vaca, salsa picante y aji, tenía pizcas de pimienta y sal. La mayoría de los alumnos odiaba este plato y trataban de evitarlo cada vez que lo servían en la cafetería, pero nosotras no. Era nuestro plato favorito y siempre que estaba en la cafetería nos matabamos para llegar a él, además de competir para ver a quien de nosotras nos servían más.– No entiendo como pueden comer eso.– dijo Ben.
– No sabes apreciar el talento culinario de las cocineras, ese es tu problema.– le contestó Emi, guiñándole un ojo.
- En realidad, sabemos muy bien la capacidad de cocinar que tienen y por eso no comemos eso.- informó Frank.
- Pienso que exageran.- les dije.
Estábamos terminando de comer la carne cuando la campana sonó antes de que la hora del almuerzo concluyera, hecho que llamó la atención de todos los estudiantes. Por los altavoces se oyó la voz del director que informaba que había ocurrido un incidente y que todos debíamos ir al salón principal para que nos diera una noticia. Inmediatamente todos los alumnos se levantaron de su respectivas mesas y comenzaron a caminar en dirección al gran salón. Todos especulaban sobre la noticia que el director nos iba a dar al llegar al salón, algunos decían que ya era hora de su retiro y que lo anunciaría hoy, otros esperaban que lo que sea que había pasado fuera lo suficientemente grave como para que nos dieran el resto de la mañana libre y así poder volver a sus casas, por nuestra parte nos dirigíamos al gran salón callados, sin imaginar lo que el director quería informarnos.
Al llegar al salón al lado del director estaban todos los profesores y pude distinguir a uno de ellos al cual no reconocí.
– Atención alumnos, por cuestiones de salud el entrenador Coleman se ha estado ausentando estos últimos días.– comenzó el director.
– ¿En serio? No lo había notado.– Frank revoleo los ojos.
– Shh, calla.– le dije.
– Callame. – contestó.
Se acercó pensando que iba a darle un beso y puse uno de mis libros antes de que lograra conectar sus labios con los míos. Lo miré riendo.
– Los llamé a todos aquí porque tengo un aviso importante, la enfermedad del entrenador es grave lo que significa que estará ausente más tiempo, así que me envió una persona de su confianza quien será el entrenador suplente hasta que el Sr. Coleman se mejore. Les presento al Sr. Michael Grown, él será su nuevo entrenador.– todos los profesores aplaudieron.
Me resultaba conocido y cuando pregunté, Frank me comentó que trabajaba en el gimnasio de la ciudad y además era un personal trainer. Era alto y de estructura muscular prominente, era de tez morena y guapo. Sus blancos dientes resaltaban cuando sonreía, era simpático.
– En serio creo que vamos a estar bien o tal vez mejor con Grown. – dijo Alex.
– Es cierto, es bueno jugando al fútbol, además de no ser tan estricto ni amargado como Coleman. – agregó Ben.
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Sobrevivir
CasualeLas cosas no son como antes. Desde que Emily se convirtió en vampira,Samantha y Venecia han tratado de enseñarle todo. Pero ese no es el problema,el problema es que se aproximan nuevas amenazas y son peores que adolescentes envidiosas. ¿Podran estas...