Te Espero Cada Noche. (Camren)

Capítulo 21

POV LAUREN

Sinu estaba sentada en frente de mi.

-Sinu... -me miro. -Luz cómo está...?

-Alejandro se la llevo con tu padre al restaurante a cocinar con ellos y que se distraiga... Lo más importante es que ella sabe y siente que Zayn está en su corazón.

-Luz ha dicho algo de mi estos días...? -bebí un poco de café.-

-Si, ha preguntado por ti... -se me ilumino el rostro.-

-Sabe Sinu... Cuando vi a Luz por primera vez, lleno el vació que había en mi de una manera sobrehumana. Pero lo que paso con Camila después me volvió una completa gilipollas.

-Mi hija y tu tenían que hablar desde un principio. Pero cada una tenia su versión, y eso fue lo peor...

-Fue mi culpa Sinu... Creí que se había marchado y pensé que lo paso entre nosotras no significo nada para ella.

-No se si debería decirlo pero... Mi hija no te dejo de pensar ni un segundo en todo su embarazo. Siempre estuviste presente.

-Su hija me ha hecho tanto ruido dentro que no soporto más este silencio...

Me gire, y vi a Camila de pie.

Sinu y yo nos levantamos.

-Has podido descansar algo cariño? -beso su mejilla. -Quieres algo de comer? Te preparo algo?-

-No tengo mucha hambre mama...

-Tienes que alimentarte bien... -acaricie su mejilla. -Si sigues así te puede dar anemia...-

-Valeee, está bien!

Aplaudí. Camila me miro divertida.

Fuimos a la sala, y nos sentamos.

-Se que es una pregunta de mierda pero, cómo estás?

-Estoy asimilando las cosas... Estoy mejor...

-Si necesitas hablar o cualquier cosa, no dudes en pedirme ayuda.

-Gracias por estar aquí conmigo. -se acerco, y beso mi mejilla.-

Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo.

-No tienes nada que agradecer... -me acerque más a ella mientras acariciaba su mejilla. -Recuerdo cuando te acaricie por primera vez...-

-Cómo te fue a ti...?

-Me fue bien... Bueno, más o menos...

-Es complicado que tu esposa acepte tan de repente que tienes una hija... Y no precisamente con ella...

-Si, para ella es complicado. -suspire.-

-Si hay amor, todo es posible. Y ustedes están felizmente casadas. No te preocupes... -ahora fue ella quien me acaricio la mejilla.-

-Qué te parece si vamos a dar una vuelta?

-Si, me haría bien salir un rato y despejarme. Voy a cambiarme.

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