Realidades

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                     Cap. 8

Sakura.

Estoy sentada mirando sin poder concentrarme en lo que Hidan mormura, lo aleje cuando quiso besarme y ahora no puedo evitar sentir que mi mente ha sido una nube blanca que se concentra en la pelea y sin importar cuanto me concentre no puedo evitar recordar algo de esa noche. Cuando pude aclarar mi mente tuve el valor suficiente para preguntar a Hidan si habianos usado protección. Me miro de una manera que me hizo sentir ridícula pero respondio de manera afirmativa. Miro de nuevo las fotos y trató de ver más allá de lo que mis ojos me muestran, mirar con ojo de crítico.

Ahora estoy acostada mirando el techo esperando que el reloj marque las nueve de la noche y yo pueda salir a recibir la pizza que Tenten encargó para ambas. Mi mano ahora sólo tiene una gran costra y yo tengo una mente en blanco y un corazón congelado. El tiempo pasa, es viernes por la tarde y yo no he encendido mi celular y no he mencionado nada acerca de la discusión con Sasuke.

Miro a Tenten dormir y me pregunto donde paso la mitad de la noche, ella es a veces tan introvertida en sus asuntos personales. Me  siento en la cama y miro mi ropa colgada en la puerta, saldré con Hidan, lo acompañare a su estudio y sin importar cuanto intente que esto deje de sentirse mal no puedo hacerlo.

Miro mi cabello corto que llega a mi barbilla, veo mis ojos... se ven tristes aun que no puedo sentir esa tristeza con la misma fuerza que  la reflejan mis ojos, me he resignado a esto, a que las cosas entre Sasuke y yo jamás pondrán tener un arreglo, las cosas entre nosotros nacieron de manera extraña, atraídos por nuestros demonios y una relación nacida de dos personas dañadas tal vez no tiene futuro.

Miro de nuevo el teléfono en la mesita y me pregunto si tendré el valor para encenderlo y la fuerza para resistir mandarle un mesaje, lo más extraño es que apesar de que trató de no pensar en nosotros, los recuerdo me llegan con mas fuerza cada vez más.

Estamos en la cabaña, nuestros padres están cenando en aquel restaurante fino del pueblo,  a unos cuarenta  minutos de camino de aquí. La cabaña es propiedad de los padres de Sasuke y mi madre con su nuevo novio hemos sido invitadas a  pasar un fin de semana ahí
Miro mi ropa y tengo un poco de frío, estoy completamente empapada y el sólo me muestra aquella sonrisa que me ruboriza. Estábamos  caminando en aquel  inmeso patio tracero, demasiado lejos para llegar a tiempo antes de que la llovia se volviera un torrencial. Me miro y mi blusa de gasa se ha pegado a mi cuerpo y los chorros de agua corren por mis piernas desnudas, comienzo a caminar entrando en calor subo las escaleras al segundo piso, camino hasta llegar a una habitación  que tiene tres  paredes de cristal y el techo, se que el me está siguiendo así que me siento frente a la pared y miro el cielo osbcurecerse.  Se ha sentado a mi lado y miramos el cielo, no se cuanto tiempo ha pasado pero las estrellas han empezado a brillar y se ve hermoso aquel espectáculo, nuestras madres  lo llaman el mirador y creo que eso es lo correcto.

Su teléfono suena y el contesta con algunos monosílabos y niega suavemente.

—Nuetros padres  pasaran  la noche en el pueblo, es imposible subir, ahora los caminos son ríos de lodo- 

Le sonrío, tomó mi celular, hay una pequeña bocina y por bluetooh pongo música, me pongo de pie y lo miro mientras muevo mi cuerpo... somos iguales, tenemos demonios, tenemos tristezas y aun así nos  juntamos y permanecemos juntos.

Se ha puesto de pie y yo tomo su cuello, muevo suavemente mis caderas mientras trató de estar lo más cerca posible de el, me sujeta y me acerca a un mas. Lo amo, lo amo tanto que quiero que no exista espacio entre los dos, que podamos fundirnos en uno y jamás separarnos.  Quiero estar con el de todas las maneras posibles. Lo besó y se que quiero que me toque como nadie lo ha echo. Llebamos casi doce meses siendo novios y ahora quiero darle  a el mi viginidad. Nuestro beso ahora es un poco feroz y las manos de el están en mi pechos yo me sumergo en la sensación de mi cuerpo ardiendo y mi cabeza flotando.

We don't talk anymore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora