Pecado 1. Ira

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Freddy Leyva apreto el volante con fuerza cuando su Ferrari Maranello amenazo con patinar sobre la helada carretera.

El paisaje de campo y arboles estaba cubierto por una gran capa de blanquisima nieve. No habia otros coches. En un dia en que la policia habia aconsejado a la gente quedarse en casa y evitar las peligrosas condiciones de la carretera, Freddy disfrutaba de el reto de probar su habilidad al volante. Aunque poseia una legendaria coleccion de coches casi nunca tenia la oportunidad de conducirlos él mismo.

Podria no saber muy bien dónde estaba, pero eso le preocupaba poco. Seguia confiando en que, en cualquier momento, encontraria una entrada a la autopista que le permitiera regresar a Dallas, y por lo tanto, a la civilización.

Freddy no arredraba ante la dificultad alguna... Sencillamente porque las dificultades no existen para él. Llevaba una existencia tranquila y bien organizada. Cualquier problema cualquier incomodidad se evitaba con una buena inyección de dinero. Y el dinero no era obstáculo para un hombre como él.

La fortuna de los Leyva, forjada originalmente en la construccion naval, habia empezado a tener auge en la adolecencia de Freddy. Aún asi, su conservadora familia quedó estupefacta cuando decidió no seguir los pasos de su padre y su abuelo, convirtiendose en cambio en financiero. Unos años despúes, sin embargo, los murmullos de desaprobación se habian convertido en aplausos cuando Freddy, tuvo un exito meteórico.

Ahora, a menudo aconsejaba a gobiernos sobre sus inversiones. Freddy era, a la edad de veintiseis años, no sido adorado por su familia, sino un magnate de las finanzas y adicto al trabajo.

En cuestiones personales, estaba tocando el final del pozo. Sus emociones siempre habian sido ferreamente controladas por su mente ágil y disciplinada pero perdio totalmente su cuadriculado y frio cerebro cuando en su empresa de finanzas ubicada en Atenas, entró Alexia buscando a una de sus amigas que no veia hace años y el se quedó prendado ante tremenda donosura en una muchacha tan pequeña.

No fue tan facil llevarsela a la cama, pero cuando ya lo habia hecho... No estaba satisfecho. Asi que fue por más. Viajo desde Atenas hasta Dallas solo para pedirle matrimonio, en lo que pensó que se qudaria como una aventura de verano se convirtió en un serio compromiso.

La carretera a la civilización estaba ya ante sus ojos. Miro la hora en su teléfono y gruño por lo bajo al notar que ya era la hora. El abogado debería estar entrando a la oficina con el papel para firmar.
Su matrimonio se habia acabado. Alexia le habia dado el divorcio por que se habia largado con otro hombre que la habia dejado embarazada. Y podria haber soportado el divorcio, la vuelta a Atenas y demás... Pero tenia que lidiar con algo muchisimo más grave.

Su hijastra.

Que ya no era su hijastra. Alexia habia decidido que él era el mejor postor para cuidarla, eso lo escandiló como nunca nadie lo habia hecho.

Asi que hoy era el dia. Hoy iba a firmar un papel para que ______ esté legalmente casada con él y poder volver a Atenas con ella.

- Te estaba esperando - susurró ella con las manos en los bolsillos apretando las piernas por el frio.

- Sube.

Ella rodeo el coche mientras Freddy apretaba la mandibula. La inspeccionó a medidá que subia. Suspiró acelerando mientras _____ apenas se ponia el cinturón.

- Ya sabes cómo tienes que actuar - gruño él.

- Oye Freddy, sé que tomaste esa decisión pero... Puedes arrepentirte. Te puedes ir a Grecia sin mi, yo me buscaré la vida.

Ni siquiera discutió la postura de la adolecente. Todo hubiera sido más facil si fuese mayor de edad, pero para suplicio de ambos, ella solo tenia dieciséis años y cualquiera se podria imaginar en su retorcida mente que el la obligaba por capricho , asi que tendrian que verificar que era un matrimonio verdadero.

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