El Padre De Mis Hijos. [CREEK]

[02]

Los chicos ya estaban siendo de por sí acosados con el tema del yaoi, con prácticamente todas las chicas, e incluso algunos chicos queriéndolos juntos... Y ahora tienen a un bebé.

-Perfecto- susurró más para sí mismo Craig.

-Oye... n-no creas que a mí me hace mucha gracia esto.

-Lo sé... Agh... perdón, tú no tienes la culpa. Tú y yo sólo somos unos buenos amigos atrapados en las fantasías de un montón de niñas pendejas.

-Geh.. eso creo.

Al ver la sonrisa de Tweek las cosas se sintieron menos tensas.

-Bueno, ¿m-me ayudas?

-Oh, claro.

Craig tomó la mochila de Tweek y se pasó la correa por encima, mientras el ojiverde tembloroso procuraba cargar al bebé suavemente, a fin de no despertarlo. Tenían suerte de que se durmiera tan deprisa a la hora de salida.

Hecho esto, comenzaron a caminar.

⭐

-OH POR DIOS DESCENDENCIA

-¡Papá! ¡Gah, cielos!

En cuanto los vio entrar al local, el señor Richard hizo evacuar la cafetería (después de todo la clientela era de sólo unas cuatro personas) y los animó a pasar, cerrando la puerta detrás de ellos.

-¡Tienen un bebé!

No era ningún secreto que Richard Tweak era un principal shipper de la supuesta relación de su hijo con Craig.

-¡Agh! ¡Papá, basta! M-me avergüenzas... Y e-esto fue sólo una casualidad...

-No seas así con tu padre querido, después de todo se ven muy tiernos cuidando a su hijo.

-No es nuestro hijo, es sólo un proyecto...- dijo Craig, algo fastidiado.

-No seas tan malo con el bebé, Craig. Hasta se parece a ustedes... ¡ES PERFECTO!

-Ugh... B-bueno, sólo venía por mis guantes y demás cosas...

-Oh sí, claro cariño. Están atrás.- la señora Tweak le indicó con una sonrisa.

Tweek le entregó cuidadosamente el bebé a su "otro padre". Le sonrió y fue por su bolsa.

Él se quedó allí, con las miradas de sus suegros fijas, haciendo todo muy incómodo.

-¡L-listo! ¡Vámonos!

Tweek corrió, tomó de nuevo al bebé y salió junto con Craig.

-¡Cuídense cielo, y cuiden al producto de su amor!

-¡Gah, como sea!

⭐

Estaban en el gimnasio donde Tweek llevaba sus prácticas de boxeo. Ya cambiado y con su equipo, dejó al bebé para subir al cuadrilátero, no sin antes arrullarlo primero para que entrara a modo-siesta.

-No tienes que tratarlo como un bebé real, ¿sabes?

-Claro que sí. Si hago algo mal y muere será mi culpa y eso será demasiada presión. ¿Verdad bebé?

A Craig le sorprendió lo tranquilo que decía eso. Lo decía hablando bajito, mientras mecía al muñeco.

-Listo, se durmió, t-toma.

Craig recibió al niño de plástico en sus brazos y rió un poco.

-¿Qué?

-Nada... Es que... eres un excelente padre.

-Ah... G-gracias.

"Carajo, qué demonios dije, sonó raro."

-Ehh.. sí, como sea, ya ve a pelear. Y gánale a ese pendejo. Di "aah".

Craig tomó el protector bucal de Tweek, éste abrió su boca, y se lo puso. Tweek asintió en señal de agradecimiento y corrió hacia el ring.
A veces Craig se sentía su entrenador, y eso era genial de cierta forma, pues significaba ser el entrenador del peleador más hábil.
Tweek estaba un poquito pasado de peso pero era muy ágil. Al menos se veía delgado al lado de Cartman y Clyde...

Miraba atentamente cada uno de los movimientos. Normalmente acompañaba a su gran amigo a todos sus entrenamientos; le gustaba ver a Tweek tan varonil y valiente. Siempre se embobaba viéndolo pelear.

La pelea era con un chico mayor, de unos 18 o 19 años, pero Tweek lo estaba llevando bastante bien. No se libraba de algunos golpes, pero nada grave.

Tan concentrado se encontraba Craig que no se dio cuenta cuando el bebé plástico empezaba a resbalar de su agarre...

Un segundo round se iniciaba, pero cuando Tweek se preparaba a lanzar su primer puño, miró de reojo a Craig que... ¡Tenía al muñeco de cabeza, a punto de caer!

Tweek escupió la protección de su boca y gritó:

-¡Craig, NO...!

Craig se sobresaltó y cogió al bebé rápidamente; el rubio no tuvo tanta suerte y recibió un impacto que lo mandó al suelo.

-¡Carajo, Tweek!

⭐

-No debiste distraerte allá arriba...

-Tú no debiste ser distraído con mi hijo.-decía el rubio que, como podía se sobaba la mejilla, aún un poco hinchada por el golpe.

Tweek, Craig y el bebé caminaban por las calles de South Park, los dos primeros de la mano cargando al tercero. Bueno, Tweek lo hacía. No podría confiarle mucho el muñeco a Craig. Al menos no después de que Tucker atrapara a su bebé en el aire, puesto que poco faltaba para que cayera al suelo.
Al advertirle a Craig, Tweek recibió un golpe de su contrincante, terminando la práctica de forma un tanto penosa.

-Lo tenía bajo control.

-No, l-lo tenías agarrado de los pies.
Así no se sujeta a un bebé... ¿N-nunca cargaste a tu hermana?

-A ella también la solía llevar de los pies.

-...

-¿Qué?

-No me sorprende...

Risas por parte de ambos. Tweek llegaba a pensar que para algunas cosas Craig era tarado, pero en un buen sentido.

La calle estaba desierta. No había gente, no había ruido.
Era bastante relajante. Sólo Tweek, Craig y su niño. El atardecer frente a ellos.

Tweek pensó en lo divertido de la situación. Aunque ellos no aceptaran al 100% una relación, les gustaba tomarse de las manos. No era únicamente con tal de mantener feliz al pueblo, sino que también les brindaba paz y calor a ambos. Él se sentía tranquilo a su lado.

Y ahora encima tenían el proyecto del bebé. Al parecer el destino enserio los quería juntos.

Tweek pensó que podría vivir con eso.

Él quería estar con Craig.