[04]

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-Y bueno... Después de eso Craig dejó de entrar en pánico, se armó de valor y me buscó en casa. Tal vez éramos aún muy jóvenes, pero prometimos estar siempre juntos, y que cada uno sería el padre de los hijos del otro.

-Vaya... Qué... Qué bonito.

A Trey y Matt les encantaba escuchar esa historia. Sólo bastaba con pedirle a Tweek que les contaran cómo se enamoró de Craig, o cómo fue cuando pensó por primera vez en una familia.

Tweek sonreía. Esa historia parecía ya algo muy lejano al ver a su pequeño hijo Matt y a su niña mayor, Trey.
Tenían ya entre 14 y 17 años, pero para el rubio siempre serían sus bebés.

-Es una pena que papá Craig no recuerde eso...

-¡Matt, cállate!

Tweek sólo bajó la mirada. Él y su esposo aún eran jóvenes, ni siquiera pasaban los 45 años; sin embargo Craig llevaba dos semanas en el hospital a causa de una fuerte contusión en la cabeza.

El golpe le hizo perder la memoria, y ese día era el límite que el doctor les dio para su recuperación.

Si no logra recordar algo para hoy, no lo hará nunca.

Con todo eso en mente, Tweek suspiró, y le rezó a todos los dioses que conocía para que Craig volviera.

Los muchachos seguían discutiendo: a Trey le molestaba el poco tacto que Matt podía tener en ocasiones con asuntos delicados.

-Bien, es suficiente. Vamos. Es hora... Si no resulta... No se desanimen. Deben ser fuertes.

Los chicos asintieron. Tweek se levantó de la silla en la sala de espera dónde se encontraba, y sus hijos se levantaron del suelo donde se habían acomodado para escuchar esa historia que tanto les gustaba.

Se sacaron el dedo medio un tanto enojados antes de comenzar a andar, y siguieron a su padre.

-Él está ahí. Intenten hablarle pero sean suaves, cualquier información de golpe puede ponerlo en shock.

Los tres asintieron y el doctor se retiró.

Los hermanos se miraron y supieron que su "papá Tweek" debía ser el primero en pasar a esa habitación.

Él no dudó y se adentró en la blancura del cuarto. Allí estaba su esposo, viendo por una ventana, sentado en una cama sin sábanas.

-¿R-reflexionas?- preguntó el rubio.

El azabache no quitó su mirada de la ventana. -No... Más bien... Intento recordar. Siento que me falta algo.

-Debe... ser difícil...

-Lo es... De hecho ni siquiera entiendo qué carajo hago aquí. Por cierto... ¿quién eres?

A Tweek se le rompió algo en el interior. Craig se había girado para verlo de frente, pero lo veía como un extraño.

Sin querer, una lágrima bajo por su mejilla.

El ojiazul estaba allí, viéndolo fijamente, pero sin poder reconocerlo.

-Yo...

-¡JODER ESPERA!

El repentino grito de Tucker hizo que tanto Tweek como sus hijos se sobresaltaran. Craig se quedó de piedra, viendo hacia el suelo con una mirada pensativa.

Su mano fue lentamente hacia su pecho, hacia su corazón. Como si doliera, como si allí estuvieran las respuestas realmente.

Entonces miró a Tweek a los ojos y sonrió.

Le cogió de las manos y con lágrimas en los ojos al igual que el rubio, exclamó lo que sería el reinicio de su familia, de su amor:

-¡YO TE CONOZCO! ¡ERES EL PADRE DE MIS HIJOS!

¿F I N?

El Padre De Mis Hijos. [CREEK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora