fiolee:en otra dimencion

capitulo 16

Fionna y Marshall se preparaban para salir en búsqueda del Lich, Fi no estaba muy contenta con la compañía del vampiro aunque fuera de gran ayuda, en cambio Marshall estaba feliz de poder acompañar a la humana en el viaje. Tuvieron todo listo para partir muy pronto ya que Fionna quería salir lo antes posible, pero Marshall insistía en llevar más comida, en especial frutos rojos, Fionna no lo soportaba más, sólo quería salir y le insistió en que los podrían encontrar en el bosque - como mande conejita - le respondió Marshall, Fionna lo miró con deseo de matarlo, pero él solo le rio de su reacción y salió volando por la ventana, Fi lo siguió corriendo para capturar lo antes posible al Lich.

Luego de un rato de caminata decidieron que debían debía descansar, en verdad la que debía descansar era Fionna.

M: Oye conejita tengo una duda

F: Qué quieres chupasangre

M: De casualidad sabes dónde está el Lich

Fionna se quedó callada y lo miró con una expresión de inseguridad en el rostro, Marshall al ver esto se rio malvadamente, a Fi le dio mucha rabia y tristeza.

F: (con los ojos llenos de lágrimas) que tanto te importa, además puedes irte cuando quieras

M: Oye tranquila conejita no quise ofenderte

F: Que me tranquilice si lo único que haces es alterar mi mente

Fionna al darse cuenta de lo que había dicho se sonrojo mucho, se paró y fue corriendo gritándole a Marshall que no la siguiera

Éste no le hizo caso quería saber a dónde iba y si iba a estar bien, así que la siguió siendo invisible. Cuando la encontró vio que estaba golpeando unos árboles con su espada muy fuertemente mientras se lamentaba de haberlo conocido, por qué no conoció a otra persona, sólo a un muerto viviente se preguntaba, Marshall al escuchar esto entristeció mucho, no sabía él porque exactamente porque en el poco tiempo que habían estado juntos ya le tenía un gran aprecio a la conejita, encontraba que eran bastante parecidos. Decidió irse de ahí.

Al rato Fionna, ya sin enojo volvió a donde se encontraban antes de su huida para hablar con Marshall, pero en vez de encontrarlo vio una nota que decía:

Conejita:

Lamento haberte hecho sufrir tanto, esa no era la intención, sólo quería divertirme un rato con alguien .Esto me hace sentir muy mal, no sé porque pero decidí irme para dejarte en paz, si necesitas algo... sólo grita y llegaré para ayudarte.

El chupasangre, Marshall.