Starkquill

Milano.

La maravillosa nave había sido golpeada por asteroides, porque su capitán estaba más concentrado en el bonito perfil de su novio en lugar de fijarse en lo que tenía enfrente, cuando la alarma sonó ya era muy tarde para esquivar los obstáculos.

Ahora estaban varados en un planeta que afortunadamente estaba habitado y podían conseguir las piezas necesarias.

-Estoy de vacaciones y tengo que reparar tus errores
-Es tu culpa por ser tan guapo
-No trates de distraerme Quill, se que soy muy guapo, pero no es mi culpa
-Claro que si, me distraes
-Tal vez tus capacidades de vuelo son nefastas
-Stardust, podría pilotear la nave con mi pene si quisiera y sería un aterrizaje perfecto
-Bueno no lo dudo, conozco sus capacidades y es muy hábil, una lástima que piloteaste con las manos
-Ya que estamos aquí...podría pilotearte a ti un rato, ya sabes para que no te estreses
-Ya que lo pones así, aceptare la oferta Star Lord

Peter tomó a Tony, quien envolvió sus piernas alrededor de la cadera de su novio y lo llevo dentro de la nave dañada.

Su antigua nave había sido pisada por muchas, pero está sería estrenada con Tony y a Peter le fascinaba esa idea.