No puedo decirte que ignoraré por completo lo que pasó ayer, pero, sinceramente no veo cómo escribirte sobre lo que pasó, me ayudará a saber la razón por la cual ocurrió.
En fin, hoy apareciste como si no hubieses sufrido la noche anterior, no sé cómo lo haces. Eres una chica fuerte, tengo que admitirlo.
Los libros que te regalé, te encantaron. Pude ver esa sonrisa de nuevo, aquella sonrisa que me enamoró, y me sentí pleno. Quizá un adolescente de 15 años no debería hablar con propiedad de la plenitud, pero no tengo mejores palabras para describirlo.
Has vuelto a tener la mejor calificación en la prueba de biología, y la mía no ha sido muy buena a decir verdad. Me pregunto si querrías ayudarme con eso. De todas formas no podrá ser, no sé de dónde consigo mis arranques esporádicos de valor para hablarte.
Atte: Simón.
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La Chica Del Autobús
Short Story-Disculpa, ¿qué autobus debo tomar para llegar a la nueva tienda de videojuegos? -El número tres -sonrió con esa perfecta sonrisa que me dejó embobado -. Es mas, yo tomaré ese también, sígueme. No sabía que la chica del autobús cambiaría mi vid...