"te amo"

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Al día siguiente, me desperté temprano, con un nerviosismo en el estómago que hacía eco a lo que parecía una primera cita. Olvidé decirle a Jin la hora de llegada, así que me encontraba en un estado de expectación, sin saber cuándo aparecería.

Mis manos temblaban ligeramente mientras me arreglaba en mi habitación. De repente, un sonido familiar resonó en mi hogar: el timbre de la puerta. Con un latido acelerado, me apresuré a abrir la puerta.

"Jin, llegaste muy temprano" dije mientras abría la puerta

"Hola, Kook me dio esto y dijo que se lo entregara" dijo un extraño, extendiendo un sobre hacia mí.

"¿Por qué no vino él a entregármelo?" pregunté, tomando el sobre con curiosidad.

"Dijo que todo venía en la carta - su respuesta fue breve, dejando una sensación de intriga en el aire.

"Está bien, gracias por traerlo" respondí, sintiendo que había un tono de inquietud en mis palabras.

"De nada, hasta luego" se despidió, retirándose mientras yo cerraba la puerta.

Abrí el sobre con una mezcla de emoción y ansiedad, encontrando una carta en su interior. Mis ojos escanearon las palabras impresas en el papel mientras mi corazón latía con fuerza.

Hola. Te preguntas por qué no soy yo quien entrega esta carta. Bueno, las vacaciones de verano comenzaron, así que decidí irme de vacaciones con algunos amigos. Más que nada, lo hice para alejarme de ti. Creo que, si vas a escoger a Jin, tengo que olvidarte. Yo debo seguir con mi vida. Espero que algún día volvamos a vernos y que yo te haya olvidado. Sé que será difícil, pero no imposible. Espero que tengas razón y que encuentre a alguien que me ame. No te preocupes por mí, mis padres saben dónde estoy... ___, te quiero mucho. Adiós.

Un par de lágrimas escaparon de mis ojos mientras leía esas palabras. Si bien había sido yo quien había impulsado esta decisión, dolía saber cuánto había tenido que luchar Kook en su interior para llegar a ella.

Después de un rato, el timbre sonó nuevamente. Ya había preparado la comida, así que fui a abrir la puerta, esperando encontrarme con Jin esta vez.

"Hola" saludé con una sonrisa, tratando de ocultar la turbulencia emocional que había sentido minutos atrás.

"Hola, ¿cómo estás?" su voz sonaba cálida y ligeramente impaciente.

"¿Bien, y tú?" mi voz sonó un poco nerviosa, y traté de desviar su atención.

"Qué bien. ¿Qué hizo que me llamaras?" su pregunta fue directa, reflejando su curiosidad.

"A que descortés soy. Pasa, pasa" respondí, invitándolo a entrar mientras evitaba responder su interrogante de manera directa.

"Oh, claro" asintió, entrando y mirando a su alrededor.

"¿Tienes hambre? Preparé espagueti con albóndigas" traté de retomar una conversación más ligera, sintiendo que nuestras palabras estaban cargadas de tensión.

"Sí, tengo hambre" respondió, con una sonrisa que disipó momentáneamente la tensión en el aire.

"Bien, siéntate" indiqué, guiándolo hacia la mesa que había preparado.

Mientras comíamos, el sonido de los platos y los tenedores chocando llenó el espacio entre nosotros. El silencio parecía un reflejo de la turbulencia emocional que ambos estábamos experimentando.

Finalmente, Jin rompió el silencio, su voz llenando la habitación.

"Entonces, ¿qué te animó a llamarme?" su mirada estaba fija en mí, buscando respuestas.

"Yo... tuve una conversación con Kook... y entendí algunas cosas. Por eso te cité hoy" mi voz sonaba suave, pero mi corazón latía con fuerza.

"Bien, aquí me tienes" su respuesta fue rápida, como si hubiera estado esperando esta conversación.

"La verdad, estoy un poco nerviosa. No sé cómo decirlo" admití, sintiendo un nudo en la garganta.

"¿Acaso tú... vas a terminar nuestra relación?" su pregunta resonó en el aire, cargada de preocupación.

"¡No!" exclamé rápidamente, queriendo despejar cualquier malentendido.

"Entonces, ¿qué es?" su voz sonó impaciente, esperando una respuesta clara.

"Bueno... como te dije, hablé con Kook y me di cuenta de que jamás podría quererlo. También me di cuenta de que, aunque haya sido la peor persona del mundo conmigo y aunque me hayas engañado con esa chica, yo jamás podré vivir sin ti. Porque te has convertido en mi mundo, en mi todo. Me di cuenta de que no puedo dejar de... amarte" las palabras salieron en un susurro, acompañadas de lágrimas que amenazaban con caer.

Jin me miró, su expresión se suavizó en silencio mientras dejaba que mis palabras penetraran en su ser. De repente, se levantó de la mesa y me tomó del brazo, haciéndome ponerme de pie. Me arrinconó suavemente contra el refrigerador y su rostro se acercó al mío.

Mi aliento se detuvo cuando sus labios se posaron suavemente sobre los míos, y por un instante, el tiempo pareció detenerse. El beso fue tierno, lleno de la complicidad y el deseo que habían estado latentes entre nosotros.

"Pequeña tonta, yo jamás te engañé. Ella me besó, y si no me crees, podríamos ver las cámaras de seguridad de mi oficina. También lamento haberte tratado tan mal cuando nos conocimos, pero... yo jamás me había enamorado de alguien. Y yo... bebé, te amo" sus palabras eran una confesión sincera, cargada de emoción.

El peso de la incertidumbre que había estado en el aire finalmente se disipó. Mi corazón latía con fuerza mientras lo miraba a los ojos, sintiendo que todo estaba en su lugar en ese momento.

"Yo también te amo, Jin" mis palabras fueron una afirmación clara, un compromiso con el amor que compartíamos.

El tiempo, las pruebas y las dudas se desvanecieron en ese instante, y nos quedamos abrazados, compartiendo un momento de reencuentro y comprensión. El futuro seguía siendo incierto, pero sabía que habíamos encontrado un camino juntos, uno en el que el amor y la verdad habían prevalecido.




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