siempre lo preferiras a el

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Desperté por los suaves rayos del sol que se colaban a través de la ventana, iluminando la habitación con una calidez dorada. Aunque estaba confundida por el sueño que había tenido, me encontré sonriendo levemente. ¿Por qué había soñado de esa manera con Kook? ¿Sería posible que mis sentimientos hacia él estuvieran empezando a cambiar, más de lo que yo misma había imaginado?

Los pensamientos se agolparon en mi mente mientras me levantaba de la cama con una bata cómoda, lista para enfrentar el día. No pasó mucho tiempo antes de que el sonido del timbre resonara por mi departamento, interrumpiendo mi ensoñación matutina. Caminé hacia la puerta y la abrí, encontrándome con Jin parado allí.

"¿Qué haces aquí?" mi voz llevaba un tono de sorpresa mientras lo miraba.

"Bueno, quería platicar contigo" su voz era tranquila, aunque había un matiz de expectación en sus palabras.

"¿Por qué tan temprano?... ¿No podías esperar?" pregunté, sintiendo que su presencia en la puerta era un tanto inusual.

"Bueno, supuse que ese chico estaría aquí y pensé que, por las mañanas, probablemente va a la escuela" explicó, con una nota de lógica en su tono.

"Sí, va a la escuela, pero, aun así, es demasiado temprano" respondí.

"Bueno, ¿me dejas pasar? Muero de frío aquí afuera" hizo un gesto de fingida aflicción, provocando una sonrisa en mis labios.

"Está bien, pasa" cedí, cerrando la puerta tras de él.

"Wow... en verdad acabas de levantarte" su observación me hizo reír ligeramente.

"Sí, sabes, estar embarazada es cansado. Es como si cargara un gran saco de harina" compartí, esbozando una expresión cómica.

"Pero es un hermoso saco, ¿no?" su sonrisa era genuina, y mis mejillas se tornaron ligeramente rosadas.

"Sí, en verdad lo es" respondí, sintiendo una sensación cálida en mi pecho.

"Te ves hermosa" sus palabras me tomaron por sorpresa, y mi respuesta fue instantánea.

"Por Dios, peso como 10 kilos más" mi tono era juguetón, aunque en el fondo apreciaba su halago.

"Pero sigues siendo hermosa" insistió, y un ligero rubor coloreó mis mejillas.

"Bueno, ¿de qué querías hablar?" cambié de tema, sintiendo una tensión en el aire.

"Porque no me dices la verdad" su mirada era penetrante, y me sentí atrapada por su escrutinio.

"¿De qué hablas?" traté de parecer inocente, aunque sabía perfectamente a qué se refería.

"Sólo dime que el bebé es mío y volveremos a nuestra casa en Seúl" su voz era suave pero firme. "Sé que el bebé es mío. Eres demasiado correcta para salir con un chico menor que tú."

"Tú no me conoces tan bien" mi respuesta fue apresurada, y mi nerviosismo se hacía evidente.

"Te conozco muy bien. Tanto que sé que te pongo nerviosa cuando me acerco demasiado a ti" su tono insinuante me hizo sentir incómoda.

"Claro que no" respondí, tratando de mantener mi distancia. "Será mejor que te vayas. Supongo que tienes cosas que hacer."

"Pues, en realidad, no. No estoy trabajando por ahora" su respuesta me sorprendió.

"¿Y cómo te estás sosteniendo?" mi curiosidad era genuina, a pesar de nuestra situación.

"Ay, amor... recuerda que soy el dueño de la empresa" su tono era tranquilo, como si todo estuviera bajo control.

Bridal shop- BTS jin y tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora