Nos ha ido bien en la vida. Vivimos cómodamente en una casa amplia. Mi hermano y yo estudiamos y mi madre se encarga de la casa. Mi padre es el que trabaja. Lo ha hecho toda su vida y siempre por sistema de turnos. Estamos acostumbrados a verlo cada cierto tiempo: a veces más y a veces menos. Últimamente su trabajo se ha vuelto más regular y lleva varios años con el turno de 20x10.
La relación con mi padre nunca fue muy cercana. Al crecer me di cuenta que el vínculo padre/hijo se le daba mejor con mi hermano que conmigo. Quién sabe porque algunos padres descuidan a algunos de sus hijos, pero así fui creciendo y no creía que las cosas fueran a cambiar.
En mi adolescencia descubrí y acepté mi homosexualidad.
Con el apoyo de una tía y algunos amigos todo lo relacionado con ese tema ha sido de lo más llevadero.
Me considero un chico super varonil. De esos a los que no se les nota nada y así es como me gusta ser. Ir tranquilo por la vida sin llamar la atención de nadie.
No se si mi madre lo sepa. Supongo que si, pero no hemos tocado el tema ni lo pienso hacer. Ella vive entre sus actividades, la casa y sus amigas así que realmente no me vale contárselo.
Puede que mi hermano lo sepa, aunque tampoco tengo la certeza. Me ha sorprendido mirándole el paquete y siempre viene y me hace cosquillas y comienza a tocarme. Me gusta que lo haga pero siempre logro desviarlo del asunto.
Entre mis amigos, los más cercanos lo saben. Porque no es algo que vaya gritando al viento pero en un momento sentí que necesitaba con quien conversar del tema. Y de cuando en cuando logramos tener charlas profundas a cerca de como son las cosas actualmente.
Hace poco cumplí 20 y estoy en 3º de universidad.
Lo que relataré comienza a ocurrir justo después de cumplir los 18, en aquellos 10 días que mi padre volvía a casa.
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20x10
Short StoryCada veinte días le pertenezco. Una parte de mi no sabe por cuanto tiempo más. La otra, desea que no acabe nunca.