Capítulo 11

231 24 1
                                    

Narrador omnisciente.

— ¿Quién le ha quitado el collar? — habló, su voz era lúgubre y sonaba como si estuviera hablando por una radio con estática.

— Al parecer, Helen. — respondió Masky a su jefe, mientras los otros callaban.

El Operador - como ellos le llamaban - sacó aquellas cosas negras parecidas a unos tentáculos de su espalda de forma amenazante, sin embargo, enseguida volvieron a algún lugar de su cuerpo.

— Saben lo que podría pasar si ella recuerda todo... Zalgo iría por ella. — les reprendió, mientras la estática comenzaba a resonar con fuerza en los oídos de los proxy's.

— Iremos por ella, la encontraremos. — se apresuró a decir Hoddie.

— No... Toby irá solamente. — ordenó, señalando al mencionado.

El dolor de cabeza que comenzaba a formarse en los proxy's se detuvo y éstos miraron al Operador.

— ¿Q-qué? — le atacó un tic al castaño, mientras hablaba.

— Ya me has oído. (Tn) confía en ti, por lo tanto, será más fácil que la saques de ahí sin hacer un desastre.

Operador, no creo que... — comenzó a decir Hoddie, pero, antes de que terminara, el Operador se había desvanecido.

(Tn)

Traté de esquivarlo, agachándome para pasar debajo de él, la cosa más estúpida que se me pudo haber ocurrido, ya que logró tomarme de la cintura y tirarme al suelo.

— ¿Por qué mierda la soltaste, Nina? — le gritó Helen a la chica de la sonrisa, cuyo nombre ahora ya sabía; Nina.

Antes de que Nina pudiera contestar, traté de golpear a Helen con la palma de la mano, pues no había sujetado lo suficientemente fuerte, sin embargo, logró esquivarlo y tomarme con más fuerza, lastimándome.

— ¡Suéltame, maldito bastado! — le grité, removiéndome debajo de él, con la intención de escapar y mis razones ya no se limitaban a la desesperación de querer escapar, ahora era el hecho de que él estaba tocándome.

Detestaba que los hombres me tocaran, sobre todo, detestaba que ese bastado tuviera el descaro de hacerlo. Lo odiaba y no porque hubiera matado a mis padres; se lo podría haber agradecido de no haber estado en esa situación, sin embargo, había hecho algo que probablemente él no recuerde, pero yo nunca lo olvidaría.

— Pensé que sería divertido jugar con ella, pero la hija de perra no es tan estúpida como pensaba. — pude haberme ofendido, sin embargo, en lugar de éso, aproveché que Helen había centrado su atención a Nina y volví a intentar golpearlo, lo cual logré.

Fue una malísima idea, pues Helen me devolvió el golpe con más fuerza, enfurecido.

— Ya me hartaste. — me tomó del brazo sin hacer tanto esfuerzo y me levantó, luego rodeó mis propios brazos al rededor de mi cintura, tomándome por ésta misma. — Nina, vete de aquí, yo la cuidaré. — le ordenó y ésta obedeció, mientras me sonreía con arrogancia y malicia, aquello me indicaba que, probablemente, me iría mal.

Patalee, tratando de liberarme, como una niña pequeña, mientras Helen me llevaba de vuelta a la habitación que no estaba lejos. Cuando llegamos, me obligó a sentarme en la silla, pero yo seguí forcejeando y moviéndome para que me soltara.

— Mira, princesita, si no quieres que te vaya tan mal, deja de comportarte así. — me advirtió, susurrando en mi oído.

Y, como pudo, me amarró de nuevo a la silla... Por supuesto, el maldito era mucho más fuerte que yo.

Tomó una silla de la habitación - pues habían aproximadamente cinco - y se sentó frente a mí, mirándome fijamente. Estaba segura de que planeaba hacerme algo, aunque no fue así, sólo me observó, apretando la mandíbula, claramente enfurecido. Quizá sentía impotencia, pues no podía hacerme nada, a pesar de que me había golpeado.

— Bastardo. — mascullé.

— Me han llamado cosas peores.

— Maldito asesino. — Helen asintió, como si yo le hubiera dado un ejemplo, pero no.

Estuve a punto de volverlo a insultar, pero preferí callarme.

— ¿Por qué estoy aquí? — pregunté, después de un largo silencio con él aún mirándome.

— Eres parte de una guerra. Al parecer, eres un elemento importante, sin embargo, no entiendo el por qué, pues eres una simple humana sin nada especial. — me soltó de golpe, demasiado rápido como para que yo pudiera analizar cada palabra que él decía o como para que yo pudiera comprender.

Ladeé la cabeza, un tanto aturdida.

— ¿Dónde está Toby? — volví a preguntar y el chico me miró con el ceño fruncido.

Sí, sabía que ellos dos definitivamente no se llevaban bien, debido a lo que había pasado antes de que cayera inconsciente, pero de alguna forma, creía que él podría decirme dónde estaba.

— ¿Toby? ¿Para qué quieres saber eso? — lo miré, pero no le respondí y entonces él pareció comprender, lo que le hizo soltar una carcajada irónica. — No sé qué ideas te habrá metido, pero él y yo te queremos para los mismos fines, aunque créeme, él sabe mucho más que yo y cuando te tengan el tiempo suficiente como para perdernos, te entregará a esa cosa, a lo que llaman Operador, sin remordimientos y te utilizarán para ganar la guerra.

Lo miré, incrédula... ¿Él estaba diciéndome la verdad? ¿De verdad Toby sólo me utilizaba? ¿Todo fue una mentira?

Estaba tan confundida.

‹                                                                      ›

Este Helen tan sincero. xdd
Al menos más sincero que Toby, ahke

Wno, actualicé más pronto de lo esperado, gracias a que, después de leer un libro, me llegó la inspiración super shido (? y, también, gracias a una lectora nueva que me recordó que debía seguir.

Angel『 Creepypastas y Tn』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora