Los lunes para la mayoría de las personas significaba volver al infierno después tres días de estar en el paraíso. Pero para nuestro frentón favorito, era lo contrario. El fin de semana estudió todo lo que no había estudiado en el año, sólo para llamar (aún más) la atención de Dallon. Pero, en lugar de tener una cara de culo con ojeras hasta los pies, entró a la escuela sonriendo y más fresco que la verdura en los martes de frescura de Walmart.
—Brendon, ¿te volviste a fumar la marihuana de tu hermano? Recuerda que él la toma porque tiene ataques de pánico, no porque le guste.—
—No, Ryan, sólo desperté feliz hoy. Es hermoso lo que puede pasar en tan sólo media hora.—
—Aww, ¿lo dices por las canciones que te escribí y canté el viernes? — dijo Ryan con una sonrisa y los ojos brillantes.
Brendon estaba a punto de preguntarle de qué hablaba, pero recordó que aquel mismo día su "novio" le cantó canciones de las cuales no recuerda porque estaba más ocupado en cómo sentarse y acomodarse sin que le doliera tanto el culo.
—¡Claro que sí, Ry! Me encantaron, gracias por escribirlas para mí.—
Antes de que el castaño contestara, la campana sonó, y Brendon salió corriendo, pues ya había dado inicio su nueva clase favorita: química.Toda la clase, Dallon no le quitó la vista de encima a Brendon, quien en toda la clase no paró de hablar del tema. Siempre le encantó como se veía en aquel pantalón de vestir negro que usaba para el uniforme, le amoldaba el perfecto y redondo trasero que tenía, aquel que días atrás, había sido el primero en tomar.
Durante la hora del receso, Brendon se las arregló para entrar al laboratorio. El castaño estaba examinando un líquido raro en el microscopio, cuando el menor lo abrazó por detrás y con sus manos acarició su torso de forma lenta pero excitante. El mayor inmediatamente se tensó. Pero reconoció esas manos.—¡Mierda, Brendon!— rápidamente se dio la vuelta y quitó sus manos de él —No vuelvas a hacer eso, casi se me para el corazón.—dijo, controlando su respiración y tomando al menor de la cintura.
—Prefiero que se te pare otra cosa, Daddy.—
El más bajo tomó al otro de su corbata y lo atrajo hacia él, para prácticamente comerle la boca. Dallon no se quedó atrás y bajó sus manos de la cintura a su trasero para comenzar a apretarlo. La boca de Brendon se abrió para darle paso a la lengua contraria y así crear a una batalla en la cual, el de ojos azules resultó ganador.
—Brendon... n-no—
—¿Tengo que hacer la misma pregunta de la otra vez?—
—¿Sabes? Creo que te verías mejor con la boca cerrada y la piernas abiertas—
Se volvieron a besar bruscamente. Pudieron haber llegado a más, de no ser por el sonido de la puerta y la voz detrás de ésta.
—¿Profesor Weekes?—
Rápidamente se separaron. Dallon se volteó haciendo como que seguía examinado el líquido y Brendon como que ponía atención.
—Profesor Weekes, buenos días, me alegra que esté aquí, necesito preguntarle algo. Oh, buen día, joven Urie, también lo necesito a usted— dijo el director Smith, mientras entraba al laboratorio.
—Buen día director, ¿de qué se trata?—
—Me gustaría que usted y el joven Urie fueran a mi oficina para hablar. Acompáñenme por favor.— dio la vuelta y comenzó a caminar por el pasillo.
Dallon y Brendon se vieron a los ojos completamente asustados y sorprendidos. Mientras caminaban a la oficina, ambos aparentaban estar tranquilos, pero por dentro, Dallon no sólo tenía miedo de perder su trabajo, también de ir a prisión por abuso infantil, aunque no contaba porque él no se había resistido, pero ese no era un argumento muy bueno para decir delante de un juez. Cuando llegaron a la oficina, ambos se sentaron en las sillas frente al escritorio de Spencer.
—Muy bien, algo pasó el viernes, y necesito hablar con ambos.—
El menor tragó saliva ruidosamente y sus manos empezaron a sudar más de lo normal. Dallon estaba peor.
—Llamé a tus padres ese día, Brendon, para notificarles sobre las bajas calcificaciones que estás teniendo en la materia de química, y sugirieron que el profesor Weekes, fuera a tu casa a darte clases particulares.—
En cuanto dijo eso, ambos volvieron a la vida, y los colores de sus caras volvieron a la normalidad.
—No sé si para usted, señor Weekes, eso sea un inconveniente. Porque si lo es, también puedo comentárselo al profesor de bio— Dallon lo interrumpió.
—No no no, claro que no director, no tiene que comentarle nada al profesor Walker, no tengo ningún problema en darle clases particulares a Brendon.— comentó, con una sonrisa y miles de cosas que podrían pasar en esas clases.
—Perfecto, le notificaré a sus padres inmediatamente. Sólo era eso, pueden retirarse.—
En cuanto salieron de la oficina, tomaron una gran bocanada de aire y después exhalaron, creyeron que ese era su fin. Caminaron al laboratorio y el mayor puso el seguro.
—Creí que perdería mi empleo e iría a la cárcel. — abrazó al menor de la cintura e inmediatamente el contrario correspondió, amarrando sus brazos a su cuello y parándose de puntas —Pero lo peor, fue que sentí que te perdería a ti.— dijo, para apoyar su cabeza en su hombro. El menor sonrió más que nunca.
—Aunque hubiera sido así, te visitaría todos los días y lo haríamos en la celda.—
El mayor rió y ambos se separaron lo suficiente para verse las caras. Dallon únicamente admiraba su cuerpo, pero ahí se dio cuenta de la hermosura de persona que tenía enfrente. Siempre creyó que Brendon sólo le atraía de una formal carnal, alguien con quien podría satisfacerse sin compromisos. Brendon pensaba lo mismo. Pero algo cambió en esos segundos.
Ambos tenían miedo de algo que tarde o temprano pasaría pero se negaban a aceptar: se estaban enamorando.
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Gracias por leer. Concurso_SAS
—Turja.

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Mr. Weekes - Brallon
FanfictionDesde que Brendon vio al Sr. Weekes, supo que su virginidad debía ser de él. * * * * Créditos especiales a: --SailorMoon-- BottomUrie Gracias a las dos <3.