Bien, como les decía. Tenía pelo rubio y largo, ojos azules, piernas un tanto largas y delgadas. Mi abdomen no era algo que me gustase, pero hacía abdominales diarios (o intentaba ser constante) y trabajaba en ello. Mis brazos nunca me acomplejaron, más bien me sentía orgullosa porque tenía buena masa muscular gracias a la gimnasia (que practique gran parte de mi niñez y a eso le debía mis piernas delgadas).
Antes de empezar secundaria, me mentalicé con que no todo iba a ser fácil. Intenté mantener mi autoestima siempre arriba, que nada ni nadie me afectase en lo mínimo. Siempre fuí amable con otras chicas, la 'popular' que denigraba a todas por cosas insignificantes nunca fué de mi agrado y tenía muy claro que si llegaba a tener la misma fama que esa chica, no tendría la misma actitud repudiable de ella.
Primero empezaron las burlas sobre mis orejas, (sí, leyeron bien, mis orejas) aunque no fuí la única, también otro chico sufrió lo mismo que yo.
Dumbo, orejona, eran apodos que no escuchaba a diario pero si, los escuchaba.
Y sí, querido bully. Dolía.
Cuando comencé las clases era verano, y por esas burlas no quería atar mi cabello, por más de que estuviera muriendo de calor, me negaba constantemente a soltarlo porque se verían mis orejas. Mis 'grandes y feas' orejas.
También me obligaba a llevar aros de perlas a diario, porque según yo resaltaría el azul de mis ojos y de alguna retorcida manera mis orejotas pasarían desapercibidas.
Miraba fotos de Kendall Jenner y me quedaba admirando sus fotos, porque tenía un cuerpo hermoso, porque el cabello atado le quedaba perfecto, porque siempre salía bien.Y lo que yo no entendía, era que siempre delante de la verdadera foto, había un retoque.
Quiero decirte que tus orejas son perfectas. Aunque vos no lo creas, aunque todas las personas con las que te relaciones te hagan pensar lo contrario, aunque el o la bully de tu curso te haga recordar cada maldito día que tienes unas 'grandes y feas' orejas. Porque vos no necesitás cambiar. No le cambia la vida a la gente porque vos tengas unas orejas chiquitas o grandes. No le va a crecer la pija al bully que te lo recuerda y se ríe todos los días de vos, tampoco le van a crecer las gomas a la chica que te ignora por 'fea y orejona'. Quiero pedirte que si estás leyendo esto, y estás pasando por lo mismo, mañana mismo te levantes y vayas al instituto más convencidx que nunca de que tus orejas son perfectas. Que seas VOS la que ignore a la chica que te ignora, que seas VOS la que te rías de las estupideces que dice el bully de tu curso.
Porque no existe la perfección, no hay un físico perfecto.