Respiraciones agitadas. Pechos rozándose. Caderas pegadas. Sudor. Cabellos despeinados y pegados al rostro. Piernas entrelazadas. Sábanas revueltas. Y ropa dispersa por toda la habitación. Aquella habitación que había sido testigo de la más grande demostración de amor entre aquellas chicas.
Aquel momento había sido totalmente espontáneo, pasional y real. Ninguna sabía exactamente qué debía hacer, por lo que se dejaron seducir por la pasión y se dejaron llevar por el momento. Descubrieron su sensualidad, experimentaron sensaciones desconocidas, aprendieron a tratar con delicadeza a la otra y se amaron en el proceso.
Apreciaron y atesoraron este momento como el primero de muchos, aunque realmente no fueron demasiados. Fue el primero y por lo tanto el más especial de todos.
Dos años y un poco más había pasado desde que Lauren había dado fin a esa hermosa relación que mantuvieron oficialmente por un año y cuatro meses. Dos años, en los que ninguna pudo superarlo ni olvidarlo; aunque esa parte sólo ellas lo sabían.
Sólo ellas sabían todo lo que sufrieron y lo que aún sentían por la otra. No lo admitían por temor a parecer débiles ante los demás.
"Lo nuestro ya no puede continuar ____, no podemos seguir juntas, yo... yo ya no siento lo mismo que antes"
"No eres tú, es sólo que... ahora me interesa otra persona y no puedo continuar contigo así..."
Esos, fueron los únicos argumentos que la ojiverde le dio a la latina, pero la chilena no le creyó. Se negaba a pensar que Lauren, su ojitos, su bebita, su princesa, el amor de su vida, su soulmate; tan repentinamente ya no la quisiera.
_____ pensaba que todo era su culpa, que había hecho algo mal, e incluso llegó a pensar que ella era el problema. Trató de remediarlo pero de nada sirvió cuando un mes después de la ruptura entendió que ya no había vuelta atrás, y que Lauren con "otra persona" se había referido a un chico, específicamente, un chico llamado Brad Simpson.
Él fue realmente el problema y causa de todo. Siempre fue él.
Entonces la latina se sintió una mierda. Una mierda por no haber notado que Lauren nunca estuvo dispuesta a admitir públicamente su homosexualidad, por no notar que su ex novia prefería mil veces tener una relación pública con un chico que apenas conocía, a tenerla con una chica, aunque hubiera compartido miles de momentos especiales con ella.
______ odiaba tener que recordar esa oscura parte, odiaba haber confiado en aquel amor que esa chica tantas veces le juró, odiaba haber llegado a planear un futuro con aquella ojiverde, odiaba haberse equivocado y haber tenido que descubrir que al final, Lauren no era su alma gemela. La latina trataba de parecer fuerte, pero en el fondo sabía que aún le dolía recordarlo, y el regresar a esa habitación, hacía imposible poder pensar en otra cosa que no fuera eso.
Millones de miradas, abrazos, besos, sonrisas y carcajadas. Miles de conversaciones, sueños, planes y promesas. Cientos de peleas, reconciliaciones, momentos íntimos, llantos y secretos. Tantos recuerdos y tantos sentimientos asociados a una simple habitación. Una habitación que ahora estaba vacía. Una habitación que la chilena había abandonado tiempo atrás para mudarse a su propio apartamento junto a su mejor amiga, y habitación en la cual pretendía que quedaran encerradas aquellas memorias de su antiguo amor por Jauregui.
¿Ya estás lista enana? – cuestionó la pelirroja al entrar al antiguo dormitorio de su amiga.
– Sí, yo, emm... sí, ésta es la última caja – contestó de espaldas a su amiga apuntando la caja que estaba a su costado derecho.
– ___, ¿estás bien? – preguntó Carol ya que podía notar por el tono de voz de su amiga que había estado llorando pero no quería ser tan directa.
– Sí, yo sólo, es sólo que extrañaba esto. Hace mucho tiempo no entraba acá y me ganó la nostalgia – se excusó la latina.
– Emm... está bien. Yo iré a poner ésta caja en el auto y vuelvo a despedirme de tus padres – mencionó tomando la caja.
– Bueno, yo bajo en un segundo. Voy a pasar al baño – mencionó ___.
– Claro, no demores – exigió su amiga.
La verdad es que Carol no había creído ni una palabra de lo que había dicho ____, ya que la conocía como la palma de su mano, sabía cuándo le mentía y cuándo decía la verdad. Y estaba segura que aquello no había sido su razón de llorar, pero a veces prefería darle su espacio.
[...]
Cada vez que el estado emocional de la chilena volvía a ser deplorable a causa de aquellos recuerdos, ella escribía. Escribía cartas expresando lo que sentía, cartas dirigidas en su mayoría a Lauren, a pesar de que no pretendía que aquella ojiverde las llegara a leer alguna vez.
"...Y aquí estoy, frente a este blanco papel nuevamente, pensando en ti, en tu voz, en tu mirada, en tu dulces labios y en tu hermosa sonrisa.
Sí, aún estoy enamorada, aunque no estás, aunque ya no pueda verte, aunque sé que solo soy una sombra o un recuerdo vacío en tu vida, pero me enamore de ti, de las cosas pequeñas que aún llevo en el alma, esas cosas que tú pusiste en mí con tu presencia, con tu luz, con tu amor...
Ves, me enamoré de ti, de los sueños a través de la distancia, y tu voz que me decía tantas cosas hermosas.
Me enamoré de ti.
Te necesito.
Te necesito, sí, ahora. Ahora y hoy más que nunca.
Mira, aquí estoy mi amor, frente a ti, esperando tus caricias.
Déjame entrar, deja que mis manos tomen tus manos y hagamos juntas una nueva travesía.
Si mi corazón vive es porque te sueña, porque tu nombre aparece en mi mente cada segundo de mi día, porque nace como la luz y me ilumina.
Sé que estás allí, al otro lado del mar, mirando la misma luna, contando las mismas estrellas, tomando del aire lo vital para seguir viviendo otro momento más.
Lo sé porque hago lo mismo.
Por ti.
Por mí.
Por nosotras."
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¡Hola!, por fin pude subir el prólogo 😂, espero que les guste ésta parte de la historia.
¡Gracias por leer!
- 🌸 Catt 🌸
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She wasn't my soulmate - {Lauren Jauregui y tú}
FanfictionSEGUNDA TEMPORADA DE SOULMATES - Es inexplicable lo doloroso que es ver a esa persona, por la cual apostarías todo lo que tienes, romper su promesa. ¿Sabes lo que eso se siente?, no ¿verdad?. Para la próxima vez, mejor evita promesas que jamás vas a...