¿Y si ya no estoy?

Capitulo XVII "Nadie cuida de mi"

Sofía: Actualidad

No sé cuánto tiempo pasó desde que hicimos esa escena en la iglesia de nuestra ciudad. En realidad no fue mucho, pero tengo que dar drama.

Pasaron unas cuantas semanas y salimos de vacaciones, hermosas vacaciones; un año menos, buenas calificaciones, muy bien. Buena actitud positiva, también.

Acostada en mi cuarto adoraba ese silencio y esa paz que tan poco duraba en mis pensamientos vacíos. Cerré los ojos y traté de no pensar en nada.

Nada.

Suena una gota de agua de alguna tubería.

Nada, eso no es nada.

Los pájaros afuera que avisan el irse a dormir.

Tampoco son nada.

El ruido en mi puerta no es nada.

Momento; ¿Ruido en mi puerta?

Veo el reloj, son las 4:00pm. MIERDA, mi mamá llegó del trabajo.

Salgo de una zancada y llego a la puerta más rápido de lo normal. Apenas abro la puerta empiezo a disculparme con mi mamá, diciendo que me había quedado dormida. Pero no la veo molesta, no, en realidad me dio una sonrisa de medio lado mientras que detrás de ella salían las chicas que decían alegremente "¡Hola!" de la manera más infantil posible.

Según Tati y Julia no sabían el porqué venían, sólo que Fiore las pasó buscando. Como era fin de semana teníamos "mucho menos" que hacer comparado con el resto de la semana. Fiorella agarró un cepillo de barrer que estaba en la entrada de mi casa y comenzó a limpiar el frente de ella. Nosotras sólo la miramos extrañadas pero no tardamos en ayudarla.

Al final sacó 4 cobijas y nos dijo que ya podíamos sentarnos a ver el sol ponerse. Le hicimos caso, aún sin preguntarle el porqué de la reunión. Podemos decir que no era la vista más hermosa si nos poníamos a mirar los alrededores, las casas, las calles, las personas; daba nostalgia incluso. Pero al poner nuestra mirada arriba, en el cielo, las nubes, y aún más intentando ver más allá, todo era hermoso.

<<Sólo quería verlas, ¿con eso basta?>> Respondió, cómo escuchando nuestros pensamientos; sólo asentimos y en silencio seguimos mirando el cielo.

<<Lo vi. >> Dijo al poco tiempo casi en un susurro, Fiore.

<< ¿A quién?>> Preguntó Julia mirándola con curiosidad.

<< Anthony>> Mirando aún al cielo dijo.

<< ¡Qué bien! Fiore, y qué pasó?>> Dijo Tati positivamente, pero aunque yo también era positiva, incluso yo sabía que no era nada bueno. Miré a Tati y negué con la cabeza.

Fiorella se encogió de hombros y agarró sus rodillas afincando su barbilla en ellas.

<< Sólo lo vi en el centro comercial, pasé y bueno... Creo que tiene novia porque besó a una chica muy bonita, en una tienda muy bonita. DIOS, TODO ERA TAN BONITO. >> Ella no paraba de sonreír, pero todas notamos cuando sus ojos se iban cristalizando poco a poco.

<<Lo siento, Fiore>> Dijo Julia.

<<No lo sientas>> Sentenció.

<<Pero lo besaste primero>> Dije yo y todas rieron, menos ella.

<<Tal vez no. >>

<<No seas pesimista Fiore, tal vez esté haciendo como el príncipe de la Cenicienta. Está buscando de labios en labios, hasta encontrar a la doncella de aquella candente noche>> Dijo Tati dramatizando con gestos.

<<Tiene sentido. >> Dijimos automáticamente al unísono Julia y yo. Ella volteó, sonrió de medio lado y dijo:

<< Yo nunca esperé nada con él, es más, si les dijera que ni siquiera espero nada de mí misma, qué pensarían. No respondan, claro>> Entornó los ojos y siguió.

<< No vine a contarles esa "tragedia", sin embargo, salió a tema. Sólo quería informarles que mañana lunes comenzaré con mis ejercicios especiales para lisiados. ¿A que no es divertido, ah?>> Sin expresión algún pero con una gran sonrisa, la cual tuvimos que responder finalizó.

<<Espero que te hagan bien, Fiore>> Tocando su hombro dije.

Ella tocó el mío y mirándome dijo: << Yo también >>.

<<Idiota inexpresiva, que te vaya bien>> Siguió Julia.

<<¿Por qué hablas cómo si e fuera de viaje?>> Le golpeé la espalda a Julia.

<< ¡AUGH!>>

<< Recuerda que tienes angelitos que te cuidan desde arriba, y pase lo que pase te protegen>> Habló Tatiana, levantando sus brazos señalando al cielo.

<< Cursi, pero tal vez cierto. >> Dije.

<< Lo sé, pero ya con el rumbo que está tomando mi vida no estoy segura. Y si de verdad existen tocaría despedirlos porque están haciendo un mal trabajo allá arriba conmigo. Ya me los imagino en un bar de ángeles tomándose una lechita tibia (porque dudo que los dejen tomar alcohol por aquellos lados), y menos si son como la gente se los imagina, así todos tiernitos con la apariencia de un bebé. >> Me reí junto con ella melancólica. Mientras que a las otras dos les parecía una total falta de respeto lo que había dicho.

<<Pero aún vives, y eso cuenta como logro>> Le dijo seria Tatiana.

Serví más chocolate del que nos había traído mi mamá en los vasos de las chicas y dije:

<< ¡Por la vida! >> Juntaron sus vasos y respondieron:

<< ¡Por la vida! >>