¿Y si ya no estoy?

Capitulo XVIII "Rezo"

Tatiana: Actualidad.

Rezo;

Porque estoy viva, agradezco.

Por un día más de aire,

Rezo.

Porque estoy de pie, agradezco.

Porque las tengo a ellas,

Rezo.

Y también a ellos, agradezco.

Por todo lo demás,

Rezo.

Comenzar el día con plegarias dando las gracias me hace sentir bien, y pedir que mejoren las cosas también. Lo recuerdo cada día, y ahora más que nada después de la reprimenda que nos dio el padre a mí y a Julia cuando nos vio hace unos días pasar cerca de la iglesia.

Claro que lo recordamos ahora y reímos, pero vaya que vergüenza nos dio. Hoy me dispongo a ir en la tarde a la casa de Fiorella, ella no lo sabe pero creo que no le importará.

Regresa al mediodía de su primer "tratamiento", todavía no entiendo muy bien esos ejercicios pero mientras le hagan bien, me parecen bien. Ya le había avisado a mis padres, y después del almuerzo me dispongo a salir.

Mientras tomo el bus en el centro me puse a pensar cómo le habría ido en su primer día. Hasta supuse que le había tocado un doctor sexy y me lo contaría con la manera que sólo ella podría hacerlo. Debido a mis ocurrencias sonreí de manera involuntaria, me subo al bus que acababa de llegar, y ya estoy yendo a su casa.

10 minutos más tarde, estoy tocando el timbre de las rejas de seguridad de su casa. Me responde cortante la voz de un hombre que apenas identifico como el padre de Fiorella. Me pregunto cómo es que puede estar ahora aquí si casi no está en la casa (triste pero cierto), dejo pasar eso y me identifico como amiga de Fiorella a través del intercomunicador que está pegado en la puerta.

Por un momento se queda en silencio, pero luego de lo que me parece una eternidad presiona un interruptor y se abren las puertas de la entrada de la casa de Fiorella. Me siento como si hubiese superado un nivel de Mario Bross y ahora esté punto de verla y rescatarla del Dragón.

<< ¿Qué pasará? >> Pensé en voz alta.

Sentí un leve escalofrío cuando llegué a la sala de la casa y la vi sentada con sus dos padres, me parecía que estos dos últimos estaban esperando algún tipo de respuesta por parte de Fiore, ella sólo me miro y dijo con una sonrisa:

<< Vamos a mi habitación>>

Recordaba su habitación en el segundo piso de la casa pero me sorprendí cuando siguió de largo atravesando la cocina hasta el final y no subimos las escaleras. Y no sólo eso me sorprendió, sino la manera cojeante y lenta con la que caminaba. Sin embargo, al darse cuenta de eso rápidamente se excusó y dijo sonriendo:

<< Si voy más rápido de seguro te pierdes>>

Yo me limité a devolverle la sonrisa, confusa, sabía que algo no iba bien. Cuando ya estábamos sentadas en el sofá que estaba su habitación nueva un silencio incomodo nos invade. Ella tenía el control remoto del televisor en sus manos y se disponía a encenderlo pero yo bien sabía que eso era una manera de desviar el tema que originalmente me había traído aquí.