Sueño día 4

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Era de noche, me encontraba en un sendero de rocas en un bosque con altos pinos, estaba descalzo y sin playera, eso causaba que sintiera un frío tremendo, había luna llena pero no se escuchaba el sonido de ningún animal nocturno, todo era silencio, veo que una pequeña luz se pone en el sendero y luego muchas luces aparecen hasta un extremo muy largo, me acerqué a una y noté que eran velas, no estaba seguro si seguirlas o no pero decidí hacerlo, comencé a caminar lentamente pero las piedras se me enterraban en los pies y eso hacía que tuviera dificultades para caminar, llevaba un buen rato caminando ya que miraba hacia atrás y las velas se veían a lo lejos pero veía al frente y no les veía un fin a las velas, seguí caminado y vi de nuevo al chico de mi sueño, mi otro yo.
– Tu de nuevo. Le dije. – ¿Que es lo que quieres?.
El chico no hizo más que reír, su aspecto era peor que antes, ahora sus pantalones estaban rotos y de la rodilla le brotaba sangre al igual que de su cuello y muñecas, era realmente asqueroso, de nuevo tenía sus pupilas dilatadas y negras pero ya no lloraba sangre.
– Disculpa pero no le veo la gracia, no dije un chiste, además no eres real y no te temo. Le dije firmemente apretando los nudillos.
– Ay Damon, Damon. Dijo moviendo la cabeza de lado a lado lentamente. – Yo soy real, y soy tu peor pesadilla. Se acercó a mí de un solo brinco y me tomó de los hombros mirándome a los ojos.
– N..no te tengo miedo, no eres mi peor pesadilla, mi peor pesadilla es la muerte. Aparte sus brazos de mis hombros con un movimiento firme.
Se acercó a mi cara y dijo. – Exacto, la muerte soy yo. Y me empujó.

– ¿Vas a matarme? ¿con que derecho? No te hice nada. Le dije mientras recuperaba el equilibrio.
– Con el derecho de que yo soy tu, y puedo hacer que acabes con tu vida. Dijo soltando una fuerte carcajada de nuevo.

Apreté los nudillos pero esta vez con más fuerza, estaba completamente decidido a golpearlo, pero si lo hacía podría matarme, así que me abstuve de golpearlo.

– Podemos hacer un trato ¿no?. Le dije.
– No hago tratos, ya deja de luchar por lo que no te queda Damon, morirás.
– Pero...a cada quien le llega su hora ¿no? incluso a ti.
– Jamás llegará mi hora Damon, yo soy otra dimensión que revela tu futuro después de la muerte.
– ¿Eres un fantasma?, dijiste que estás muerto ¿verdad?.
– No exactamente Damon, pero pronto entenderás las cosas. Hizo una pausa y susurro. – A mi modo. Se alejó con una sonrisa en la boca, la comisura de sus labios estaba abierta y sangrando.
Era muy espantoso ver todo eso, me helaba la sangre pensar que mi destino sería ese pero tal vez pueda alterarlo.

Siento una ráfaga de viento, me doy la vuelta y todas las hojas y plantas se elevan y se mueven, son arrastradas por el viento, el sendero comienza a desintegrarse, al igual que el piso se acaba, de nuevo veo a mi yo de la dimensión y entonces lo tomé de los hombros, este se giró hacia mí y me dio un puñetazo en la cara, poco después fui abriendo los ojos, desperté en medio de la nada, flotaba, mi piel comenzaba a tornarse de un color rojizo y morado y este hacia que me ardiera la piel, note que mi nariz y oídos sangraban, algo estaba pasando en ese tipo de "nada" no sabía que era, donde era y porque estaba ahí, el chico se aproximó hacia mi y entonces tomo una pistola y me disparó mientras su risa macabra rebotaba en mi cabeza sin final.
– Eres un cobarde Damon, que bueno que logre matarte en este sueño, faltan más así que tengo muchas cosas planeadas para que sufras.
– E...espera, ¿estoy muerto o algo así?.
– Humm, deja lo pienso, no es mala idea ¿eh?. Me agarro la muñeca y me la apretó.
– No, no me mates, no se que quieres con exactitud..pero..matarme no va a resolver nada. Le dije en lo que sentía como la herida de bala iba aumentando de dolor, me ardía y veía la sangre escurrir justo en mi pecho, ahí fue cuando me pregunté " ¿porque no estoy muerto?".
El chico mostró una sonrisa de satisfacción y volvió a empujarme,esta vez con más fuerza que antes.
– Adiós Damon, espero nos veamos de nuevo, oh espera, nos veremos en el próximo episodio de tu miserable vida.

Vi como mi herida sanaba y se me hizo muy raro, sin embargo de nuevo caí en el pesado "sueño" si así puedo llamarlo de eternidad.

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