Mascota© | Justin Bieber | Finalizada

f o u r

[...]

La coloca dentro de una caja grande y la lleva con la ayuda de una carretilla de carga.

Pasa por el lado del guardia y este frunce el ceño al verlo.

—¿Qué haces aquí?—refunfuña y le baja el volumen a la televisión.

—Emilia me ha llamado a mitad de la noche para que hiciera una entrega—responde sin dejar de caminar hasta que Nate lo detiene con enfado, este hombre siempre ha sido así y Justin ya está acostumbrado a su mala sangre.

—No tan rápido, hombre—Jay lo mira—. Debes firmar—apunta a una libreta y Justin suspira dejando la carretilla para ir a firmar. Nate observa la caja al escuchar un ruido y luego a Justin—. ¿Qué es eso?

—Pienso que está soltando polvo—suelta el bolígrafo rápidamente—. Bien, hasta luego— vuelve a agarrar la carretilla y el guardia regresa la mirada a la televisión para luego saltar en su silla al escuchar otro ruido.

—¿Oyes eso?—se levanta y se acerca a la caja.

—¿Pasa algo?

—Sh—se quedan en silencio un momento hasta que Justin vuelve a hablar preguntando si pasa algo—. Cállate, hombre—mira hacia todos lados—. Dime que tú también oíste un quejido, como un "uh"—finge lo que según él ha escuchado y Jay tose para no reír ante su mala actuación.

—No he oído nada—nuevamente se quedan en silencio.

—A la mierda, era el maldito aire acondicionado—hace una mueca mientras observa este—. Este lugar apesta—regresa a su lugar quejándose.

(...)

Los ojos de Holly se abren con lentitud y frunce el ceño al acostumbrarse a la luz y mueve su mano izquierda, hasta que se sienta de golpe y observa el lugar con los ojos abiertos. Comienza a forcejear con las rejas de la jaula en un intento de salir y sus gritos inundan el lugar. Toma el candado que cierra la jaula y lo jala para luego intentar abrirlo y falla.

(...)

Los pasos de Justin se escuchan por la habitación unos días después y Holly se abraza a sus piernas mientras lo sigue con la mirada.

—Entonces, soy Justin—murmura mientras le deja una bolsa de comida en el suelo y cerca para que lo pueda agarrar—, en caso de que se te olvidara—sonríe.

—Vete a la mierda—le susurra mientras tiembla, Justin asiente y se levanta para después colocarse la mochila.

—Es tu elección—se encoge de hombros y toma la bolsa.

—¡Vete a la mierda!

—Estoy haciendo esto por tu propio bien—la voz dura de Jay hace eco en la habitación y apaga las luces—. Intentaremos de nuevo mañana—dice antes de irse, dejándola sola, hambrienta y con frío.

Se voltea al cerrar la puerta y comienza a caminar lentamente hacia la salida del sótano mientras escucha los gritos, llantos y maldiciones de Holly.

(...)

A la mañana siguiente, repite la misma rutina, y vuelve a visitar a Holly, quien está casi moribunda y respira con dificultad debido a su deshidratación.

—Hola—la saluda y abre una pequeña botella de agua—, te he traído agua— le acerca esta a su boca y moja sus labios para así lograr que Holls vuelva al mundo, ya que hasta estaba alucinando. Se sienta y le arrebata la botella para comenzar a tomar con desesperación—. Te he traído comida también, en caso de que tengas ganas—deja esta a un lado de las botellas que ha colocado anteriormente—. Sólo ten calma, es lo único que conseguirás hoy—se coloca la mochila y se levanta para irse, pero Holly es más rápida y suelta el agua para agarrar su pantalón.

—¡Espera!—le suplica y lo mira—Por favor no me dejes—Justin suspira y la observa con pena.

—Sé que esto es duro—se apoya en sus rodillas—. Pero es importante definir nuestra relación. Establecer algunos límites. Así—apunta el agarre de ella—. Esto no surte efecto— la queda mirando esperando a que lo suelte y lo hace pero con lentitud—. Eso es, buena chica—vuelve a dejarla a oscuras—. Regresaré mañana—susurra antes de irse. Holly lo mira mientras tiembla y se agarra de una de las rejas para luego buscar la bolsa con comida.

(...)

—Él va a matarte—Claire juega con su cabello al hablar y se apoya en su mentón mientras mira a su amiga—. Pero sabes eso—cruza las piernas—. ¿Sabes? Es caliente, podrías seducirlo y luego....

—No estás ayudando—Holly la calla mientras se acuna sin dejar de tocar sus propios pies.

—Él incluso no necesita un arma de fuego, Holly. Todo lo que tiene que hacer es darse media vuelta y marcharse, dejándote sola—ríe.

—Cállate.

—Y eso sería el karma, de hecho, en este momento el karma te está atacando—juega con un mechón de cabello.

—Cierra la boca—Holls se entierra sus uñas en la piel sin dejar de moverse.

—Mírate, ¿dejas que te golpee? ¿De verdad dejas que ese pedazo de mierda patética te haga daño?—susurra—Entonces, mereces estar aquí—instantáneamente su amiga se voltea violentamente hacia ella.

—¡Cállate!—vuelve a voltearse para mirar la pared y comienza a acunarse nuevamente.