Mascota© | Justin Bieber | Finalizada

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Justin le entrega el plato a uno de los perros y acaricia su cabeza para luego levantarse.

—Nos vemos luego, Lucifer—saluda al anciano bóxer y procede a hacerlo con los demás, que cabe decir que son unos cuarenta y tanto.

Mientras empuja el carrito por el pasillo de las jaulas de los animales, tararea una canción para luego ir a quitarse el uniforme de trabajo antes de irse a casa.

Al llegar a la parada del autobús, observa a las personas que también esperan por este y se apoya en una columna. Se sienta en uno de los asientos al subir, y se lleva los auriculares a los oídos para que según él, el viaje sea menos largo.

Vuelve a observar a las personas que suben hasta que fija la mirada en una chica de cabello marrón, la cual no para de escribir en un pequeño diario, frunce el ceño y se levanta sin quitar los ojos de ella, para así acercarse.

—Holly, ¿verdad?—sonríe cuando se autoresponde, pues, es ella. Holly voltea a verlo—Holly McAdams—se sienta a su lado—. Hola, ¿cómo estás?

La morocha sonríe, pero incómoda;—Hola, disculpa, ¿nos conocemos?

—Oh, lo siento—ríe—soy Justin, del West Brook High.

—Oh, ¿estabas en mi clase?

—Sí, éramos compañeros. No salimos ni nada, pero sabía quién eras—su acompañante asiente, comprendiendo y recordándolo.

—¿Si?—alza ambas cejas y Justin asiente.

—Sí, como todos—este la queda mirando y Holly desvía la mirada para luego reír nerviosamente.

—Eso no lo sé—susurra con lentitud. Jay observa el pequeño cuaderno y lo apunta antes de hablar.

—Así que, ¿ahora eres escritora? Eso es genial, grandioso—ella mira el cuaderno también y sonríe.

—Sí, todo este uniforme de mesera es sólo un disfraz—vuelve a mirarlo. Justin ríe y menea la cabeza.

—Es convincente—susurra y se muerde el labio inferior—. Iba a pedir un helado de nueces y crema, con chispas extras—vuelve a sonreír al escuchar la tierna risita de Holly.

—No serías el primero.

Ambos dejan de sonreír cuando se quedan en completo silencio y ella deja de mirarlo.

—Aquí me quedo—Bieber la sigue con la mirada cuando está se levanta.

—¿Aquí?—se levanta rápidamente y va detrás de ella.

—Sí, fue bueno volver a verte—se acomoda el bolso.

—Igualmente—llega a tocarla apenas—. Oye, sí no estás haciendo nada....—no puede terminar de hablar ya que se va. Suspira y se queda mirando a un punto muerto para luego bajar del autobús.

(...)

En la noche, se deja caer en la silla frente a la portátil y comienza a navegar por internet.

—Holly McAdams—pronuncia lentamente su nombre a la vez que la googlea. Una sonrisa ilumina su rostro al encontrar su instagram, y comienza a ver cada una de sus fotos.

(...)

—Hey Nate—saluda al guardia al llegar al trabajo por la mañana—. Quiero preguntarte algo—traga saliva—; sí hay una chica que quisieras que te notara....—el chico se voltea a mirarlo y frunce el ceño.

—¿En serio?—ambos se quedan mirando hasta que Justin asiente—Mierda, viejo, no te conozco—refunfuña—, no sé que tipo de juego te traes, ¿qué me estás preguntando?

Bieber rueda los ojos y hace una mueca para luego alejarse levemente del mostrador.

—Lo siento. Creí que tal vez...—sacude la cabeza, restándole importancia. No entiende porqué ha reaccionado así.

—Espera, ¿te gusta esa chica?—suelta el sándwich—Estamos hablando de una chica, ¿verdad?

—Sí, una chica—vuelve a apoyarse en el mostrador—. Me gusta.

—Sé seguro, ya sabes, chico seguro. Saber cómo hacerlas reír—hace una mueca—. Pregúntales como estuvo su día, actúa como si te importara esa mierda—se encoge de hombros y vuelve a concentrarse para comer.

—Confiado, divertido, hacerlas reír—se repite en voz baja y asiente—. Entendido, bien, gracias—se gira para irse pero Nate lo llama.

—No me traigas más de esas gilipolladas, ¿de acuerdo?—lo observa serio—Tú y yo no somos así—apunta a ambos.

—Genial.

(...)

Otra noche en la que mira cada una de las redes sociales de Holly McAdams, y sonríe como un psicópata, lo único que le falta es masturbarse viendo sus fotos, como todo patético y virgo que es.

Mediante las fotos que ve, escribe lo que le gusta en un cuaderno y lo que no. Hasta que encuentra una foto con el nombre de la cafetería donde trabaja.

—Holly McAdams, serás mía.

Virgo: Persona virgen.